viernes, febrero 28, 2014

LEY PRO TERRORISTA.

Recordemos que Peñailillo invocó la Ley Antiterrorista mientras era gobernador de Arauco, en contra del ¿ex? miembro del grupo terrorista FMR.

Rodrigo Peñailillo, goma multiuso de la ayudista y quien se desempeñará como futuro Ministro del Interior de la Nueva Pillería hasta que los comunistas lo permitan, asegura que la ley antiterrorista “no está para resolver conflictos sociales”. Obvio, tiene toda la razón el suche de Bachelet, si así fuera, dicha ley se llamaría “ley anti conflictos sociales”.

Recordemos que Peñailillo invocó la Ley Antiterrorista mientras era gobernador de Arauco, en contra del ¿ex? miembro del grupo terrorista FMR, y cabecilla de la CAM, Héctor Llaitul, hoy tras las rejas por participar en el atentado al fiscal Mario Elgueta.

El 15 de abril de 2002, seis sujetos con el caracho cubierto interceptaron a dos choferes, los amenazaron diciéndoles “bájate del camión #&%**$@%$”, le dispararon a uno de ellos, quien perdió un ojo, y quemaron los camiones. El aguachado de la viejuja presentó entonces una querella por homicidio en grado frustado, incendio y daños, argumentando su preocupación por “una conmoción e inseguridad inusitada”.

Ahora Peñailillo declara: “Aquí hay una posición muy clara, no la vamos a aplicar (la Ley Antiterrorista) en ciertas situaciones, este es un tema que tenemos zanjado y la opinión pública lo sabe desde la campaña”. Para Peñailillo, entonces, en Chile ya no suceden “conmociones e inseguridades inusitadas”. Bien por Chile.

Recordemos además, que la futura marioneta de los “movimientos sociales” comunistas invocó cuatro veces esta normativa durante su anterior periodo presidencial. Sin embargo, en su campaña calificó este hecho como un “error” y se comprometió “firmemente a la no aplicación”, contra “miembros de los Pueblos Indígenas por actos de demanda social”.

¿A qué se refiere la ayudista con “actos de demanda social”?. No tengo claro si el incendio, quema de plantaciones, piaras de cerdos, vacas preñadas, buses, camiones, helicópteros, bicicletas, monopatines, triciclos de reparto, motos de nieve como la del compañero Navarro, bosques, casas con o sin moradores y ciudades enteras está incluido dentro del ítem “demanda social”. Veremos.

Tampoco aclaró doña ayudista si transitar por un sendero oscuro, encapuchado, portando una M-16 de las de Carrizal Bajo, en medio de una noche sin luna, cargando un bidón de acelerante y una antorcha está dentro de la categoría “reivindicación social”, “demanda social” o “demanda histórica”. Como pueden apreciar, las leyes chilenas están todas mal hechas, y aun así quieren que los jueces de la República egresados de la universidad Diego Portales puedan aplicar la ley convenientemente.

Ya que estamos recordando, aprovechemos de recordar que justamente a propósito de la huelga de hambre de los cabecillas de la CAM, incluido Llaitul, y de la consiguiente baja en las encuestas, el gobierno de excelencia 24/7 modificó la ley antiterrorista hasta dejarla en la práctica inaplicable, razón por la que hace una semana atrás el machi emplumado no fue declarado terrorista. Entonces, ¿qué más da si Bachelet y Peñailillo aplican o no una ley inservible?

Máximo.

jueves, febrero 27, 2014

CHILE NECESITA A TODOS LOS QUE AMAN A SU PATRIA.

Lo anterior se desarrolló en absoluta tranquilidad, siendo muy bien acogida por gran parte de los automovilistas y sus acompañantes, finalizando sin incidentes alrededor de las 20:00 hrs.

Con motivo de conmemorase el próximo 3 de Marzo un nuevo aniversario del día del Preso Político Militar, fecha instituida el año 2011 en conmemoración del trágico asesinato del Mayor de Ejército, Carlos Hernán Pérez Castro y su señora esposa, a manos del Frente Terrorista Manuel Rodríguez, un grupo de amigos y familiares de los Presos Políticos Militares recluidos en el penal de Punta Peuco, patrocinados por la “Corporación 11 de Septiembre”, se congregó esta tarde en el peaje de Lampa de la Ruta 5 Norte, con el fin de solicitar su libertad y el regreso a Chile de los subversivos extrañados por los Tribunales. Esta actividad, constituye el primer paso en búsqueda definitiva de la Paz y reencuentro de los chilenos.
Los manifestantes desplegados en el lugar, portaban  lienzos y pancartas con leyendas alusivas al reencuentro y a la libertad de los uniformados, distribuyeron un volante entre los automovilistas que a esa hora regresaban a la capital, explicando más en detalle esta iniciativa destacándose una frase: “Chile necesita a todos los que aman a su Patria”.
Lo anterior se desarrolló en absoluta tranquilidad, siendo muy  bien acogida por gran parte de los automovilistas y sus acompañantes, finalizando sin incidentes alrededor de las 20:00 hrs.

Jorge Ravanales Arriagada
Jefe del Departamento de Comunicaciones
cleardot.gif                             “Corporación 11 de Septiembre”

martes, febrero 25, 2014

CASO LUCHSINGER, LEJOS DEL FINAL.

Resulta inverosímil que el incendio y muerte de dos ancianos, en un contexto de reivindicaciones extremistas y amenazas, no haya sido considerado un delito terrorista...

