miércoles, octubre 31, 2018

¡CUIDEN AL EJÉRCITO DE CHILE!


Quiero iniciar mi artículo de este mes, recordándoles afirmaciones textuales que hemos conocido en estos días:
Ministro del Interior Andrés Chadwick: “No se pueden hacer actividades respecto de personas con condena judicial”.
Ministro de Defensa, Alberto Espina: “No es correcto que en un Recinto de las Fuerzas Armadas, se destaque a un oficial condenado por delitos gravísimos” (La Tercera, 17.octubre.2018, página 13).
Abogado Raúl Meza: “No hay que hablar con eufemismos.  Aquí le tengo malas noticias al Ministro de Defensa: Las palabras del Coronel Krassnoff (Bassa), representan el sentir mayoritario de los funcionarios activos y en retiro del Ejército de Chile”.
Amigo lector, Ud., me conoce. Hace 18 años que leen mis artículos en nuestro diario digital “Despierta Chile” que se caracteriza por su objetividad, apego absoluto a la verdad y jamás desmentido.  Asimismo, saben de mi pasado militar, el nexo permanente que tengo con mis camaradas de armas, el contacto habitual con todos los uniformados privados de libertad y, puedo afirmar con absoluta certeza y conocimiento que, lo dicho por el abogado Raúl Meza, es de una realidad indesmentible.
Ha quedado claro que el acto en el Estadio de la Escuela Militar no fue un homenaje, que la participación del hijo del  Brigadier Miguel Krassnoff fue en su representación por haber sido Subdirector de la Escuela Militar y, en esa calidad, junto a otros  Directores y subdirectores se les invita anualmente a este acto deportivo de camaradería.
Los despidos tienen por norma legal un aviso previo de 30 días.  Es insólito que el Ministro de Defensa le dé 24 horas al Comandante en Jefe del Ejército para que dos distinguidos Oficiales Superiores de excelencia, fueran marginados de la Institución por “haber vertido conceptos que no corresponden ni representan al Ejército” en el caso de Krassnoff Bassa y el Coronel Villarroel “por descuido de su responsabilidad de mando al no discernir y prever el riesgo y repercusiones que podrían resultar como efecto de esta actividad”.
Nadie ha hecho comentario alguno que, en el video que provocó toda esta desacertada interpretación, hubo un aplauso cerrado de toda la concurrencia en aprobación a las palabras dichas por Krassnoff Bassa.  A ellos, no se les pidió que entregaran inmediatamente sus cargos, seguramente  porque eran muchos, pero son un barómetro de lo que ocurre en la Institución, de un sentir generalizado.
¿Saben las autoridades cuantos cientos de oficiales y suboficiales en servicio activo y en retiro, son familiares, parientes directos e indirectos y amigos de los uniformados actualmente recluídos?
¿Qué piensan ellos? ¿No deben tener opinión sobre lo que ocurre con sus familiares?
¡No nos engañemos! Estos supuestos “homenajes”, están sucediendo a diario en pasillos, casinos, oficinas, en los diferentes cuarteles, comisarías, regimientos y buques de las instituciones castrenses y la responsabilidad de esta ola que día a día se agiganta y que en un futuro cercano levantará a un Bolsonaro en nuestro país, esa responsabilidad, es de manera única y excluyente de los políticos que mantienen heridas abiertas después de 45 años del 11 de septiembre de 1973 y que no hacen lo necesario para el reencuentro definitivo de la civilidad con sus Fuerzas Armadas y Carabineros de Chile, permitiendo que escriban la Historia Jueces y Ministros imberbes que no vivieron lo que pasó en el país por que no habían nacido o eran adolescentes.  El conocido “Informe Rettig” está caratulado como “Informe de Verdad y Reconciliación”.
¿Y la reconciliación, cuándo?
Hace unos días la PDI rindió un postrer homenaje al Comisario Jorge Barraza (Q.E.P.D.), Oficinal de Investigaciones que prestigió  a esa Institución y felizmente a nadie se le pidió la renuncia.
Es probable que no sepan que Barraza trabajó 8 años en la CNI bajo el mando del Comandante Álvaro Corbalán y, por esa razón, al llegar la democracia lo dio de baja, pero ocurrió que la PDI estuvo muy presionada por el Gobierno de Aylwin al exigírseles aclarar el asesinato del Prefecto Sarmiento en Concepción, el secuestro de Cristian Edwards y le solicitaron apoyo a Corbalán que, ya se encontraba en prisión, para por su experiencia en el combate al terrorismo, pudiera ayudarlos.  Corbalán aceptó, con una condición: que Barraza debía ser restituido a la Institución y que  todo aporte sólo lo entregaría a través de Barraza.  Dicha condición fue aceptada y Barraza regresó a la PDI y a poco andar demostró sus condiciones profesionales, su experiencia en los Servicios de Seguridad, resolviendo todos los casos mencionados e incluso el asesinato al Senador Jaime Guzmán. ¡Honor y Gloria al Comisario Jorge Barraza (Q.E.P.D.)!
Volviendo al tema principal, quiero decirles que me habría  llenado de orgullo leer un comunicado del Ejército del siguiente tenor: “En un evento deportivo acaecido en el estadio de la Escuela Militar, se han emitido opiniones controvertidas que serán analizadas internamente por la Institución, en el estamento en que se expresaron”.
El Ejército debe ser y será siempre respetuoso de las resoluciones de la justicia, pero la situación judicial que afecta a los confinados de Punta Peuco, Colina1 y otros recintos carcelarios, es una persecución política disfrazada de jurídica y se debiera exigir  que sean juzgadas por el vigente Sistema Procesal Penal para dejar al descubierto las irregularidades existentes.  Si no tienen a los supuestos secuestrados debajo de sus camas, en complicidad con gendarmería, es el Ejército o son las FF.AA. y Carabineros que los mantienen ocultos en sus cuarteles. ¡Es un chiste!
Es demencial mantener en prisión a personas que rayan en los 80 años de edad promedio, con enfermedades muy severas por lo que solo en este último semestre han fallecido seis de ellos y, lo más trascendente, son soldados que no planificaron el Pronunciamiento Militar del 11 de septiembre, sólo se limitaron a cumplir órdenes superiores combatiendo el terrorismo para seguridad y resguardo de la Paz ciudadana.
Un comentario para las señoras de las Agrupaciones de DD.HH., que hacen zánganas con la palabra “genocidas”; les Recuerdo que genocidas son los que provocan exterminios masivos por consideraciones ideológicas o raciales, pero esa definición no se le puede atribuir a quienes combatieron el terrorismo.  No son genocidas los que tienen por obligación profesional neutralizar la subversión en defensa de la Patria.
Por último, un modesto comentario para las autoridades políticas del país: “Se puede gobernar con los militares.  Se puede gobernar sin los militares.  Pero no se puede gobernar contra los militares”.
Sr. Presidente de la República, Señores Ministros, autoridades, “CUIDEN” al Ejército…, están aconteciendo hechos graves.
Eric Villena D.

domingo, octubre 28, 2018

@jairbolsonaro VIENE Y TRAE TIEMPOS MEJORES.




