domingo, marzo 31, 2019

DÍA DEL JOVEN DELIN... "COMBATIENTE".



Ayer me dijeron que debía "retirarme" a la una de mi oficina, que está en el sector poniente, porque era "el Día del Joven Combatiente" y nadie estaría seguro en las calles del sector en la tarde. 

Es increíble el grado en que la izquierda violenta se ha enseñoreado de la parte del país donde no vive la élite política que, por supuesto, se autoprotege bien.  

Un  poco de "historia real", completamente desconocida por los chilenos de hoy: en 1985, cuando nos regía un gobierno de orden y la violencia terrorista era reprimida, un furgón de Carabineros intentó controlar la identidad de dos sujetos sospechosos en la Villa Francia, donde había frecuentes desórdenes promovidos por el MIR. Pero los interpelados dispararon contra el cabo que quiso controlarlos, Marcelo Muñoz Cifuentes, que quedó tendido con heridas en el tórax y en una pierna, mientras ambos terroristas huían. 

Los compañeros del herido bajaron del furgón, pues en ese tiempo tenían autorización para actuar contra los delincuentes (hoy no, pues justamente ayer fue exonerado de Carabineros un oficial que disparó y mató a un sujeto con múltiples órdenes de detención que se resistió a la policía: le espera una segura condena, y a la familia del delincuente una generosa indemnización). 

Pero en 1985 los carabineros persiguieron y dieron muerte a los agresores, que resultaron ser los hermanos Vergara Toledo. Un tercer hermano Vergara Toledo, también del MIR, murió dos años después, al estallar prematuramente una carga de dinamita que colocaba en una torre de alta tensión, en el sur.

La falsificación histórica comenzó en 1991, tras la traición de Aylwin a las Fuerzas Armadas y Carabineros, a los cuales había convocado a actuar en 1973, traición perpetrada mediante el "Informe Rettig", que incluía el episodio de los Vergara Toledo bajo el título de "Los Falsos Enfrentamientos". Lo único falso era, en realidad, ese Informe, hoy considerado verdad sacrosanta, pero que en los hechos es parte de la actual "mentira oficial". Pues el enfrentamiento fue real.

La "efeméride" de ayer debería celebrar el coraje de carabineros que supieron reprimir a los antisociales y mantener una sociedad pacífica y libre de delincuencia, como la que había en los años 80, cuando en las poblaciones la gente podía caminar tranquila, porque los malhechores eran reprimidos por la policía. Pero los que  celebran hoy son precisamente los violentistas y delincuentes que asuelan esas poblaciones y que además han sido llenados de dinero, a título de indemnizaciones por haber sido "víctimas" de la policía. 

En cambio, los carabineros que respondieron el fuego de los Vergara Toledo cumplen largas condenas y son repudiados socialmente como "violadores de los derechos humanos". El propio cabo Marcelo Muñoz, baleado a mansalva por los hermanos, escapó apenas de la prevaricación judicial y de haber sido también enviado a presidio por el juez de izquierda que, más de veinte años después de los hechos, pasó por sobre la verdad, la prescripción y la cosa juzgada, para encarcelar a sus otros dos camaradas uniformados y reconocer una generosa indemnización a la familia de los extremistas.

Ya cuando iba un cuarto de siglo después de ese 29 de marzo de 1985, en la misma fecha de 2008, la entonces presidenta Michelle Bachelet --ex ayudista del MIR y ex conviviente del vocero del FPMR-- decía públicamente que los carabineros habían cometido "un crimen horrible". De igual manera, por supuesto, calificaba la muerte de su propio padre, que sabidamente murió por jugar básquetbol en la cárcel teniendo una insuficiencia cardíaca. Y ella hasta cobró el bono de diez millones de pesos que, como "ayuda extra", se dio hace unos años a los parientes de supuestos "ejecutados políticos". En realidad, el general Bachelet estuvo preso en "los procesos de la FACH", donde se investigaba un complot gestado durante la UP por aviadores de izquierda, en connivencia con el MIR, para apoderarse de la base El Bosque, matando a la oficialidad que se les opusiera. Entre paréntesis, en esos procesos se comprobó que entre los papeles del general Bachelet había un ejemplar del "Plan Z", como otros encontrados en diversos allanamientos a sedes unipopulistas. 