La trascendencia del veredicto dictado por el Tribunal Oral de Temuco declarando la culpabilidad del único formalizado por la muerte del matrimonio Luchsinger MacKay es evidente, en cuanto establece su responsabilidad en el más grave hecho de violencia ocurrido en los últimos años en el contexto del llamado conflicto mapuche. Que un crimen de estas características no quede en total impunidad es importante tanto por su propia gravedad como por lo que significa en cuanto reafirmación del Estado de Derecho en una zona en que ha sido peligrosamente amagado. Con todo, los resultados distan de ser satisfactorios. Desde luego, resulta frustrante que, a más de un año del atentado incendiario que costó la vida a los Luchsinger MacKay, y existiendo abundantes antecedentes sobre la participación de "un número indeterminado de personas" -según lo ratificaron los propios jueces-, solo una de ellas haya podido ser llevada ante la justicia. Las circunstancias en que se produjo la detención, encontrándose el inculpado en las inmediaciones del lugar de los hechos y habiendo sido herido por una de las víctimas que intentó defenderse durante la perpetración del ataque, hablan de una situación más bien fortuita, antes que del resultado de un trabajo investigativo profundo. Siendo relevante la abundante prueba reunida para confirmar la actuación del detenido -tarea particularmente difícil, por la nula colaboración de este-, la justa demanda formulada por el hijo del matrimonio asesinado -saber "quiénes financian, organizan, encubren y participan en estos delitos"- permanece sin ser satisfecha por el sistema penal.

Provocará controversia la decisión de la mayoría del tribunal -con un voto disidente- de desestimar la calificación de delito terrorista en este crimen. Para el ciudadano común, resulta inverosímil que el incendio y homicidio de dos ancianos, ocurrido en el contexto de las reivindicaciones de grupos extremos y en un clima de amenazas previas a esa familia, no haya perseguido sino el fin de amedrentar a la ciudadanía y alimentar el temor de ser más personas víctimas de los mismos delitos; aún más, y como lo reconocieron los propios jueces, ese fue el efecto concreto producido por esta acción. El voto de mayoría, sin embargo, estimó que ni la fiscalía ni los querellantes pudieron probar que los hechos se hubieron enmarcado dentro de un plan que tuviera tal finalidad; triste ironía, la muerte de las víctimas y la consiguiente inexistencia de testimonios directos pudieron contribuir a esa apreciación. Se confirman así las dificultades que hoy presenta la acreditación del delito terrorista, asunto que ha quedado en evidencia en otros casos en la misma Araucanía.

Resulta paradójico el pronunciamiento de los jueces respecto del otro hecho cuya autoría se imputaba al inculpado; esto es, la agresión e incendio de sus propiedades sufridos por la familia Seco Fourcade días antes del atentado contra los Luchsinger MacKay. Respecto de aquel, pese a su menor gravedad, la unanimidad del tribunal dio por establecido el delito de incendio de lugar habitado en carácter de terrorista. Esto, a partir de las declaraciones de las víctimas y testigos sobre la actuación y amenazas proferidas por los victimarios, las que permitieron concluir la existencia de un plan preciso y de una finalidad que iba más allá del daño directo a los bienes destruidos. En este caso, sin embargo, el tribunal no estimó las pruebas como suficientes para establecer autorías. Así, otro grave delito, cuyo carácter terrorista pudo establecerse de modo fehaciente, permanece impune.

Cuando se conozca en su integridad el fallo del tribunal -y en particular los fundamentos del voto disidente-, así como la condena que en definitiva se aplique, podrá evaluarse en profundidad el razonamiento jurídico desarrollado. Por ahora, el veredicto, si bien representa un avance en hacer justicia frente a un crimen gravísimo, deja abiertas muchas interrogantes.

El Mercurio.

10 PREGUNTAS PARA NICOLÁS MADURO.


Excelentísimo señor Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro:

Como reiteradamente pedí una entrevista con usted, pero nunca recibí respuesta, con todo respeto le envío 10 preguntas con la esperanza de que sea tan amable de responderlas por escrito. Entiendo que usted está muy ocupado, pero he entrevistado a la mayoría de los presidentes latinoamericanos, así como al presidente Barack Obama, y le agradecería mucho si usted pudiera ayudar a esclarecer algunos puntos clave sobre los hechos de violencia en su país, así como sobre el arresto del líder opositor Leopoldo López.

1) Si, como usted dice, Venezuela está en calma y “trabajando, estudiando, construyendo patria”, pero el “imperio” estadounidense, CNN y grupos “fascistas” están difundiendo la falsa imagen de que el país está conmocionado por la violencia política, ¿cómo explica las imágenes de enfrentamientos sangrientos en las calles que ya han producido al menos 10 muertos y más de 250 heridos en los últimos días?

2) Usted dice constantemente que los manifestantes estudiantiles y los activistas de oposición son “fascistas”. ¿Pero quiénes son los verdaderos “fascistas” en Venezuela? ¿Los estudiantes y activistas de oposición que marchan en las calles pidiendo una democracia con separación de poderes, elecciones justas y libres y sin censura a la prensa? ¿O los que se disfrazan de militares, gritan eslogan como “Patria o muerte!”, atacan a los medios de prensa, disparan contra los estudiantes desarmados y glorifican dictaduras como las de Cuba y Siria?

3) Usted también dice constantemente que la oposición es “golpista”. ¿Pero quiénes son los que ensalzan los golpes en Venezuela? Usted recientemente presidió las celebraciones del 4 de febrero, el aniversario del intento de golpe militar del difunto presidente Hugo Chávez en 1992, refiriéndose a esa fecha como el “día de la dignidad nacional”. ¿Usted cree que hay “golpes buenos” y “golpes malos”?

4) Y, a propósito de eso, usted dice que Cuba —que no ha permitido elecciones libres, partidos políticos o medios no gubernamentales en más de cinco décadas— es un modelo para Latinoamérica. ¿Cree usted que hay “dictaduras buenas” y “dictaduras malas”?

5) Si los estudiantes supuestamente “fascistas” y “golpistas” que se manifiestan en las calles han sido organizados por la embajada de Estados Unidos, tal como usted dijo cuando ordenó la expulsión de tres diplomáticos estadounidenses, ¿nos puede dar pruebas concretas de las actividades subversivas de estos diplomáticos?

6) Si Venezuela es una verdadera democracia, como usted afirma, ¿por qué ordenó la semana pasada el arresto del líder opositor Leopoldo López, y sacó del aire el canal de noticias NTN24? ¿Desde cuándo es un crimen en una democracia que un político convoque a protestas pacíficas para pedir la renuncia de un presidente, o que un canal de televisión muestre imágenes de manifestaciones callejeras?