El avance -a todo galope- de Jair Bolsonaro dejó perpleja a la izquierda … y también a la derecha.
A la izquierda la demolió. La desbancó en la propia casa del Socialismo del Siglo XXI fundado en 1990 en Sao Paulo; arrasó con la “novedad” que sería el motor del renacimiento de la izquierda revolucionaria después de la caída del Muro de Berlín; que pondría fin a la orfandad de la izquierda latinoamericana; que constituiría la base desde la cual Fidel Castro y sus seguidores retomarían la Revolución Marxista.
Bolsonaro arrolló todo a su paso y aplastó al Partido de los Trabajadores.
A la derecha la dejó en shock, la puso frente a la peor de las disyuntivas, mirar para el lado y desconocer el parentesco, o subirse a un carro que no termina de convencer a muchos de ellos.
La trayectoria del Socialismo del Siglo XXI fue estelar: Fidel Castro de Cuba fue opacado por la aparición de Hugo Chávez de Venezuela. Lleno de dólares y con una personalidad flamboyante, Hugo se compró todos los escenarios y pontificó sobre lo humano y lo divino, parecía imparable, pero el triunfo, en 2002, de alias Lula en Brasil al frente del Partido de los Trabajadores le arrebató el liderazgo a Chávez y a Castro y puso al movimiento a disposición del proyecto populista – imperialista de Brasil y de él mismo. Lo siguieron Tabaré Vásquez el 2004 en Uruguay; Bachelet en 2006, en Chile; Rafael Correa también en 2006 en Ecuador y el mismo año Daniel Ortega en Nicaragua y Evo Morales en Bolivia; Fernando Lugo en 2008 en Paraguay, José Mujica en Uruguay en 2009, Dilma Rousseff en Brasil en 2010 y Bachelet de nuevo, en Chile en 2014.
Sus socios en Chile fueron el Partido Socialista, el Partido Comunista y el Partido Humanista, que hasta hoy siguen postrados a sus pies en revolucionaria adoración.
Parecía que el renacimiento socialista había clavado la rueda de la fortuna y sería el dueño de la región por siempre jamás.
Pero se acabó el dinero, el ciclo alto del precio de las materias primas concluyó, las exportaciones bajaron o se detuvieron, China no siguió comprado todo y de todo. La mala gestión económica de los gobiernos revolucionarios del siglo XXI quedó al descubierto, llegó la crisis económica, la corrupción siguió un tiempo mas hasta que la ciudadanía dijo basta.
Y bastó.
Sobrevive la dictadura militar de Maduro en Venezuela; la dictadura de Ortega tambaleando en Nicaragua y el impresentable gobierno de Morales en Bolivia, tratando de continuar en el poder. Alias Lula en la cárcel; Cristina Fernández en la sala de espera de algún juzgado en Argentina, y Correa huyendo de la policía. Sin duda que la derrota mas fea para el Socialismo del Siglo XXI es la de alias Lula en Brasil, transformado en delincuente común y Dilma Rousseff incapaz de hacerse elegir como senadora en una área poblada por pobres
¿Qué trae Bolsonaro?
Primero, hay que poner a la vista que la historia política de Brasil no es homologable a la de ningún otro país de la región. Fue un imperio que pasó a la república con suavidad. Que tuvo un número considerable de esclavos, que la esclavitud se abolió el 13 de mayo de 1888, el último país en hacerlo y que el voto universal se estableció recién en 1945. Brasil es una país fuertemente controlado por la aristocracia económica, los militares y la oligarquía política, el único afuerino fue alias Lula, que llegó al gobierno en 2003 y que no pudo terminar peor, cometiendo los mismos pecados que criticaba a sus enemigos de la derecha, agravada por el feroz crecimiento de la corrupción, la delincuencia criminal, el derroche y la mala gestión.
¿Qué podemos esperar de Jair Bolsonaro?.
Debemos reconocer que la campaña en su contra que ha hecho la izquierda mundial ha sido feroz. Se ha escarbado su vida hasta los dos años de edad –cuando aprendió a hablar- y se han publicado sus dichos, descontextualizados y adobados con perfidia y mala fe. Los gurús de la izquierda chilena critican duramente al pueblo de Brasil por no saber votar, un comentarista ha llegado a decir que 50.000.000 de votantes si pueden equivocarse. Por ahora no han propuesto un sistema electoral (¿censitario?) que permita votar solo a las personas inteligentes, políticamente conscientes y evolucionados y con una base ideológica razonable, es decir que sean de izquierda, ex-cuasi-marxistas y “políticamente correctas”: el PT y sus compadres, pero lo propondrán uno de esto días.
Por su carácter e historia podemos esperar también la iniciación de un exceso de acción política, que llevará a una aguda efervescencia interna en Brasil, e internacional, principalmente en el vecindario.
La efervescencia interna es posible que esté relacionada con el combate (la guerra) a la delincuencia y al tráfico de drogas.
En este aspecto es posible que choque con Morales de Bolivia, que tiene la nariz manchada con polvos blancos.
En el ámbito exterior, Brasil nunca se sentaría en ninguna mesa sino es en la cabecera. Debemos recordar la ridícula campaña del “Profesor” Aurelio García -del lote de alias Lula- que concurrió a Chile reiteradamente a explicarnos como llevar nuestros asuntos con Bolivia y con la Alianza del Pacífico, que, incidentalmente, ninguneó hasta aburrirse, dio por muerta … y se equivocó, ya que el se murió primero y la alianza sigue con buena salud.
La receptividad de Macri será inversamente proporcional al éxito que logre en su gestión económica. Evo se hará pedazos para asociarse con Jair en la construcción de un ferrocarril entre Santos e Ilo.
En Chile la izquierda se debatirá entre su odio a Bolsonaro y su adoración a Brasil.
Chile volverá a su acción política internacional de bajo perfil y se equilibrará en lo ideológico en el filo de la navaja que existe entre un Demócrata Cristiano sesentero y un Militar Brasileño y en lo estratégico, en contener la atropellada de Jair hacia el Pacífico, incluyendo la Alianza del Pacífico.
Vienen tiempos interesantes.
DespiertaChile.cl

martes, octubre 23, 2018

LA ONU, ¿ORGANIZACIÓN PARA QUÉ?, ¿UNIDAD ENTRE QUIÉNES?.