El hecho es que los cerebros lavados de hoy deben huir de la celebración del "Día del Joven Combatiente" hacia los guettos donde vive la élite política, que no son asolados por la extrema izquierda, como el resto de la ciudad, aunque no por ello están libres de portonazos y similares asaltos perpetrados por los continuadores de los "jóvenes combatientes" del ayer, dueños de la fama, del dinero y de la impunidad de hoy.

Hermógenes Pérez de Arce.

martes, marzo 19, 2019

NIÑOS QUE DELINQUEN COMO ADULTOS.



Hace muy poco -como para haberlo olvidado-, los niños/ problema de nuestra sociedad, o directamente los chicos/malos, coparon por meses el primer plano por la revelación de muertes y maltratos en el SENAME y que terminó con la (ex) ministra de Justicia, Javiera Blanco, al borde de una acusación constitucional.

Estos niños/problema nutren la delincuencia  que se ha enseñorado y extendido en el país, originando la alarma del Gobierno. Pese a las periódicas  y masivas redadas nocturnas no se ha logrado aminorar la permanencia en las calles de antisociales juveniles, a quienes el hampa les ha cedido casi en exclusividad el asalto a automovilistas y el robo de vehículos. La razón es una sola: por ley, los menores continúan siendo inimputables.

Hay un dato escalofriante en la estadística criminal: si bien ha disminuido la participación de niños y jóvenes en los delitos de connotación pública, quienes continúan actuando lo hacen con más violencia.

El sentir de la población frente a este escenario es de impotencia y rabia.  Las víctimas casi automáticamente responden que "nada se obtiene con tomarlos presos, porque la Justicia los deja en libertad por ser menores de edad". Eso es así, y, por lo mismo, la finalidad del Gobierno es evitar que el joven llegue al momento de la comisión del delito, y ello se logra con un control de identidad previo a los sospechosos. No obstante, la ley permite el chequeo sólo a los mayores de edad (18). El Ejecutivo consensuó con la Defensoría de la Niñez el proyecto para que el registro de identidad sea desde los 14.

Apenas anunciada la iniciativa,  hubo tres tipos de reacciones.  La de la  comunidad, que es la víctima directa de la delincuencia infanto/juvenil, casi a diario. En forma unánime se manifestó de acuerdo con tal posibilidad.
La juventud escolar interpretó "a su pinta" el anuncio, al denunciar que "sólo por vernos con uniforme y mochila nos van a pedir la cédula y nos van a registrar". Asegura que viola nuestra libertad.  Por último, y naturalmente la más difundida, es la posición asumida por la izquierda: "no, porque es darle más atribuciones a una policía desprestigiada y porque "es un oportunismo del Ejecutivo, a raíz de su mala evaluación en el combate a  la delincuencia".

Durante el primer Gobierno de Piñera, éste propuso rebajar la edad de imputabilidad penal a los 14 años, ello en virtud de que en esos años arreció la presencia infantil en las acciones delictuales, porque los adultos  utilizaban a menores como "carne de cañón",  conscientes de que, por su edad, no podían ser detenidos. Hasta la UNICEF (ONU) intervino para impedir que ello se concretase "por constituir un atentado contra la infancia". Le advirtió que sería una "violación a sus derechos"…

Otros son los tipos de "atentados contra la niñez" y ninguno de ellos se asocia a la delincuencia. Por muy linajudo que sea el rango del organismo, ninguno puede imponer su criterio por sobre el régimen interior de un país en un problema tan incontrolable como es la participación de niños y jóvenes en el hampa y, menos aún, un ente internacional puede arrogarse el carácter de  protector de gente mala, independiente de su edad.