7) Si usted verdaderamente quiere “acabar con el odio y la intolerancia” y crear “una patria de amor”, como afirmó la semana pasada, ¿por qué amenazó ese mismo día a la oposición diciendo que “uno por uno, iremos por los fascistas”. ¿No sería más constructivo declarar una moratoria nacional de insultos en Venezuela, para empezar a crear las condiciones para un diálogo nacional?

8) ¿Por qué no permitió que observadores internacionales de la Unión Europea, la Organización de Estados Americanos y otros grupos monitorearan las elecciones presidenciales del 14 de abril del año pasado, que según el tribunal electoral controlado por su gobierno usted ganó por un pequeñísimo margen del 1.49 por ciento? ¿No ayudaría a restaurar la calma que usted anunciara medidas para permitir un tribunal electoral verdaderamente independiente y el acceso abierto a la televisión para todos los partidos en las próximas elecciones, y empezara a implementar esas medidas ya mismo?

9) ¿Cómo explica que Venezuela, que se benefició del mayor aumento de los precios de petróleo de su historia reciente desde que su predecesor Hugo Chávez asumió a la presidencia en 1999 —el precio del petróleo ha pasado de $9 el barril en ese año, a $100 en la actualidad— sea ahora el país con el índice de inflación más alto del mundo (56 por ciento), el índice de crecimiento económico más bajo de Latinoamérica (1 por ciento), y una creciente escasez de leche, aceite de cocina, harina, papel higiénico y docenas de otros productos de primera necesidad?

10) Considerando que tanto usted como el líder opositor Henrique Capriles han tenido audiencias separadas con el papa Francisco, y ambos afirman que respetan al Sumo Pontífice, ¿accedería usted a un esfuerzo de mediación de la Iglesia para restaurar las garantías democráticas, la separación de poderes, la libertad de expresión y la paz social en Venezuela?

Le agradecería mucho si tuviera la gentileza de responder estas preguntas, señor presidente. Sus respuestas ayudarían mucho a esclarecer cosas que sinceramente no terminamos de entender sobre lo que está ocurriendo en su país.

Andrés Oppenheimer.

domingo, febrero 23, 2014

MANIOBRA COMUNICACIONAL.

CEREMONIA PALACIO DE LA MONEDA.

Santiago, 19 de Febrero de 2014
Excelentísimo Sr. Presidente de la República
Don SEBASTIÁN PIÑERA ECHENIQUE
Palacio de La Moneda
Presente.
                He sido invitado a la Ceremonia de promulgación de la Ley que suprime porcentajes en los descuentos en salud a los miembros de las FF.AA. y Carabineros en retiro, a celebrarse en el día de hoy en el Palacio de La Moneda, presidida por V.E.

               Curiosa maniobra comunicacional, a días de entregar el Gobierno, en que seguramente aparecerá aplaudido por uniformados del sector pasivo, mientras firma una ley que podría haberla rubricado en su oficina y que, más aún, en diferentes y desfavorables condiciones que el resto de los empleados públicos. Un premio de consuelo, una aspirina, por no cumplir lo prometido en campaña, en el Circulo Español.

               Es una invitación y no una obligación. Aun así le hago presente que he recibido esta invitación , no asistiré por supuesto , y cuales son mis sentimientos ante esta ó pera publicitaria, en que se pretende formar un marco de uniformados en retiro aplaudidores de la primera autoridad del país.

            ¿Aplaudir a quien el 13 de Noviembre de 2009 se comprometió ante uniformados en retiro a dar solución a las situaciones de camaradas presos y procesados, y después de votar por él, nunca cumplió su palabra?

            ¿Vitorear a quien le dió un portazo a la Iglesia Católica ante su petición de indulto?

            ¿Elogiar al que con el objetivo de subir en las encuestas con motivo del Aniversario del Pronunciamiento Militar, dispuso el traslado, entre gallos y medianoche de viejos generales y coroneles, algunos enfermos, al Penal de Punta Peuco, en condiciones vejatorias y humillantes, y exhibidos por 5 horas en una prácticamente, cadena nacional de TV?

           ¿Aclamar al que motivó el suicidio del brillante General Odlanier Mena, e increíblemente, enviar las condolencias a su familia?
         ¿Aplaudir al que esposó a nuestros camaradas para concurrir a consultas médicas en hospitales institucionales, pase a ndolos rodeados de gendarmes, entre familiares y amigos?

          ¿Elogiar  y vitorear a quien, en el día de hoy, entrega un premio de consuelo para que olvidemos a nuestros camaradas sometidos a proceso, encarcelados y perseguidos?

          ¿Aplaudir al que aumentó a más de 1500 querellas en contra de uniformados en retiro?

          ¿Aclamar a quien cuyo Subsecretario del Interior se enorgullece de aumentar estrepitosamente las querellas contra nosotros?                           
          Esa misma eficiencia y orgullo podría sentir dicha autoridad por la situación en La Araucanía

         ¿Aplaudir al que ha dispuesto humillantes y largas tramitaciones a padres, esposas, hijos, nietos,  amigos y familiares en las visitas a nuestros prisioneros en Punta Peuco?

          Sr. Presidente, lo anterior sería vergonzoso para mis hijos, familiares y amigos; y una tremenda burla, deslealtad y traición  para los  camaradas prisioneros, perseguidos y procesados, entre los que me incluyo.

          Quedan 22 días de su mandato...por fin.
 
                    Lo saludo respetuosamente

       Fdo.) Gral. HERNAN NUÑEZ MANRIQUEZ

LA FECH CRIMINALIZA AL VERDADERO MOVIMIENTO SOCIAL.


La FECH critica a los estudiantes (igual que ellos) venezolanos que han salido a las calles (igual que ellos) a protestar en contra del gobierno (igual que ellos).
El argumento que esgrime la FECH consiste en que los estudiantes venezolanos están en contra del marxismo (no como ellos que están a favor), por lo que las protestas seguramente deben ser algo así como neoliberales, fascistas, reaccionarias y todo lo que ustedes se podrán imaginar.