Ahora se estila que todo tenga su día. Así, cada 24 de octubre se celebra el Día de las Naciones Unidas, organismo que está próximo a conmemorar sus 73 años de existencia. Fue fundada el año 1945 por 51 países, Chile entre ellos, si bien en la actualidad cuenta con 193 Estados Miembros. Reemplazó, o se inspiró, en la antigua Sociedad o Liga de las Naciones (Tratado de Versalles, junio de 1919), organismo que se mostró incapaz de mantener la paz y controlar los conflictos internacionales que sobrevinieron después de la primera guerra mundial. Murió de anemia.
Y es indudable que su continuadora (ONU), ha subsistido en estos 73 años no por sus resultados, sino por la necesidad de los países de vivir con la ilusión de mantener relaciones de amistad y concordia entre todos, aunque, de seguro, también sobrevive por el interés de algunos de sus miembros para influir tanto en los quehaceres mundiales como los asuntos internos de otros países. No obstante, en los hechos ha demostrado, tal como ocurrió con su predecesora, su inutilidad no solo frente a los asuntos que por su trascendencia son del interés general de sus miembros sino, además, ante los graves conflictos habidos entre países. Con el tiempo, se fue convirtiendo en un espacio demasiado oneroso por donde serpentea libremente el oportunismo de unos y las maniobras políticas de otros; ha sido un organismo responsable de la preocupación de muchos, fuente de esperanza para unos pocos y de frustración para casi todos.
Su creación pudo haber estado a la altura de las buenas intenciones de algunos líderes mundiales de la época, y haber representado un contagioso optimismo para muchos de sus miembros. No obstante, a riesgo de no conseguir adherentes, no habría sido fácil dotarla de una Constitución que considerara una estructura con las responsabilidades y obligaciones tan precisas y rigurosas como las que pudieran darse, por ejemplo, en alguna iniciativa privada. Eso, de por sí, ya fue una limitante para el cumplimiento de sus objetivos. Y tuvo que ser, además, la causa para que la Carta de la ONU resultara en una mera manifestación de buenas intenciones. En efecto, sus propósitos, sus normas, y mandatos, son tan superfluos y generales como difíciles de aplicar y de controlar en su ejecución. Quien lea la Carta de las Naciones Unidas, comprenderá que las vaguedades e indefiniciones, aunque escritas en términos muy pretenciosos, rimbombantes y hasta intimidantes, algunos, corresponden al lenguaje común de todas las entidades cuyos esqueletos sufren de una irreversible osteoporosis fetal, es decir, nacen con el mal.
Así, difícilmente la ONU podría ser un organismo verdaderamente eficaz, salvo para recolectar ingentes recursos y malgastarlos sin mayores resultados, y para que sus dirigentes puedan hacer conmovedoras declaraciones relacionadas con la promoción de los derechos humanos, la paz en el mundo, la amistad entre las naciones y para enfatizar, además, un supuesto desarrollo social de los pueblos que quieran enmarcarse en un “concepto más amplio de la libertad”, según la definición de su Carta. Y esto, no es otra cosa que fomentar entre sus miembros la necesidad de que legislen permisivamente en materias tales como la homosexualidad, la eutanasia, el aborto, el matrimonio a la carta, etc. Además, sus autoridades penden de hilos tan delgados como son el resultado de negociaciones políticas entre unos pocos e influyentes asociados, que se acomodan a intereses y beneficios mezquinos. Aquellas autoridades, por lo tanto, deben ser acreditados trapecistas que puedan mirar con más atención los riesgos de caer en las profundidades que conseguir logros trascendentes y beneficiosos para todos.
Si tuviéramos que preguntarnos hoy día, cuáles han sido los éxitos o frutos de las Naciones Unidas en todos estos 73 años, no es seguro que pudieran llenarse más que algunos cuántos renglones de una pequeña libreta de apuntes, aunque hay un libro grueso que registra sus fracasos y serias contradicciones. Así, por ejemplo, estando entre sus fines “el desarrollo y estímulo del respeto a los derechos humanos…”, promueve abierta y decididamente el aborto a través de sus múltiples agencias, especialmente la ONU Mujeres. Ésta ha sido uno de los tentáculos de su Casa Madre para imponer a los países la ideología llamada “salud sexual y reproductiva” con ningún otro propósito, encubierto, claro, que desquiciar el sustento moral de las naciones, como lo es el promover y respaldar las minorías sexuales (lesbianas, gais, bisexuales, transgéneros y similares), “movilizando movimientos de amplia base”. Fue la coautora del Manual sobre el Acceso a la Justicia, que, entre sus 350 páginas, ordena “despenalizar formas de comportamiento que afectan solo a las mujeres, como el aborto” porque “las leyes que penalizan el aborto equivalen a tortura o trato cruel, inhumano o degradante” y, por lo mismo, pide a sus Estados Miembros que “garanticen servicios de aborto seguro”. Ante ello, cualquier persona medianamente juiciosa y reflexiva no podría sino asegurar que matar seres humanos inocentes e indefensos es, a las claras, lo opuesto al respeto a los derechos humanos.
Estos derechos pareciera que tampoco existen en Venezuela. El Consejo de Derechos Humanos de la ONU aprobó, no hace mucho, una resolución en la que expresa su preocupación “por las graves violaciones de derechos humanos en el contexto de una crisis política, económica, social y humanitaria” en ese país, e instó al gobierno de Nicolás Maduro a aceptar la ayuda humanitaria internacional. Pero, de la “preocupación” del Consejo y de su exhortación a Maduro, no ha quedado ni el recuerdo. Solo sirvió para llenar páginas en los medios de prensa. Asimismo, en dos ocasiones el comisionado saliente de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Zeid Ra’ad al Husein (reemplazado recientemente por una conocida nuestra, señora M. Bachelet), propuso enviar observadores a Venezuela para analizar su situación, pero la propuesta ¡no tuvo respaldo ni en el propio Consejo de Derechos Humanos de la ONU!
Otro de los fines de la Organización consiste en “suprimir actos de agresión u otros quebrantamientos de la paz”. Magnífico propósito. Aunque es evidente que ninguno de los redactores de la Carta de las Naciones Unidas quiso pensar, siquiera, en la forma de aplicar con efectividad este objetivo y sancionar su incumplimiento. De hecho, Estados Unidos ha invadido militarmente a su antojo y con diversas excusas, otros países miembros de la organización como, por ejemplo, República Dominicana, Guatemala, Granada, Irán, Panamá, El Salvador, Uganda, Afganistán, Pakistán, Libia, Vietnam, Irak, y un largo etcétera, con una estela de miles de muertos y heridos. Otro de sus miembros, Rusia, no lo ha hecho mal: Suecia, Turquía, Polonia, Finlandia, Alemania, Georgia, Armenia, Azerbaiyán, la ex Yugoslavia, Lituania, Ucrania, Afganistán y Siria, se cuentan entre algunos de los países invadidos por sus tropas. Ni un insano podría soñar siquiera, que eso, más otros cientos de intervenciones encubiertas para desestabilizar regímenes de distintas naciones, corresponde a un formato de “relaciones de amistad basadas en el respeto a la libre determinación de los pueblos”, otro fantasioso propósito de la ONU.
Y no podemos olvidar que tanto Estados Unidos como Rusia, junto a China, Francia, y el Reino Unido, son los únicos 5 Miembros Permanentes del Consejo de Seguridad de la Organización, de sus 193 países adheridos, y que, “por casualidad”, corresponden a las naciones más poderosas e influyentes en la política y la economía mundiales. Es cierto que, solo para efectos de mantener una percepción de “pluralismo”, se agregan a este Consejo otros 10 Estados que cambian cada dos años y no pueden ser reelegidos por períodos consecutivos; así, entonces, “la igualdad entre sus miembros” queda reducida a nada más que una frase grandilocuente en el papel, aunque inconsistente en la realidad. Es indudable que la seguridad mundial no debería quedar sujeta a las decisiones que adopte un grupo tan reducido de Estados con la calidad de Miembros Permanentes, que han llegado al Consejo para quedarse y asumido el poder para resolver por sí solos qué camino seguir en estas materias.
Vale la pena preguntarse, asimismo, cuáles han sido los éxitos de las Naciones Unidas en el control del narcotráfico, del terrorismo, de las armas biológicas, químicas y nucleares, en el deterioro del medio ambiente, y así muchos otros asuntos o temas que enturbian las relaciones y arriesgan la paz y armonía entre sus miembros.
En fin, todo indica que el supuesto interés de las Naciones Unidas para cumplir sus objetivos de buscar la paz, proteger los derechos humanos, conseguir el progreso de las naciones y su prosperidad, suena como una lamentable impertinencia a la luz de sus resultados históricos. Más aún, considerando la intromisión de varias de sus entidades de fachada (oficialmente se les denomina Organismos Especializados), en asuntos que no le competen y que contradicen sus propios objetivos.
Se trata, pues, de una cómoda y sofisticada madriguera para que, desde allí, unos pocos muevan los hilos que controlan el mundo, a un costo exorbitante para todos sus miembros. Sus 73 años de vida así lo confirman.
Mauricio Riesco Valdés.