La izquierda no cesa en recordarle al Gobierno que "éste ya no es un país conservador", en alusión a que la sociedad ha evolucionado. Si dicha postura no fuera puramente ideológica -"los niños de hoy no son los mismos que los de antes"-, el progresismo no tendría porqué oponerse a un control policial preventivo a menores sospechosos,  desde los 14 años. Hace pocos meses, tres alumnos de tercero medio del INBA, vestidos con overoles blancos, intentaron quemar vivos a carabineros. Todos tenían 16 años.

Efectivamente, la sociedad chilena ha cambiado, y lo ha hecho en todo, no sólo en el ámbito de la delincuencia. Hoy, la actividad sexual los jóvenes la comienzan a los 13 años y también en ese momento de sus vidas se inician en el consumo de alcohol y drogas.

En el desfile del libertinaje femenino del 8 de marzo, en plena marcha, fue entrevistada 'en directo' una chica que confesó tener 13 años. Se le preguntó qué hacía allí y respondió: "como dueña de mi cuerpo estoy aquí para exigir el aborto libre"…

De los abortos realizados en el país en 2018, tras la publicación de la Ley Interrupción del Embarazo, el 56% corresponde a menores de 18, y todas por el argumento de violación…con varios meses de gestación.
No parece coherente que ante una niñez tan precoz, que adquirió tempranamente hábitos de adultos, haya que arrancarse los pelos por la pretensión de controlar la identidad de menores sospechosos de ser semilla de maldad. Se trata de niños que ya, irremediablemente, memorizaron las lecciones de avezados criminales y hampones.

No es de extrañarse: la mala ralea de la politiquería opositora está casi al borde de proteger la delincuencia juvenil y no al lado de quienes, con dificultades es cierto, intentan frenarla y combatirla.

Raúl Pizarro Rivera.
voxpress.cl

lunes, marzo 11, 2019

UNA HUMILLACIÓN A LA FUERZA DE ORDEN.