En conclusión, la FECH considera que las protestas chilenas que buscan desmantelar la constitución para iniciar el camino hacia el modelo venezolano, son válidas; y las protestas destinadas a terminar con ese camino que los ha llevado a la escasez, la pérdida de libertades, la destrucción del Estado de Derecho, la vulneración de la propiedad privada, las quiebra del país, el crimen y la corrupción, no son válidas, ya que así piensan ellos. Punto.

Bueno amigos míos, para que se enteren de una buena vez, ASI FUNCIONA EL MARXISMO.

Demás está decir que las protestas chilenas consisten en solicitar la confiscación de propiedad ajena por medio de impuestos, para entregarle esos recursos a quienes no son sus legítimos propietarios; es decir, el objetivo consiste en conseguir la mitad más uno de los votos, con los que se puede robar a la mitad menos uno de la población.

¿Y que pretenden las protestas venezolanas?: LIBERTAD. La propia y la ajena.

La FECH anuncia en su comunicado: “Asimismo, no nos sentimos representados por el actuar de sectores estudiantiles venezolanos que se han puesto del lado de la defensa del viejo orden, opuesto al camino que el pueblo ha definido”. Es decir, según la FECH, ellos representan al pueblo ya que son el pueblo, sin embargo los estudiantes venezolanos no representan al pueblo de dicho país, ya que no pertenecen a él. ¿Qué tal?.

Estos famosos estudiantes que no estudian pertenecientes al movimiento revolucionario marxista estudiantil son todos iguales. Comunistas y caras de palo. Basta recordar a los alumnos del Instituto Nacional, quienes usurparon el colegio y cometieron todo tipo de ilegalidades en nombre de la igualdad, la inclusión social, el pueblo y sus derechos, los que debían ser financiados por “otros”, algo así como los “no-pueblo”; sin embargo presentaron un recurso en tribunales a propósito del nuevo ranking de notas que pretende entregar lo que ellos piden, el problema es que no lo pagaban otros, lo terminaron pagando ellos mismos. La revolución está bien, siempre que ellos sean los revolucionarios y no los revolucionados. 

Máximo.

REVELADORAS REACCIONES EN CHILE ANTE CRISIS VENEZOLANA.

"Los mismos que en Chile defienden el derecho a movilizarse censuran a los jóvenes venezolanos por protestar... "

Ha sorprendido la declaración emitida por la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile en la cual cuestiona a los universitarios venezolanos que han protagonizado masivas protestas por la situación de inseguridad en ese país y exigen la liberación de sus pares detenidos. En un comunicado difundido el fin de semana, la misma federación que reivindica en Chile su derecho a movilizarse por sus demandas y que ha hecho de las marchas callejeras una herramienta de acción política recurrente, censura a los jóvenes de Venezuela por usar similar estrategia, y los acusa de ponerse "del lado de la defensa del viejo orden, opuesto al camino que el pueblo ha definido".

Para la FECh, lo que hay tras las protestas no es un legítimo malestar ciudadano, sino mero "golpismo". Y, más allá de lamentar y pedir que se haga justicia por las muertes ocurridas, no critica la represión gubernamental ni la actuación de los violentos "colectivos" armados que atacan a los manifestantes; tampoco, el "apagón" informativo, que llevó incluso a cortar la señal del único canal que, en vivo, daba cuenta de las protestas. En cambio, sí arremete contra la prensa por una supuesta "manipulación de imágenes e información", que "deslegitima la profesión periodística".

La declaración de la FECh contrasta con la preocupación frente a la situación venezolana expresada por organismos de derechos humanos a los que malamente podría acusarse de golpismo, como Amnistía Internacional o Human Rights Watch, o con los informes de la relatoría especial sobre libertad de expresión de la OEA, que ha denunciado las frecuentes vulneraciones de ese derecho por parte del régimen chavista. Así, más que ofrecer nuevas perspectivas para comprender los problemas de la nación sudamericana, el comunicado de esa federación es revelador del rumbo que inspira a sus dirigentes, para quienes su simpatía hacia el régimen de Venezuela parece pesar más que el respeto hacia derechos básicos o que alguna solidaridad mínima hacia quienes son también estudiantes que defienden lo que creen justo. Tal actitud podría ser otra manifestación del dogmatismo que se extiende por sectores del movimiento estudiantil y que ya se expresó, por ejemplo, en la dura oposición que terminó derribando a quien había sido designada subsecretaria de Educación del próximo gobierno. 

La crisis venezolana también ha puesto en evidencia otras situaciones en el cuadro político chileno. Ya ha sido comentada la opuesta visión del asunto por parte del Partido Comunista -para el cual las protestas contra el gobierno de Nicolás Maduro serían "sedición"- y la Democracia Cristiana, que ha solidarizado con los manifestantes. Incluso, en esta misma edición, el senador Patricio Walker, de esta última colectividad, entrega un certero diagnóstico, al afirmar que la represión hacia los jóvenes venezolanos "da cuenta de un gobierno que si bien es legítimo en su origen, porque fue elegido por la gente, se comporta en la práctica como una dictadura, porque está conculcando los derechos y libertades más básicas de los ciudadanos venezolanos". Tal contraste de postura puede, por cierto, dar lugar a complejos dilemas para el gobierno de la Nueva Mayoría, a la hora de fijar posiciones en este tema. 

En este contexto, es destacable la declaración emitida ayer por el Presidente Piñera en relación a la crisis, al llamar al respeto del Estado de Derecho y de las libertades públicas, pero evitando intervenir en la situación interna de ese país.

El Mercurio.

sábado, febrero 22, 2014

GIORGIO JACKSON: EN CHILE HAY PRESOS POLÍTICOS MILITARES.

Gracias Giorgio por abrirnos los ojos a esta dolorosa realidad.