viernes, octubre 19, 2018

LA DELINCUENCIA ESCOLAR ES CONSTITUCIONAL. (VIDEO).



Se halla en fase preliminar una nueva Fundación -Nueva Mente es su nombre- que, en términos generales, busca demostrar y ejercer el mayoritario poder de los anti-izquierdistas en el país.
La iniciativa, ajena a los políticos de cualquier lado, persigue transformarse en un gran movimiento ciudadano, activo y demostrativo, que diga "basta" a la prepotencia de la izquierda que impone a los demás lo que sólo ella considera válido y aniquila toda visión y acción contraria.

La entidad en formación marca un agotamiento de la población con  la soberbia de la izquierda,  que sigue estableciendo pautas de lo que hay que hacer y de cómo se debe hacer, ello ante la pasividad, el silencio y hasta la obsecuencia de quienes están del otro lado y que, se supone, la combaten.

Días atrás, tres senadores de izquierda -Francisco Huenchumilla, un progresista que le hace la vida imposible a la DC, Alfonso de Urresti (PS) y Felipe Harboe (PPD), rechazaron el proyecto Aula Segura en la Comisión de Constitución de la Cámara Alta por considerarlo "inconstitucional".

Aula Segura es una norma legal que flexibiliza la autoridad de los rectores para expulsar sin más trámites a los alumnos violentistas, entre ellos, a quienes intentan quemar vivos a profesores, a quienes agreden físicamente a docentes, a quienes prenden fuego a las salas de clases y a quienes ocupan los establecimientos como centro de acopio y fabricación de bombas Molotov.

Dichos senadores reprocharon al Gobierno "hacer mal su pega" y lo acusaron de "desprolijidad" por no haber considerado en el texto del proyecto "el debido proceso" que garantiza la Constitución a todo individuo acusado de un delito. Según ellos, a estos maleantes juveniles los protege la Constitución Política del Estado.
Además de imponer prepotentemente una sentencia de lo que es y no es constitucional, dichos senadores dieron una nefasta señal de apoyo a la delincuencia escolar y reforzaron la criticada justicia garantista, que tanto ha dañado a la población  tras la reforma procesal penal.

Se materializa, así, un nuevo y deplorable ejemplo de que el privilegio lo tienen los victimarios por sobre las víctimas. En este caso específico, los únicos perjudicados son los profesores y las infraestructuras de los liceos.
No es coincidencia que el rechazo del progresismo a la iniciativa se haya   producido sólo horas después de que un grupo de muchachones del PC y el Frente Amplio cortasen el tránsito en Plaza Baquedano, colgando carteles alusivos a que "Aula Segura es dictadura".

Desde que en septiembre, el Presidente de la República firmara el proyecto, partidos de izquierda y sus brazos de activistas escolares anunciaron su repudio, justificando que el sistema de expulsión automática ya existe en los Manuales de Convivencia y que tales casos se dan con frecuencia.

De ser así  -lo que no dudamos-, todos esos expulsados tendrán que acogerse  a la teoría del "debido proceso" de Huenchumilla, De Urresti y Harboe, y reclamarán su reposición para exponer su defensa.
Es sorprendente el desconocimiento, no sólo de estos tres, sino de la izquierda toda, sobre el derecho constitucional de los organismos públicos y privados a dotarse de sus propios reglamentos, y son éstos los que mandan. Un apoderado, al matricular a un hijo/a, firma un documento en el cual compromete a su pupilo a respetar las reglas del establecimiento y reconoce las sanciones aplicables en caso de vulnerarlas.