El 4 de marzo de 2019 tendrá que ser recordada como una fecha lúgubre en el historial del Cuerpo de Carabineros. Dicho día fue publicado en el Diario Oficial un Decreto con los nuevos protocolos a que deben atenerse los funcionarios policiales en su misión de “mantener el orden público”.
El objetivo para el cual fue creado Carabineros no fue ordenar y dirigir el tránsito, mantener Hogares de Menores, ofrecer conciertos con su Orfeón, reencontrar a familiares perdidos o participar en concursos ecuestres. Fue concebido como un ente destinado a resguardar la tranquilidad de los ciudadanos -“duerme tranquilo” dice su himno-, para lo cual es ineludible disuadir toda expresión violenta, sea de quien sea, que altere la paz, la convivencia y la normalidad de la población.
Carabineros no nació para investigar, rol que le fue erróneamente endosado, con consecuencias muchas veces adversas y hasta nefasta. Para ello se creó, más tarde, la policía de Investigaciones, hoy PDI. Su rol natural, entonces, es reestablecer el orden donde éste se haya alterado.
Sin embargo, eso ya no seguirá siendo así, por un Decreto que oficializa un golpe irrecuperable al alma misma de la institución, con “actualizados” protocolos que incluyen los “nuevos modos” con que sus funcionarios deben enfrentar y controlar los disturbios y la violencia pública.
Si las fuerzas de Carabineros ya estaban cohibidas y reprimidas por mandato de la autoridad política, con estos “modernos protocolos” quedarán simplemente en la indefensión frente a los cada vez más frenéticos desórdenes públicos y manifestaciones de violencia. Causa fundamental de este nuevo y lastimoso estatus es la obsecuencia y sumisión de los Gobiernos de Chile a  Tratados internacionales.
Excepto los convenios económicos, por sus acotadas asociaciones, el resto de los Tratados han sido concebidos por el socialismo internacional, con la venia y complicidad de la ONU, para imponer sus reglas por sobre las internas de los países. Este tipo de control remoto le ha dado a la izquierda buenos dividendos, en especial en regímenes que le son políticamente adversos. Prueba de ello es este paquete de protocolos para aminorar cada vez más la capacidad de disuasión de Carabineros.
Con el rótulo de “marco general con principios e instrucciones para el uso de la fuerza por parte del personal de la institución en relación a los niveles de fuerza, reacción o respuesta de las personas”, no es más que la respuesta de Chile a una instrucción de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). Ésta, el 21 de marzo de 2017, estableció la responsabilidad del Estado en la “violación de los derechos a la vida, integridad personal, igualdad y no discriminación, derechos del niño, derechos de las garantías judiciales y protección judicial de Álex Lemún, su familia y la comunidad Requén Lemún”. El joven activista mapuche murió por una herida de bala en medio de un operativo policial el 2002, en Ercilla.
El nuevo instructivo deja sin efecto la circular y la Orden General vigentes desde el 2013 y 2014, que contenían Indicaciones específicas pero menos restrictivas de las que acaban de entrar en vigencia.
En la circular de 2013 estaba  reconocido el principio de responsabilidad personal, pero ahora se hace extensiva a los mandos, instándolos a   “supervisar y a controlar la legalidad en la proporcionalidad de los actos de los funcionarios”. Es desgarrador el futuro que le espera a Carabineros en su  misión de controlar el orden: si su gente ya se sentía inhibida y temerosa, sus jefes eludirán tomar decisiones para no violar el protocolo. No querrán ser sumariados y dados de baja como sus subalternos “por excesivo uso de la fuerza”…
El reacondicionado protocolo especifica instrucciones para “un uso diferenciado y gradual de la fuerza”, prohibiéndola con determinados grupos, de la misma forma que si se tratara de otros, y -textual- que “es un tema que planteó dentro de sus observaciones el Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH)”. No hay que leer con detención para detectar que se trata de “un trato especial” para las acciones de los comuneros extremistas mapuches.
… 
El colmo del absurdo es el nuevo protocolo de actuación ante “manifestaciones lícitas e ilícitas”. Todas las acciones violentas, generadas en manifestaciones autorizadas o no, son iguales por conducir a la alteración del orden y al daño a la propiedad ajena. Llega a ser ridículo suponer que activistas autorizados originan desórdenes pacíficos…
En otro ítem de la nueva norma se apunta al actuar de Carabineros en ocupaciones de establecimientos educacionales, en cuyos desalojos se debe tener en cuenta “el interés superior del niño”. Todo el país no sale de su asombro por el comportamiento de los ‘overoles blancos’ y alumnos extremistas en general que han hecho de la agresión a Carabineros una auténtica entretención, lanzándoles bombas Molotov, piedras, sillas y elementos cortantes. Los funcionarios deberán discriminar las detenciones entre niñas y niños, “considerando un necesario contexto cultural”… Por ser estudiantes, no pueden ser tratados como delincuentes, pese a que hayan intentado quemar viva a una profesora.
A partir de ahora no se puede detener a un adulto por explotación infantil, al utilizar a un menor en el comercio ilegal, ya que ello “se da en un contexto cultural distinto” Tanto el CIDH y nuestros INDH consideraron que los nuevos protocolos “son insuficientes”…
La guinda de la torta a este atropello a la esencia que la Constitución y la ley le dan a Carabineros, es el encargado de transmitirles a los funcionarios estos contenidos: el Departamento de Derechos Humanos de la Institución, el cual se convertirá en la Dirección Nacional de Derechos Humanos, y que en conjunto con la Dirección Nacional de Educación y Doctrina impartirán capacitaciones en las distintas instancias de formación.
Increíble, pero muy real: en adelante, además de su equipamiento, cada funcionario deberá portar un Manual de Comportamiento Operativo, ello en medio de duras refriegas y agresiones, y cuidándose, mucho más que antes, de no detener a un inocente violentista pacífico, si no quiere arriesgar su baja. Todo ello, en medio del descontrolado crecimiento del desenfado con que el extremismo juvenil expresa su fanatismo ideológico
DespiertaChile.cl

jueves, marzo 07, 2019

¿¿OTRA MUJER FANTÁSTICA??.



Sus padres lo bautizaron con el nombre de sus sueños. Prefirió otro, hoy se llama Arlén. Asegura ser mujer. A mí no me interesa. A nadie le debiera interesar, solo a elle. Arlén postuló al liceo número uno de niñas, no fue aceptade, al igual que cientos de otras niñas que no fueron aceptadas. No existen suficientes cupos para todas las postulantes.