Me caen bien Giorgio Jackson, Gabriel Boric y la Camila Vallejos. En cambio, Karol Cariola con su repetitiva monserga comunista la hace odiosa e incurrir en continuos errores históricos políticos.
         Giorgio, Gabriel y Camila, con un buen lenguaje y dicción, claros, valientes, tenaces y sin titubeos frente a las cámaras y micrófonos lograron levantar un tema que hizo transpirar sangre al siempre tibio gobierno de la titubeante y zigzagueante derecha chilena.
         En efecto, estos tres “chiquillos” que en unos pocos días más serán convertidos oficialmente en “honorables” pusieron de relieve una necesidad que todo Estado en vías de desarrollo, a mi parecer, DEBE tener: la gratuidad universal de la educación en todos sus niveles y, por supuesto, la muy buena calidad de ésta, sin sectarismos ni politización. Aquello, no obsta a la existencia de una educación privada en todos sus niveles y con fines de lucro, dando así la oportunidad del que pueda o quiera elija una o la otra.
         Mas, a estos tres “chiquillos” les reconozco como virtuosa actitud el haberse sometido al juego democrático de las elecciones donde resultaron victoriosos. Se nos anduvo cayendo la Camila. Fue infraccionada por Carabineros en el sur por conducir su poco proletario vehículo a exceso de velocidad. Una vez ungida “honorable diputada” ya no lo podrá hacer, pues una cuestión ética se lo impedirá, al menos, así lo dice la teoría.
         Pero, Giorgio, hace unos cuántos días, se nos dio un tremendo porrazo, el cual tiene dos aristas importantes, siendo del caso analizarlas por separadas. Lo vimos ingresando al ministerio de Justicia, acompañado de don José Manuel Parada, hijo de un señor del mismo nombre y que fuera, junta a otras dos personas, asesinado en Santiago en el año 1985 por efectivos de Carabineros de Chile.
         En el ministerio y a voz en cuello, ante una nutrida y diversa  concurrencia de medios de prensa, quienes –pienso– no llegaron por inspiración divina, Giorgio justificó su “espontánea” presencia allí porque reclamaba acerca de los beneficios intra-penitenciarios recibidos por dos de los carabineros involucrados en tales execrables homicidios, en circunstancias –argumentaba– de tratarse de un delito sindicado como de “lesa humanidad” y como tal, sostenía con fuerza, no les debiere corresponder nada.
         Giorgio no pudo sustraerse a la vieja “maña” tan arraigada en la fauna política nacional. Se hizo acompañar en esta gestión por el joven Parada, quien es hijo de doña Estela Ortiz viuda de Parada, la mejor amiga e integrante del “círculo de hierro” de la presidenta electa, doctora Michelle Bachelet. En tal circunstancia, la presencia de la prensa estuvo siempre asegurada para amplificar el lucimiento de nuestro futuro honorable.
         El procedimiento nos parece espurio, pues estamos frente a vicios llamados “oportunismo”, “amiguismo”, e inmoral lobby. El acto ocurrió tal como fue, por la cercanía de las personas a la presidente electa. Por el contrario, ¿usted cree que aquel hecho hubiera tenido la cobertura de prensa exhibida si Giorgio hace lo mismo pero para un familiar de los campesinos asesinados en Paine, o de un hijo del carabinero, también asesinado, Bruno Burdiles?            
         No; se lo aseguro que no. Entonces el acto que pudo tener una razón legítima desde el punto de vista del dolor del joven Parada, Giorgio, con su presencia y declaraciones lo convirtió en espurio. Feo. La segunda arista y, quizá la más delicada, son los dichos de nuestro inexperto futuro “honorable”: “(…) por tratarse de delitos de lesa humanidad, no les corresponde (a los ex carabineros) ningún beneficio (…)”. Quien le pasó aquel libreto es ignorante, o bien, lo hizo con mala intención.
         La ley N° 20.357, “Tipifica Crímenes de Lesa Humanidad y Genocidio y Crímenes y Delitos de Guerra”, fue promulgada el 26 de Junio del año 2009, por doña Michelle Bachelet Jeria, en tanto Presidente de la República y sus respectivos ministros de RR.EE. y de Justicia.
         Habiendo leído esta ley y su documento inspirador, el Protocolo de Roma del 17 de Julio de 1998, es posible afirmar que en todo el recorrido de ambos cuerpos legales no se encuentra inhibitoria alguna en orden a que los condenados por delitos de lesa humanidad estén impedidos de acceder a los beneficios intra-penitenciarios, normados en el Decreto Supremo (J) N°518/2011, o a la libertad condicional, fijada por el decreto ley N° 321, o a Indultos Particulares o Generales, indicados en la ley N° 18.050, “Ley General de Indultos”.
         Sin embargo, lo que si dispone dicha ley, artículo N° 40°, es la imprescribilidad de los delitos de esta naturaleza. Entonces, si las personas están presas en Punta Peuco, con beneficios intra-penitenciarios o no, es porque sus delitos no fueron prescritos ni amnistiados por la justicia. Elemental ¿no?    El reclamo de Giorgio no se aviene ni con el espíritu ni la letra de la ley vigente sobre el particular.
         Subyace una gran cuestión de fondo. El artículo 2° de la ley señala que, para la concurrencia de delitos delesa humanidad, DEBE haber una política de Estado tendiente a la eliminación de personas de un determinado grupo, etnia, o similares. Los tribunales de justicia así lo han entendido en los fallos de estos últimos años (dejamos abierto el debate si aquello es justo o no). Los militares presos no han accedido ni a la prescripción ni, mucho menos, a la amnistía, esta última fijada por decreto supremo (J) de 1978, promulgado por el gobierno militar.  
Tomando la equivocada idea de Giorgio, lo señalado en la misma ley y el actual criterio de los jueces chilenos, es posible concluir que los presos militares, por orden de los gobernantes de la época, quienes, además eran sus superiores jerárquicos, desarrollaron una política de Estado tendiente a dar muerte a personas de un determinado sector político. En consecuencia, dichos presos tienen la categoría de presos políticos porque la motivación para cometer delitos fue, sin duda, política.
         Resulta inmoral no reconocer que a los cincuenta y cuatro presos de Punta Peuco judicialmente son considerados autores de delitos de lesa humanidad y, para los efecto políticos, delincuentes comunes sin derecho a beneficios.
         Luego, el Estado de Chile, a través de sus gobernantes de turno, aunque duela y resulte vergonzoso, debiere reconocer que, en la cárcel de Punta Peuco, hay cincuenta y tres presos políticos.
         Gracias Giorgio por abrirnos los ojos a esta dolorosa realidad.