Ése es el concepto de autoridad que está destacadísimo en nuestra Constitución, como igualmente el indispensable respeto hacia ella. La gran falla que permite que esto no ocurra es que la propia autoridad, por temor o cálculo político,  no se hace respetar ni, menos, ejerce esa facultad a que lo obliga la Carta Magna.
¿Por qué en Brasil, un país más empobrecido que el nuestro, elegirá Presidente a un derechista y conservador? Básicamente porque a sus ciudadanos les prometió autoridad para eliminar a los criminales que tienen enloquecida a la población.

Apenas anunciado su envío con suma urgencia al Parlamento, el proyecto Aula Segura fue aportillado por parlamentarios de izquierda, por todos los mal llamados movimientos estudiantiles e incluso por el mismísimo Colegio de Profesores, también en manos progresista. Como se advierte, se trata de un gran conjunto de fuerzas que nunca han respetado el concepto de autoridad, que están siempre en contra del sistema y que defienden a ultranza, incluso, los derechos humanos de los peores delincuentes.

No se escuchan sus voces cuando funcionarios de Carabineros son exonerados en el acto, y sin "debido proceso", tras acusárseles de "violencia innecesaria" en contra de estudiantes y mapuches subversivos por organizaciones de derechos humanos…, todas controladas por la izquierda.

Qué mensaje tan deplorable es el que le han enviado estos senadores al país y qué estimulante y alentador para los cabecillas y promotores de esta violenta revolución escolar. 


VoxPress.cl

martes, octubre 16, 2018

UN HOMENAJE QUE NO FUE.



Mientras los hermanos argentinos avanzan en su objetivo histórico de salir al Pacífico, en nuestro país las autoridades de Gobierno y dirigentes de los partidos, se ocupan con escándalo de una actividad deportiva en la Escuela Militar, donde un hijo, militar activo, recordó a su padre, el Brigadier (r) Miguel Kassnoff Marchenko, condenado por ficciones jurídicas.

Efectivamente, el país trasandino, con quien en 1978 estuvimos a horas del estallido de un conflicto bélico por su expansionismo territorial, reanudó su tradicional política de acumular mapas y trazados limítrofes, haciendo incursionar tropas, adjudicándose glaciares continentales y antárticos, para sentar precedentes. Algo similar a los “derechos expectaticios” creados por Bolivia e igual de amenazante para nuestra integridad.

El canciller Ampuero, restó importancia a tales situaciones, afirmando que la demarcación de límites definitiva no se ha materializado y que la penetración de efectivos de la Gendarmería argentina, por esa falta de certeza en la materia, no le inquieta. Sin embargo no se sabido que Carabineros o miembros de nuestro Ejercito hiciesen lo propio para aparecer frente a pobladores del otro país, advirtiéndoles que ocupan parte de su territorio, tal cual sucedió con los gendarmes, en marzo de este año, en la comuna de Lago Verde, Aysén.

Nuestros representantes no manifiestan preocupación al respecto, menos se ha enviado alguna nota de protesta para salvaguardar nuestros derechos. Por el contrario. Su reacción es “comprensiva” … una grave negligencia producto de una proverbial debilidad diplomática y política frente a situaciones francamente inaceptables.

En cambio, se acentúan los gestos enérgicos frente al Ejército, por una actividad a la que han bautizado como un “homenaje” de la institución al brigadier Krassnoff y a los militares presos en Punta Peuco. Se le “exige” sancionar “drásticamente” al director de la Escuela Militar y al propio oficial que leyó un inofensivo mensaje de agradecimiento en una actividad deportiva de ex alumnos y donde jamás se divisó uniforme alguno, puesto que se trataba de una actividad de civiles  y no de una acto institucional. Guillermo Teillier tuvo la osadía de formular tales planteamientos, en nombre de los derechos humanos, en condiciones que él mismo reconoció, en su momento, su autoría intelectual en el intento de magnicidio del Presidente Augusto Pinochet y el asesinato de cinco de sus escoltas. Por su parte, el ministro de Justicia Hernán Larraín, habló de gente condenada por delitos de “lesa humanidad”, sabiendo que en Chile nadie ha sido condenado bajo semejante figura.

Lo que hubo fue la entrega de una polera, con la leyenda “TLC Miguel Krassnoff subdirector” (en el pasado lo fue).A la vez, que señaló: “para nosotros es tremendamente importante que nuestros padres que dieron la cara y la vida por Chile… estén siempre en el corazón de todos ustedes así como están en el de nosotros”.

Pero todo ha derivado en la baja del coronel Guillermo Villarroel,y su inmediato cese en la dirección del Instituto y su pase a retiro. En cuanto al coronel Miguel Krassnoff Bassa, según se informó pasará a retiro, tal cual lo solicitó él mismo en su oportunidad, por lo tanto, su expediente, se tramitará en el más breve plazo.


En un comunicado, Relaciones Públicas del Ejército, se expresó lo anterior, haciendo valer la responsabilidad del mando “e individuales en cuanto disciplina” admitiendo un daño a la Institución.
Pero después de siete meses de gobierno, el mandatario aún no hace honor a la palabra empeñada con los militares en retiro (como en su primera administración) de lograr alguna solución para los presos de Punta Peuco y Colina Uno. Si el gobierno hubiese procedido en consecuencia y como corresponde, según sus compromisos, nada de esto habría sucedido y el Ejército no habría sufrido “daño” ni la izquierda odiosa habría contado con la oportunidad de endilgarnos otro discurso de aquellos, haciendo abstracción de su total falta de autoridad moral en estos asuntos.

Queda el gesto del hijo en recuerdo de su padre y la honorabilidad del Director de la Escuela.



DespiertaChile.cl

domingo, octubre 14, 2018

CHILENO: EL "NO" TE MIENTE.



Hace cincuenta años el marxismo revolucionario obtuvo un gran triunfo propagandístico contra un bastión de la derecha nacional: habiendo usurpado por la fuerza la Casa Central de la Universidad Católica y habiendo sido, el respectivo movimiento subversivo, denunciado editorialmente por “El Mercurio” como manejado por el Partido Comunista, los usurpadores colgaron en el frontis de la Casa Central cautiva un gigantesco lienzo, de una cuadra de extensión, que decía, en enormes letras rojas: “Chileno: El Mercurio Miente”.