Pero Arlén está de moda, tal como está de moda Daniela. Ana, María, Alejandra, Cristina, Rosario, entre otras, no están de moda. Peor para ellas. Eso les pasa por no ser unas mujeres fantásticas. Peor para ellas.

Arlén es tan importante, tan fantástique, que está por sobre la ley. Arlén reclamó: ¡cómo es posible! ¿No ven quien soy yo? ¡Soy Arlén, otra mujer fantástica! El alcalde de Santiago pidió un informe legal, no sabía que hacer. La ministra de educación le ordenó no jugar con fuego, las encuestas no perdonan,  su jefe y el de él, quien lo respaldó en su candidatura, no se anda con leseras. Arlén estudiará donde exigió estudiar. Ana, María, Alejandra, Cristina y Rosario deberán buscar otros colegios, no son fantásticas. Pero para ellas.

El “caso Arlén” explotó en la prensa pocos días antes del “8M”, el terremoto feminazi. Cosas de la vida. Nada preparado, por supuesto, la prensa que informa no se prestaría para algo así.

Parafraseando al gran George Orwel (o parafraseando al cerdo, si lo prefieren), “todas somos fantásticas, pero unes somos más fantástiques que otras”.

https://blog-de-maximo.blogspot.com/

lunes, marzo 04, 2019

EL IMPENETRABLE NARCO ESTADO VENEZOLANO.



 De la Venezuela de hoy, se sabe lo que se ve y lo que cuentan sus emigrantes Sólo eso. Pero la podredumbre al interior de la administración chavista es la que tiene trancada cualquier salida a la crisis total del país, y se ignora por cuanto tiempo.

La descontrolada corrupción, los más increíbles negociados con la salud y los alimentos y  el fabuloso tráfico internacional  de drogas  -controlado por Diosdado Cabello (56), quien maneja a su amaño a Nicolás Maduro-, abren una interrogante que excede en mucho al ingenuo intento de hacer llegar  ayuda humanitaria 'por las buenas'.

El ruin estado del país no se arregla sólo con el alejamiento del poder del dictador. El usurpador carece  del respaldo de la ciudadanía, pero le sobra el apoyo del narcotráfico internacional y de sus redes internas y externas lo sostendrán. Nadie del régimen se arriesgará a una deserción sin que se le pase la cuenta por parte de alguno de los 'soldados' de Cabello..

Fue cándido Juan Guaidó, al imaginar que los militares se pasarían en masa hacia su lado, cuando la prioridad del generalato es cuidar las utilidades de la droga con las que se les compensa su lealtad. Venezuela hoy, no tiene nada, porque el Partido Socialista Unido (el chavismo) ha deslegitimado su propio Estado.  Es éste el que asesina a sus ciudadanos, porque controla la salud; se encarga de las compras de los alimentos; las empresas productoras  de bienes están bajo sus órdenes; las importaciones y el dólar también los regula; y utiliza el dinero fiscal para propaganda y para promoverse.

Adquiere medicamentos vencidos, porque hay alguien que se beneficia, y lo mismo ocurre cuando se compran  equipos médicos que no corresponden a la pobre tecnología existente. Una tajada se llevan, también, los funcionarios que adquieren  alimentos vencidos, todo esto, según constancia de Transparencia Internacional.

Sus denuncias, no obstante,  van más allá; al dar fe de que la Justicia no encarcela a los delincuentes comunes, estimula la posesión de armas en grupos paramilitares y en tribunales militares se juzga a civiles. Según Transparencia Internacional, Venezuela se sitúa en los niveles de  corrupción de Estados fallidos, como Somalia, Sudán del Sur y Haití.  

Para entender esta terrible realidad hay que retroceder al advenimiento del chavismo con Hugo Chávez. Fue con él con quien se iniciaron las malas prácticas, conjuntamente con el desmoronamiento de la institucionalidad. En su período, la cantidad de dinero que, en poco tiempo, entró a Venezuela fue abismante, y sin sistemas de control de verificación. Pero…, el 2011, el fenecido comandante anunció una emergencia eléctrica y el 2012, la quiebra del país.  Nicolás Maduro, el sucesor a dedo, se encargó de rematarla con   la  desaparición de  300.000 millones de dólares.