Luis Montero V.

jueves, febrero 20, 2014

REFORMA: LA CÁRCEL DE LEOPOLDO LÓPEZ.


Conocí a Leopoldo López hace unos siete años gracias a la amistad de su madre con Beatriz Rangel, mi querida amiga venezolana. Desde entonces, me he reunido con el hoy encarcelado líder opositor de Venezuela en Caracas, en México y en Nueva York. Conversamos sobre muchos temas, incluyendo sus recursos ante la Comisión y la Corte Interamericanas de Derechos Humanos, pero sobre todo de la tragedia que agobia a su país desde la radicalización del chavismo a partir de 2004. Siempre pensé que la vida le auguraba un gran futuro político, pero no imaginé que ese brillante futuro llegaría tan pronto, ni que pasaría por un tiempo indefinido de cárcel -espero que muy breve-, donde se crean los héroes, como bien lo sabría Hugo Chávez, quien se transformó en una figura mítica y tragicómica gracias a su estancia en la cárcel en los años noventa.

López y su hoy en día correligionaria, María Corina Machado, han tenido razón, pienso, en su cada vez más público desacuerdo con el dos veces candidato a la Presidencia de Venezuela, Henrique Capriles. Como recordarán los lectores, Capriles casi derrota al actual Presidente, el insólito Nicolás Maduro, en una elección celebrada sin observadores internacionales, y donde el candidato oficial salía en televisión cuando quería, mientras que la oposición tenía los minutos contados. Capriles denunció el fraude el mismo día de los comicios con vigor y valentía, pero cuando poco después estimó, quizás acertadamente, que una multitudinaria manifestación de protesta convocada por la oposición podía desembocar en violencia o -peor aún- en una hecatombe, la canceló. Hasta hace unos días, el frente antichavista no volvió a levantar el vuelo.

López y Machado, cada quien a su manera, consideraron que, a pesar del innegable peligro de centrar la lucha en la calle, desistir de hacerlo equivalía a perpetuar al régimen chavista ahora reencarnado en la desconcertante figura de Maduro. Muchos pensamos lo mismo, desde la tranquilidad de nuestras terrazas y cafés de Polanco, Miami y Nueva York; Leopoldo, con un valor envidiable, asumió las consecuencias personales de su radicalismo. La realidad económica, social, criminal y juvenil de Venezuela se encargó de zanjar el debate entre las dos visiones. Al precipitarse una debacle financiera -con un tipo de cambio oficial ocho veces menor que el mercado negro- de abastecimiento -donde falta todo-, inflacionaria -la más alta de América Latina y una de las peores del mundo- y delincuencial -Caracas es una de las ciudades más violentas del mundo-, que afecta a toda la sociedad, la calle se volvió el epicentro de la confrontación. Y Maduro, seguramente aconsejado por el procónsul cubano, Ramiro Valdés, el legendario Fouché tropical cuya cercanía con los Castro se remonta a Tuxpan y el Granma, decidió que su única salida consistía en reprimir, recurriendo para ello a la bien conocida -en México, por lo menos- táctica de los "halcones" (de 1971, no de los narcos): policías y militares disfrazados de civiles que disparan contra la multitud. Eso sucedió en Caracas y otras ciudades antes de la detención de López y, como van las cosas, seguirá ocurriendo.

La izquierda mexicana y la comunidad latinoamericana comparten un mismo vicio: la simpatía por el chavismo y por el anacrónico principio de no-intervención. Ambas se equivocan. No habrá renovación profunda del sector moderado del PRD sin una reflexión que conduzca a una denuncia explícita y sin ambages de la represión en Venezuela y a una campaña a favor de la liberación de López. Y las convicciones democráticas de los gobiernos de América Latina, ya puestas en entredicho por la Cumbre de la Pleitesía realizada en La Habana hace unos días, se verán cada día más débiles ante el silencio, por unas razones u otras, pragmáticas o ideológicas, oportunistas o de principio, frente a los días de plomo en Caracas. ¿Qué harán los presidentes latinoamericanos si los militares chavistas y la llamada boliburguesía derrocan a Maduro? ¿Defenderán a los represores de ayer, o a los de mañana?

Jorge G. Castañeda.
Ex canciller mexicano.

miércoles, febrero 19, 2014

LA ZONA DE CONFLICTO EN LA ARAUCANÍA.