Difícilmente se encontrará un eslogan más exitoso que ése. Yo era, a la fecha, el más joven editorialista de “El Mercurio” y aprecié en toda su magnitud el dolor que esa espectacular injuria pública le infligió al decano de la prensa chilena. La consigna prendió tanto que desde entonces y en el siguiente medio siglo el diario ha debido soportar que sus  detractores repitan, en los momentos álgidos del debate nacional (que ese periódico aspira a presidir) la consigna, “¡El Mercurio miente!”, lo que siempre lo deja en incómoda postura. 

Y ello pese a que los hechos y la historia subsiguiente comprobaron que el diario había dicho la verdad, pues Miguel Ángel Solar —el estudiante que encabezó la toma de la UC, y los demás cabecillas— terminaron confundidos con el resto de la subversión encabezada por la extrema izquierda marxista en las poblaciones y sólo experimentaron su derrota final cuando la Revolución Militar Chilena se impuso en 1973 y su “Misión Cumplida” lanzó al basurero de la historia a Miguel Ángel Solar y sus secuaces marxistas.

Hoy yo he resuelto extender desde este blog y a lo largo y ancho de todas las redes otra consigna, pero en este caso verdadera: "Chileno: el 'No' te Miente". Pues, aprovechando los aniversarios del 11.09 y del 05.10 y el control que tiene sobre los medios la "Dictadura del 'No'" que ejercen conjuntamente el Ejecutivo presidido por Sebastián Piñera y el Legislativo controlado por la oposición política ("gobierno y oposición unidos jamás serán vencidos"), nos han mentido sin tasa ni medida en estos días.

El más repetido slogan falso corre así: "la dictadura militar cometió 'graves, crueles, sistemáticos e inaceptables atropellos a los derechos humanos" (Sebastián Piñera). Usó cuatro adjetivos en lugar de los tres acostumbrados, tal vez debido a que la mentira era de marca mayor. Pues su afirmación es falsa de falsedad absoluta. La Junta y su Presidente ordenaron, desde el primer momento y en sucesivas circulares, respetar los derechos de las personas. Esas órdenes están documentadas, desde luego, en mi último libro, "Historia de la Revolución Militar Chilena 1973-1990". Como tal directriz no fuera obedecida en variados casos, el régimen disolvió la DINA por trasgredirla. Cuando su sucesora, la CNI, también cometió excesos, la Junta le prohibió detener a nadie sin previa orden competente. La constancia de toda detención debía dejarse en el Ministerio del Interior.

Por supuesto, ningún régimen puede garantizar que ninguno de sus funcionarios no cometerá excesos, y hubo funcionarios que los cometieron. Pero eso no cambió la política del respectivo gobierno, sino que, simplemente, la contravino. Fue lo que sucedió.

Aparte de eso se repite como un mantra la denuncia de "¡torturas!", como si hubieran aparecido en Chile bajo la Junta. Carlos Peña, en "El Mercurio", criticaba a la propia conmemoración oficial del "No" por no reiterar la consigna "¡torturas, desapariciones, abusos sangrientos!" 

Pero los abogados de izquierda hicieron en 1970 una presentación a la Corte Suprema, de 120 páginas, denunciando las torturas a sus subversivos por la policía política de Frei Montalva. El gobierno posterior, de Salvador Allende, practicó la tortura oficialmente y por eso fue denunciado a ese efecto en el Acuerdo de la Cámara de 22 de agosto de 1973. Dos diputados nacionales, Maximiano Errázuriz y Juan Luis Ossa, electos en marzo de 1973, habían sido víctimas de torturas a manos de funcionarios de Allende. El segundo fue interrogado en Rancagua, tras las aplicaciones eléctricas, por el propio subdirector de Investigaciones, Carlos Toro, funcionario comunista de la confianza de Allende. Después de denunciado, nunca se tomó medida alguna contra él.

El problema venía de antiguo y por eso el historiador Gonzalo Vial propuso en la revista "Portada", en 1971, legalizar la tortura, puesto que todos los gobiernos hasta entonces la practicaban y, en concreto, lo hacía en enero de 1971 el de Allende con los presos por el caso Schneider.

Entonces raya en el cinismo que marxistas y DC, con tal prontuario de torturadores, pretendan descargar sobre el Gobierno Militar tal acusación, siendo que éste, para comenzar, enfrentado a más de 20 mil terroristas, trasladó ya en 1973 a 80 efectivos de Investigaciones para practicar los interrogatorios contra los apresados después del 11 de septiembre. Esos funcionarios venían de los gobiernos anteriores y aplicaron las mismas prácticas de éstos. Y, además, al denunciarse casos de torturas, por primera vez en Chile hubo denuncias judiciales que se tradujeron en condenas (casos "Vengadores de Mártires" y transportista Fernández), cosa desconocida bajo Frei y Allende.

Otra gran mentira reciente del "No" es que el Gobierno Militar "hacía desaparecer personas". Es verdad que hubo muertes ilegales, que no fueron ordenadas por el Gobierno, pero al final el paradero de los 1.102 casos de personas cuyo destino se ignoraba fue aclarado. Y si permanecen restos sin identificar (entre ellos, increíblemente, en el recinto de la propia Agrupación de Detenidos Desaparecidos ("La Tercera") es porque no se les quiere identificar y eso es responsabilidad de los 28 años de la actual Dictadura del "No". Nunca la Cámara ha formando una comisión investigadora para identificar los cadáveres y los restos enterrados en el Cementerio General, en el Instituto Médico Legal y en la Agrupación de DD. DD. Tampoco ha querido investigar los casos de supuestos desaparecidos que no tienen existencia legal, de acuerdo al Registro Civil; de los que aparecen viajando al exterior o han sido vistos vivos por personas que así lo han declarado ante notario con posterioridad a su desaparición. Ni menos se ha explicado por qué seis han ido "reapareciendo" en estos años, sin sonrojo de los sobrevivientes de las comisiones Rettig y NRR de 1990-91.

La reciente y falsa acusación presidencial de que el Gobierno Militar perpetró violaciones a los derechos humanos tampoco puede sostenerse desde el momento en que el peor problema que enfrentó la Junta, desde su primer día, residió en que diversos gobiernos e instituciones del exterior se negaban a extenderle créditos o venderle armas atendiendo al slogan difundido desde el KGB de que se violaban acá los derechos humanos. La Junta fue el gobierno más vigilado del mundo en materia de derechos humanos, de modo que habría sido no solo imposible para ella, sino suicida, violarlos sistemáticamente. No podía ni le convenía hacerlo y por eso le garantizaba al presidente de la Cruz Roja Internacional el acceso a cualquier prisión o recinto de detención que deseara inspeccionar, sin necesidad de solicitud previa. Eso está documentado por el historiador James Whelan.