Desde que llegó el chavismo, en Venezuela, la corrupción es un gran negocio y el gran señor de ella es  Diosdado Cabello, muy bien secundado por su hermano José David, encargado territorial de la mafia.

Siendo subteniente de Ejército salió con  Chávez a la calle a derrocar al ex Presidente Andrés Pérez,  y cuando aquél, ya en la presidencia, fue sacado a la fuerza del Palacio Miraflores por 48 horas, Cabello terminó en prisión. En libertad, renunció al Ejército y llegó a ser vicepresidente. Fue el creador de la Asamblea Constituyente para sepultar a la Asamblea Nacional, de la cual hoy es su titular Juan Guaidó. Fue gobernador, diputado y ministro del Interior, de Justicia, de Energía y de Obras Públicas. Tiene un programa de TV, 'Con el Mazo Dando', en el cual tritura a los opositores.

La crisis/crisis, la institucional, la conocida hoy, se inició en los primeros días de diciembre de 2015, cuando el oficialismo perdió las elecciones legislativas y la mayoría absoluta en la Asamblea Nacional. Durante esa jornada de votaciones, por cadena de TV, Cabello le prometió las penas del infierno a sus compatriotas si sufragaban por los candidatos opositores y, para amedrentarlos,  amenazó con sacar a la calles a "nuestras fuerzas populares armadas"…Lo que siguió, y sigue, es ampliamente conocido.

Cabello tiene el control personal de la empresa motos BERA; de  los  zapatos y línea deportiva RS21; de la cadena FarmAhorro y de las industrias pesqueras EVEBA (en Cumaná) y Atún Margarita, ello, además de poseer 43 propiedades inmobiliarias, y una cuenta -denunciada por un banco alemán- de 21,5 millones de dólares.  En el 2008 fue denunciado a la Fiscalía Nacional  por uso indebido de US$230 millones para financiar a todos los partidos adscritos al chavismo. En Miami tiene un juicio pendiente por recibir un soborno de US$ 50 millones de la empresa energética Derrick.

Desde 2009 acumula otras  17 denuncias por su condición de jefe de una organización internacional de tráfico de drogas;   por nepotismo, al favorecer a familiares y parientes​ y por liderar colectivos armados, pagados con fondos de Petróleos de Venezuela. ​
El 11 de noviembre de 2015, dos sobrinos suyos fueron arrestados en Haití por intentar introducir desde allá a Estados Unidos 800 kilos de cocaína. Ante la justicia, ellos declararon actuar bajo órdenes de Cabello.
Desde enero de 2015, el ex jefe de seguridad de Hugo Chávez, Leamsy Salazar, se halla en Estados Unidos bajo la protección de la DEA, luego de confesar que Cabello es el jefe del cartel internacional de drogas, Los Soles. Los cargamentos de cocaína  enviados desde Colombia por las FARC, él los entraba a Estados Unidos, con escala en Cuba. A partir de este año, el Departamento del Tesoro congeló todos sus activos en dicho país.

 Por su decisión de reincorporarse al Ejército -del cual se retiró para trabajar como mano derecha de Chávez-, Diosdado Cabello es, en rigor, el jefe directo del Alto Mando y del nutrido generalato -2 mil oficiales-, los que son beneficiados con recompensas económicas millonarias provenientes del narcotráfico.

Con tales niveles de podredumbre, es difícil, -casi imposible, que se concrete el inocente sueño de Guaidó en cuanto a que los militares se pongan de su lado. La trenza de corrupción cruza a todos quienes ejercen algún tipo de poder en Venezuela, incluyendo, desde luego, a los uniformados.

Como era lógico suponer, hasta Estados Unidos descartó cualquier posibilidad de intervención militar, de tal modo que el escenario actual se prevé de estancamiento, quizás por cuanto tiempo, y ello redundará en una emigración más gigantesca que la conocida, al punto que en 12 meses se calcula que otros cinco millones huyan de aquel 'paraíso' con destinos ya sabidos, entre ellos, Chile.