APROVECHANDO unos días de vacaciones en el sur, visité la zona de Ercilla, uno de los epicentros del “conflicto mapuche” en La Araucanía, para formarme una impresión personal y sentir la temperatura ambiente de la situación. El panorama es desolador y preocupante.
Según el discurso, las “forestales” son el origen del problema, visión que cuadra con la sensibilidad que determina hoy a la ciudadanía, pero los ataques los sufren sobre todo, y con especial impacto, parceleros y contratistas dueños de algunas máquinas y camiones, muy probablemente porque son el “eslabón” más débil y susceptible de intimidar. Para ellos el daño es devastador.
Los parceleros son asignatarios de la reforma agraria. Existen también otros propietarios, algunos de los cuales lindan en la pobreza, que tienen títulos de dominio que se remontan incluso a 100 años. Ninguna culpa tienen del conflicto mapuche. Pero todos son hostilizados mediante amenazas a su integridad personal, tomas de sus predios y quemas de plantaciones, viviendas y galpones. Muchos los han abandonado y ahora están ocupados por miembros de la etnia mapuche que hablan de manera desafiante de “recuperación de tierras”, en circunstancias que es propiedad privada que no ha sido adquirida por el Estado para entregárselas y nadie sabe si sucederá. Otros se han quedado y resistido, pero algunos ya no pueden más y saldrán próximamente, porque la Conadi ha prometido comprarles en breve sus tierras. Un “premio” a la constancia, aunque nada paga lo que han debido sufrir. Lo preocupante es que todo hace suponer que esa compra no será el fin del problema, ya que el éxito de la presión ejercida generará apetito por otras tierras, y más violencia e intimidación. Puesto que no existe claridad respecto de lo que se pretende en cada zona, las demandas se van agregando a medida que pasa el tiempo. Mirando el mapa, uno puede anticipar hacia dónde avanzará la ola reivindicadora y los nombres de quienes la sufrirán, que serán los que harán noticia en los próximos años.
Hay quienes dicen, sin negar los hechos reseñados (que son indesmentibles), que todo eso es una visión distorsionada, porque son fenómenos muy localizados y la abrumadora mayoría de las comunidades indígenas no están comprometidas con la violencia. Además, que la industria forestal ha cambiado su enfoque y ha comenzado a trabajar con las poblaciones con las que se vincula -no sólo indígenas- para evitar roces innecesarios, que muchas veces están en el origen de las confrontaciones, y efectuar un aporte social. Todo esto es cierto y muy positivo, pero no le resta gravedad a lo que sucede en dichos lugares, pues para los que sufren la inseguridad y el vejamen por algo que no son responsables, poco les importa el argumento estadístico.
Pero más que nada, porque lo que suceda en zonas como Ercilla constituirá un precedente y un mensaje para otros sectores de La Araucanía y comunidades indígenas. Si en aquellas prevalece el quebrantamiento del estado de derecho, lo que se transmitirá será que la violencia y el desacato a la ley son rentables. Entonces, los nuevos enfoques y políticas de buena vecindad no habrán sido suficientes y el conflicto se extenderá, quizás en forma incontrolable.
Axel Buchheister.

martes, febrero 18, 2014

VENEZUELA: HORAS DE LUCHA.