Por eso, en anterior blog, yo he dejado establecido que en Chile se están cumpliendo dos apotegmas difundidos por personajes europeos del pasado: el cínico consejo de Voltaire, "mentid, mentid, que algo queda"; y la comprobación aún más cínica y escandalosa de Goebbels: "una mentira mil veces repetida pasa a ser verdad". Ésta se ha convertido en principio inspirador de la actual Dictadura del "No".

Chileno: tu presente dictadura te miente cuando te dice que la Revolución Militar Chilena introdujo la tortura en el país, cuando te repite que hubo "miles de desaparecidos" y cuando te insiste en que hubo entre 1973 y 1990 "violaciones sistemáticas de los derechos humanos", pues ese gobierno, el más vigilado en el mundo a ese respecto, tenía más motivos, no sólo morales, sino económicos que cualquier otro para respetar los derechos humanos.

Chileno: el "No" te miente. Que este slogan se extienda por tu cielo azulado, por las puras brisas que te cruzan también, por el mar que tranquilo te baña, por tus redes sociales, virtuales, radiales y escritas y por todo el largo y angosto territorio nacional como un gigantesco lienzo que permanecerá para siempre ilustrando la conciencia nacional.

Hermógenes Pérez de Arce.

jueves, octubre 04, 2018

HOY VOTARÍA "SÍ" CON MAYOR RAZÓN.



Voy a elegir el que es, en apariencia, el "peor caso" contra el Gobierno Militar y basado en él voy a probar que era mejor votar "Sí" en 1988 y que, si las circunstancias se repitieran, sería la mejor opción también hoy.

Veamos el "caso degollados", de 1985. Carabineros dieron muerte ilegalmente a tres dirigentes comunistas del grupo guerrillero FPMR, a pocos días de que un atentado explosivo de éste asesinara efectivos uniformados mediante una trampa explosiva colocada en el Hotel Araucano de Concepción.

¿Dónde fueron capturados esos jefes comunistas antes de ser degollados? En el "Colegio Latinoamericano de Integración". ¿Qué era ese colegio? Una institución formada al amparo de la libertad educacional establecida bajo el gobierno electo y constitucional de Pinochet (1981-1989). No hay mejor garantía de libertad política que la libertad económica. Y los comunistas podían fundar colegios propios bajo la que hoy llaman "dictadura". Con razón Milton Friedman, en un video de los años 80, elogiaba a ese régimen por dar libertad "desde la base (el mercado) hacia arriba". ¿Qué mejor elogio para una política educacional que posibilitar el pluralismo dentro de la libertad y sin discriminaciones?.

Sigamos con "los degollados": uno de ellos, José Manuel Parada, era el jefe del archivo de la Vicaría de la Solidaridad del Arzobispado. ¿Qué hacía ahí un jefe comunista? Ahí está toda la historia del Chile de entonces. Lo que hacía era amparar a los terroristas y reclutar nuevos militantes para el FPMR. Así lo relato en 1986 uno de ellos, Bruno Malbrich Labra, preso tras desórdenes callejeros, liberado tras un recurso de amparo (pero ¿no dicen que los tribunales no acogían los recursos de amparo en ese tiempo? Otra falsedad). Fue a agradecer a la Vicaría y ahí Parada lo reclutó para el Frente, al cual sirvió muy bien ayudando a desembarcar armas cubanas en Carrizal Bajo en 1986. ¡Gracias, Santa Madre Iglesia Chilena!

¿Por qué no triunfó la revolución comunista armada? Porque había un gobierno firme para reprimirla y que no se dejaba amedrentar, pese a las deserciones internas (primero de la DC, que después de implorar el golpe se pasó a la oposición cuando este no le traspasó el gobierno y ejecutó un programa de derecha; después los derechistas "blandos", que temían a la plena democracia que vendría porque ahí la izquierda les pediría cuentas: "nos van a colgar de los árboles", me decía uno en los 80; hay que "buscar una cancha de aterrizaje para cuando se vayan los militares", decían ex parlamentarios del Partido Nacional pasados al otro bando).

Y también hoy votaría con mayor razón "Sí" porque Pinochet mantuvo la paz tanto en nuestras fronteras como en la Araucanía. Dio miles de títulos de dominio a la etnia mapuche sin necesidad de premiar a los que se tomaban fundos por la fuerza, como ocurre hoy bajo la nefasta Ley Aylwin, digna sucesora de la conocida con el mismo nombre y dictada durante la reforma agraria de los 60 y que permitía al Estado tomar posesión de los fundos sin pago. 

Por algo en La Araucanìa y en Los Lagos ganó el "Sí" en 1988. Y en Aysén estuvo a cinco votos de superar al "No". Allá se extendía la "Carretera Presidente Pinochet",  ahora ya cambiada de nombre, por supuesto.

Hoy votaría "Sí" con mayor razón porque entonces había un gobierno más probo que los posteriores. En su persecución post-90 contra Pinochet, el Director socialista de Impuestos Internos examinó los ingresos y gastos del Presidente (nótese que el fallo de La Haya lo menciona como tal) entre 1973 y 1990 y determinó que en esos casi 17 años había apenas 544 mil dólares sin explicar. Los gobernantes posteriores se "llevaban para la casa" esa suma, en "sobres con billetes" de gastos reservados, ¡cada dos meses! Eso lo acredité judicialmente cuando fui llamado a explicarlo por un tribunal. "Fue una corruptela", admitió don Patricio sonriente, a "El Mercurio". Pero también se llevaba el sobre suyo.

El hoy Presidente de la República, Sebastián Piñera, eminentemente dedicado a promover su propia imagen, viaja a Antofagasta en un cuadrirreactor de la Fuerza Aérea para aparecer ante las cámaras allá blandiendo una bandera chilena, diciendo cuatro palabras plenas de lugares comunes sobre el fallo de La Haya y después volver inmediatamente para no perderse los reflectores santiaguinos y así seguir ocupando el centro de la escena después de almuerzo. Sospecho que ese solo vuelo propagandístico de ida y vuelta le cuesta al erario más de 544 mil dólares.

Chile bajo la presidencia de Pinochet crecía 5,6 % en 1986, 6,5 % en 1987, 7,3 % en 1988 y 10,6% en 1989. Hoy nos damos a santo si llegamos al 4 %. Habíamos sido el primer país en salir de la crisis de la deuda. Se hablaba del "milagro chileno" y del "jaguar de Sudamérica". 