Raúl Pizarro Rivera.
voxpress.cl

viernes, marzo 01, 2019

ANÁLISIS DE UN MILITAR ACERCA DEL CONFLICTO EN LA ZONA DE LA ARAUCANÍA.



Creo oportuno ofrecer a los lectores un análisis militar objetivo y profesional de la situación de violencia que afecta a la Araucanía.
Lo que se lee en la prensa es una mezcla de verdades a medias y verdades interesadas conducentes a juicios que desnaturalizan el real peligro que enfrenta nuestro país.
No pretendo entregar una solución. Mi ánimo es exponer la realidad que enfrentamos, avalada por la historia militar hasta la saciedad.
La historia es el único tribunal que jamás se equivoca aunque sus dictámenes demoren generaciones.
No somos una excepción histórica y es más sabio escucharla que ignorarla.
Por otra parte ¿A quién podría proponerle una solución si nadie entiende o desea entender el problema que tenemos? Enfrentamos una situación de violencia originada por
demandas étnicas cuya solución debió encausarse por cauces socio político y económico y que históricamente no han sido escuchados o se han aplicado pseudo soluciones manteniendo latente un volcán social.
Este manejo condujo a un grado de insatisfacción y frustración del pueblo mapuche de tal magnitud que derivó en el caldo de cultivo favorito de las filosofías marxistas y no
pasó mucho tiempo en que grupos nacionales y extranjeros que las profesan reclutaron a los más exaltados para “lograr por la fuerza lo que la ley no reconoce”
De acuerdo al desarrollo de los hechos, se han dado rigurosamente los pasos
clásicos que marcan las diferentes etapas de la guerra irregular urbana y rural hacia la que nos encaminamos
Hubo una primera fase de adoctrinamiento y preparación de líderes ideológicos y militares que hacen suyas las demandas desafiando a la ley y a las instituciones exigiendo una solución pronta e integral.
Estas demandas “se venden” entre la juventud mapuche y no mapuche que, por su naturaleza e inexperiencia, son proclives a solidarizar con estas “injusticias sociales históricas”.
Apoyo desde el extranjero refuerzan doctrinaria y financieramente el movimiento.
La presión se extiende a las Universidades, se apodera de las redes sociales y las reivindicaciones toman personalidad propia apareciendo en cualquier acto que convulsiona la vida del país.
El problema de la Araucanía “se instala” en la prensa, en la política y en los hogares pasando a integrar uno más de los “temas pendientes” de una clase política en permanente
competencia en las urnas, ámbito en que priman los objetivos personales y partidistas sobre los intereses del país.
Se adoptan medidas en el ámbito social, financiero y policial cuya descoordinación e improvisación conducen a fracasos que son hábilmente capitalizados por los agentes de la agitación.
Ya están dadas las condiciones para pasar a la segunda fase.
El avispero está a punto: El tema es parte de la vida nacional, hay víctimas que claman lastimosamente por redención y una maquinaria doctrinaria y organizativa que da el vamos a la próxima fase: el terrorismo selectivo.
El terrorismo es, en esencia, provocar el terror para obtener objetivos que, supuesta o ciertamente, son lícitos y la sociedad los niega.
El terrorismo considera justificado atropellar las normativas legales y sobrepasar los derechos humanos por “sus objetivos superiores”
El terrorismo se siente protegido por las mismas leyes que quebranta y por la maquinaria marxista que le da asistencia tanto dentro como fuera del país.
“Yo estoy dispuesto a dar, pero no a recibir” Se eligen objetivos que golpeen la opinión pública.
Emboscadas y golpes de mano se desencadenan con precisión militar en una campaña creciente que en nuestro caso aprueba su examen con el crimen de la Familia Luchsinger.
Luego los hombres se sumergen, bajan periscopio y dan el tiempo suficiente para que los organismos políticos y policiales reaccionen cayendo en el vacío porque la insurrección se ha larvado.
Cuando el horizonte pareciera aclararse, el tema está en proceso de olvido y las contra medidas parecieran haber tenido éxito el terrorismo se reagrupa y aplica dos o más certeros golpes.
Emboscada a camiones, quema de inmuebles y me atrevo a anunciar la muerte de un agitador mapuche que, por supuesto, se presenta como una vida inmolada por la mano represora del gobierno.
Hasta ahora nuestro fenómeno transita por los caminos políticos y policiales.
La clase política, en vez de enfocar este problema como un desafío común como chilenos, lo utiliza en una lucha suicida para atraer votos hacia sus intereses personales y partidistas.
La transición entre dos gobiernos origina “un tiempo neutro” para pelotear el problema al que viene.
Tiempo complementario a favor del terrorismo.
Hay que buscar un responsable para dar satisfacción a la opinión pública mediocre que lamentablemente es la mayoría de los votos. ¡Carabineros!
Se les entregó la responsabilidad y han fallado. Ninguna autoridad se atreve a reconocer que la situación ya está muy lejos de una solución policial.
Inteligencia, palabra clave del problema que fluye de la boca de autoridades, políticos, periodistas y voceros. Ahí está el nudo del problema.
Lamentablemente muy pocos saben lo que esta palabra involucra.
Indiscutible, necesaria e imprescindiblemente la producción de inteligencia es indispensable para combatir el terrorismo.
Permite arrebatarle la iniciativa y la libertad de acción, principios tácticos sin los cuales no puede sobrevivir.
Pero producir inteligencia significa designar objetivos, planes de búsqueda de información, medios de búsqueda de información y analistas de información que requieren personal capacitado, equipamiento sofisticado y sobre todo protección y encubrimiento legal.
La labor de inteligencia es un trabajo sucio porque debe penetrar e infiltrarse en el campo de las miserias del ser humano, ámbito en que la ley imperante es la del más astuto, del más inescrupuloso y en donde el golpe bajo, la traición y el engaño es el diario vivir.
¿Cómo podemos exigir a Carabineros que produzca inteligencia de calidad? si cualquiera de sus miembros que en esta labor ensucie un dedo es dado de baja en 24
horas, llevado a los tribunales en donde la parcialidad es proverbial y crucificado por la prensa antes que en el juicio lo declaren culpable, como es la costumbre.
Esta es nuestra realidad descarnada, la verdad verdadera y la triste realidad que debería avergonzar a todos los chilenos ¿La próxima etapa? Seré muy breve. La violencia escapa del ámbito policial.
Carabineros es lanzado a una lucha ilegal con las manos atadas a la legalidad.
Se les niega toda acción comprometedora en la acción de inteligencia.
Se les ordena responder con proyectiles de goma a los de guerra y sus medios se dispersan en un dispositivo cada vez más vulnerable y en forma monstruosamente injusta.
Se les estigmatiza como responsables de todo lo que sucede.
Festín de la prensa. Se produce la desmoralización de sus filas.
No hay solución política porque unos no entienden el problema, otros porque no les conviene entenderlos por razones políticas y muchos porque la sobrevivencia del marxismo necesita estos escenarios.
No hay solución social porque la falta de autoridad no permite ver más allá de las llamas de un incendio que bloquea las miradas.
Se desencadena definitivamente la “guerra de guerrillas” que desangró a Francia en Indochina y Argelia, que desangró a los EE.UU. en Viet. Nam y actualmente desangra a Colombia.
¿Llegaremos a esta fase?
La guerra de guerrillas es como un embarazo no deseado. Se aborta a tiempo o tenemos que resignarnos a convivir con el chiquillo Evitar este alumbramiento es labor de todos, despojándonos de nuestros intereses y futuro personal, de las diferencias del pasado que aún no nos perdonamos, de nuestras luchas políticas actuales.
No nos permitamos esconder la cabeza en la arena cuando nos amenaza una tormenta que nos da temor.
Imaginar sus efectos precisamente porque somos otra víctima del terrorismo que paraliza la razón.
MIGUEL ALFONSO DOREN.
Brigadier Ejército (r)
(Tomado de Chile Informa N°1515).