Ningún otro país era tan vigilado en el tema de los derechos humanos, lo que era una garantía de respeto a los mismos. Tal como la DC y parte de la derecha internas, los Estados Unidos y Europa occidental bailaban al son de la propaganda del KGB y sancionaban al gobierno de Pinochet con la "enmienda Kennedy" o la retención de motores de aviones en Gran Bretaña, en plenos desafíos bélicos vecinales contra Chile. Pinochet se sobreponía a todo eso. El "New York Times" publicaba 66 editoriales contra el gobierno militar chileno acosado por el terrorismo comunista, lo que provocó 3 mil muertes en 16 años, mientras publicaba apenas tres editoriales contra el gobierno rojo de Camboya, donde había millones de muertos por la represión comunista. Así es la "prensa libre occidental", en cuyos brazos llegó al poder Fidel Castro en 1959 y del cual nunca se fue.

"La Tercera" informó recientemente que el 43 % que votó "Sí" en 1988 hoy se ha reducido al 30 %. Notable que se haya reducido tan poco bajo la "dictadura del 'No'" imperante desde 1990, que nos ha sujetado a un lavado cerebral intenso (tanto que Piñera pidió la renuncia al director del Museo Histórico por el "delito" de citar una frase de Pinochet y mostrar su efigie en una exposición). 

Sorprendente 30 % que no ha perdido la memoria. Seguramente afincado en las poblaciones populares donde, hasta 1990, se reprimía a la delincuencia y a la droga con firmeza; y también en la gente del Sur que añora los tiempos en que allá reinaban la paz y el progreso y en que los mapuches condecoraban al gobernante en lugar de quemar gente dentro de sus casas, camiones, maquinaria y templos religiosos.

El "Sí" ganaba a fines de 1987, pero el veredicto mayoritario cambió gracias al enorme flujo de dinero del "National Endowment for Democracy" norteamericano y los millonarios subsidios europeos para una mayoría de medios escritos adversos al gobierno que subsistían gracias a la libertad de prensa imperante (si bien en cada año la Sociedad Interamericana de Prensa sostenía que no la había, contra la opinión que yo expresaba solitariamente en sus reuniones, blandiendo ante ella el manojo de revistas opositoras conteniendo las peores críticas al gobierno).

Sí, yo volvería a votar "Sí", y con el mismo argumento que el historiador británico Paul Johnson usó para proclamar a Pinochet como un "héroe", en su libro histórico "Héroes": "porque yo conozco los hechos".  

Hermógenes Pérez de Arce.

martes, octubre 02, 2018

@evoespueblo DERROTADO.



Los jueces de la Corte Internacional de Justicia CIJ, no paran de sorprender. Esta vez por 12 votos a 3 -incluyendo en estos últimos al juez ad-hoc nombrado por Bolivia, Ives Daudet- dieron la razón a Chile, señalando que nuestro país, nunca contrajo la obligación de negociar, al momento de entablar conversaciones con los gobiernos de La Paz. Fuese esto en los intercambios diplomáticos entre 1920 y 1950, en  la proposición del Presidente Augusto Pinochet a su homólogo Hugo Banzer de 1975; y ni siquiera en los 13 puntos de la Agenda sin Exclusiones de Michelle Bahelet.  Y desestimó los ocho argumentos planteados por Eduardo Rodríguez Veltzé Agente del vecino país.
De este modo concluyó el juicio ante el tribunal de La Haya que se prolongó por cinco años. Bien pudo Chile ahorrarse las inaceptables bravatas, insultos y demasías de Evo Morales, como su afirmación de marzo de 2018, de que “Antofagasta fue, es y será territorio boliviano”, si los propios jueces de la CIJ hubiesen acogido la cuestión previa planteada en su oportunidad, por nuestros agentes. Todo eso estuvo demás. Desde el artificioso y barroco argumento de los supuestos “derechos expectaticios” un engendro pergeñado por el español Antonio Remiro Brotons, un jurista recomendado a Bolivia por el propio Baltasar Garzón, hasta aquello del atraso por la mediterraneidad, la invasión y otras afirmaciones. Ese empeño fue derrotado… por ahora.
Porque Morales lo reiteró: no cederá. Para él -y sus aspìraciones de reelegirse por un cuarto período, violando lo establecido en su propia Constitución- lo de la salida al mar es “un tema pendiente; Bolivia nunca va a renunciar a romper el enclaustramiento”, aseguró en sus primeras declaraciones al salir de la CIJ. Esto mismo dijo su vicepresidente Alvaro García Linera, quien quiso argumentar, instrumentalizando frases de la Corte, que tanto la ONU como la OEA consideran algunos “mecanismos”, los que no especificó, para continuar la demanda política.
El ex canciller Heraldo Muñóz, en un arranque de entusiasmo, declaró: “este caso se acabó”: Ante La Haya será. Porque Evo Morales necesita de esta herramienta política para consolidar su hipotético cuarto período. Él ocupa el poder desde 2006. Y debemos esperar el próximo movimiento que emprenderá. Chile -no se ve alguna evidencia en contrario- seguirá a la defensiva aguardando una ofensiva comunicacional y algún nuevo emplazamiento, tal vez en el Consejo de Seguridad de la ONU, donde es miembro no permanente. Hasta junio del presente año ocupó la presidencia del órgano.
Favio Vio Valdivieso, cree que Chile debe salir del Pacto de Bogotá para no seguir expuesto a “causas artificiales”; esta vez, la Corte no recurrió a instrumentos “extrajurídicos” como los que utilizó en la demanda marítima de Perú contra Chile, dijo. Pero previene que “tenemos que estar preparados para nuevas acciones de Evo” y ya sabemos que el inventario imaginativo de La Paz resulta inagotable. Conspira contra esto, la oportunidad. Chile, demandó a Bolivia por el río Silala. Ese caso está en trámite, así como la consiguiente contra demanda de nuestros vecinos. Y aunque Chile también anunció que junto a Colombia acusará a Nicolás Maduro, el genocida, por sus gravísimos atropellos de su régimen a los derechos humanos del pueblo venezolano, esta vez se trata de la Corte Penal Internacional, otra entidad también dependiente de la ONU, aunque es un organismo distinto al de La Haya.
A la vez, duerme el caso del llamado “triángulo terrestre” una faja de tierra de 37.610 mts2, sin acceso al mar y que podría desencadenar otra querella de Perú contra nuestro país, ante la misma CIJ ¿De nunca acabar?. Así parece. Porque las causas artificiales florecen conforme las necesidades políticas de los mandatarios de nuestros complicados países “hermanos”.

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