Maduro necesita abortar a la criatura que esta naciendo: la resistencia popular convocada ya no por la aspiración de ser una democracia y tener un gobierno civilizado, sino por un sentimiento de desesperación y un instinto de supervivencia que alcanza a sectores que antes veían a la oposición con desdén y distancia.
Mientras la causa emblemática de la oposición venezolana fue, en el imaginario colectivo, la democracia, las posibilidades de erosionar al régimen chavista resultaron muy limitadas. Hay que admitirlo:  es una causa que enfrentó en todos estos años el desdén de un amplio número de ciudadanos a quienes el estado de derecho no motiva mucho y el dinero del populismo, que tenía cooptadas a millones de personas. Ahora eso está cambiando, como lo muestran las manifestaciones de esta semana. A la causa democrática se han sumado otras, agrupadas en dos asuntos, el descalabro económico y la inseguridad, que permiten a la oposición agitar sentimientos más extendidos que la adhesión a los principios democráticos.
Para los extranjeros, es una novedad que la protesta haya vuelto a las calles, ampliada. Dentro de Venezuela, no lo es. Desde hace mucho rato hay hechos espontáneos en todas partes que apuntan a eso. Brotan como setas grupos que se organizan como mejor pueden para expresar alguna forma de rechazo al drama cotidiano: la carestía, la violencia, la inflación, la uniformidad informativa.Eso es lo que han entendido muy bien quienes, en los últimos días, han pedido a la oposición de la que forman parte complementar sus diversas actividades con una permanente convocatoria a las calles. Los más visibles, pero no los únicos, son, por supuesto, Leopoldo López (líder de Voluntad Popular), María Corina Machado (diputada) y Antonio Ledezma (alcalde de Caracas).
El origen directo de lo ocurrido esta semana, cuando las marchas por el Día de la Juventud acabaron con la vida de tres personas y arrojaron un saldo de decenas de heridos, se remontan a inicios de mes, cuando un grupo de manifestantes protestó frente a un hotel de Isla Margarita contra la presencia del equipo cubano de béisbol y abucheó a Nicolás Maduro en el estadio. Poco después, en Táchira, varias personas expresaron en las calles su repudio al gobernador José Vielma Mora, uno de los “duros” del régimen. Las autoridades acusaron a los manifestantes de irrumpir en la sede de la gobernación, lo que sirvió de motivo para la detención de muchos estudiantes cuyos compañeros aseguran que nunca ingresaron allí. Este hecho, junto a otros ocurridos en lugares como Mérida, donde hubo detenidos con diversos pretextos, detonó la protesta estudiantil que el miércoles pasado, respondiendo a la convocatoria de líderes conocidos pero sobre todo de sentimientos que se van extendiendo espontáneamente, llenó las calles de Venezuela de manifestantes.
Todo transcurrió pacíficamente por varias horas, incluyendo la entrega de un documento en la Fiscalía General para exigir la liberación de los estudiantes detenidos. Pero, cuando los jóvenes se retiraban luego de una jornada multitudinaria y exitosa, fueron atacados por distintos grupos. Unos pertenecían a las fuerzas de seguridad oficiales pero otros formaban parte de eso que el eufemismo gubernamental llama “colectivos” y que no son otra cosa que versiones tropicales de los Fasci Italiani di Combattimento de Mussolini. Son muchos y tiene identidades cambiantes, pero el último en cobrar notoriedad internacional es el de los “Tupamaros”. De forma más genérica, se conoce en Venezuela como “motorizados” a los chavistas que aterrorizan a la población desde sus motos. Los enfrentamientos causados por estos grupos y por provocadores infiltrados entre los estudiantes -algo que Maduro había tenido la cortesía de anunciar antes de las manifestaciones a modo de amenaza- dejaron el saldo luctuoso.
Lo ocurrido es instructivo. Aunque ese día tanto el gobierno como la oposición convocaron marchas, las oficiales fueron pequeñas y estuvieron focalizadas en un par de ciudades, mientras que las de la oposición extendieron sus alas a escala nacional. La propaganda oficial, encabezada por Maduro y su rival, Diosdado Cabello, presidente de la Asamblea Nacional, criminalizó la presencia callejera de la oposición y puso sobre las figuras antes mencionadas -López, Machado y Ledezma- todo su acento. Las llamó “terroristas”, “violentos”, “golpistas” y demás. El ministro del Interior, Justicia y Paz (sic), que declaró a López “autor intelectual de las muertes y de los heridos”,  fue premonitorio: “Todo el que tenga que ir preso, irá preso”. La orden de captura contra López se dictó 24 horas más tarde. ¿Por qué? Porque el gobierno entiende bien que el escenario actual es propicio para que el liderazgo de quienes piden acentuar la protesta callejera adquiera dimensiones peligrosas para la supervivencia de Maduro.
El nerviosismo del régimen quedó en evidencia también en lo ocurrido con los medios audiovisuales. La presión política logró que ningún medio audiovisual venezolano diera cuenta de las manifestaciones; las compañías de televisión por cable o satélite (Movistar y DirectTV) sacaron del aire la señal de NTN24, el canal colombiano que estaba transmitiendo lo que ocurría en las calles. Nada de eso impidió que, usando todas las formas de comunicación que la era digital permite, como ha sucedido en años recientes en Irán, Egipto y otras partes, los ciudadanos dieran a conocer al mundo los alcances de la represión y la forma en que los encapuchados del oficialismo cometían desmanes que luego el gobierno atribuyó a la oposición, siguiendo el clásico libreto autoritario.
Con respecto a esto también había habido noticia anticipatoria. A inicios de semana, el Directorio de Responsabilidad Social de Radio y Televisión había advertido que sancionaría a los medios que dieran cobertura a las protestas. Invocó para ello el artículo 27 de la Ley de Responsabilidad Social en Radio, Televisión y Medios Electrónicos que permite acusar a los periodistas de hacer apología de la violencia.
Está muy claro lo que se viene ahora. Hay unos 60 detenidos en Caracas, más de un centenar en Barquisimeto, y así sucesivamente. Maduro necesita abortar la criatura que está naciendo: la resistencia popular convocada ya no por la aspiración de ser una democracia y de tener un gobierno civilizado, sino por un sentimiento de desesperación y un instinto de supervivencia que alcanza a sectores que antes veían a la oposición con desdén y distancia.
Un papel central en todo esto lo juegan la violencia y la economía. De lo primero se habla desde hace mucho tiempo. Las estadísticas que hacen de Caracas una ciudad con cifras de homicidios propias de una guerra civil son conocidas. El Observatorio Venezolano de Violencia afirma que hay 79 muertos por cada 100 mil habitantes, cuatro veces más que cuando Hugo Chávez asumió el poder en 1999.  El propio Maduro tuvo hace pocas semanas que reconocer “la deuda con el pueblo venezolano en crear un esquema de seguridad pública”. Pero lo otro, la economía, es un asunto que sólo en tiempos recientes ha empezado a llamar la atención fuera de Venezuela, gracias a esas noticias que parecen salidas de una novela real-maravillosa y no de un país con las mayores reservas de petróleo del mundo, como la ausencia de papel higiénico. Es un factor que, en aleación con el de la inseguridad, encierra un potencial desestabilizador de gran magnitud para el régimen.
La economía lleva buen tiempo en graves problemas, pero las cosas dieron un salto cualitativo para peor en 2012, cuando la pérdida de reservas llevó al Banco Central a una escasez aguda de dólares: sólo quedaban divisas para cubrir tres semanas de importaciones. Se produjo entonces una devaluación y el gobierno restringió la entrega de divisas a los importadores privados. El dólar del mercado negro se disparó; la escasez de las cosas más básicas se volvió noticia -y, hay que decirlo con pena, hazmerreír- mundial. Las cosas siguieron color de hormiga desde entonces, al punto que la Cámara de la Industria de Alimentos denunció hace poco que por culpa del gobierno, que no le suelta 2.400 millones de dólares para importar, está en peligro la producción de comida. El caso de Polar, principal grupo empresarial del rubro de la alimentación, al que el organismo que asigna las divisas debe casi 500 millones, es el más conocido pero no el único. A los alimentos se suma, como explicaba hace unos días en un detallado análisis el economista Leonardo Vera, el de los equipos médicos y los medicamentos más básicos, también escasos por la falta de dólares oficiales para pagar a los proveedores. No hay industria que no esté afectada. Algunas, como la de la aviación, ya colapsaron del todo. Otras, como la automotriz, han tenido una caída a niveles cuartomundistas.
No hace falta ninguna imaginación o malicia para entender por qué todo esto está traduciéndose en un descontento popular bullente. Sólo en un año el gobierno ha tenido que hacer -medio a escondidas- cuatro devaluaciones.
Las perspectivas económicas para Venezuela a mediano plazo son, para colmo, muy negras por la situación del petróleo. Como se ha explicado en esta columna antes, el aumento de la producción de crudo por parte de Estados Unidos -ha subido un tercio desde 2010 aproximadamente- ha reducido las necesidades de importación de ese país, incluyendo la originada en Venezuela. La producción va a seguir aumentando, a lo que hay que añadir que si la extensión del famoso oldeoducto Keystone XL se termina aprobando y ejecutando, algo que es muy probable, las refinerías estadounidenses verán sus necesidades de crudo venezolano reducidos a una expresión mínima en comparación con la que llegaron a tener en otro momento.
Una economía que depende por completo de un petróleo cuyo mercado está encogiéndose augura graves problemas. Esto, Maduro y compañía lo saben bien. Su instinto de poder le dice que el empeoramiento inevitable de la situación económica abonará en favor de quienes, en la oposición venezolana, le ponen hoy a Henrique Capriles, el líder que la representó en los comicios presidenciales de octubre de 2012 y abril de 2013, una presión creciente para adoptar la táctica de la protesta callejera como parte de la estrategia democrática.
Esto mismo ha abierto, por cierto, un importante debate al interior de la oposición, parecido al que se ha dado bajo otros regímenes de fuerza. Capriles se resiste a salir a las calles, argumentando que ello conduce a la violencia y que ya el golpe fallido de 2002 demostró lo inútil de la táctica agresiva. Los críticos le responden que ninguna dictadura se cayó sin presión popular y que la violencia se origina en el gobierno, como parte de un chantaje que busca paralizar a quienes pretenden hacer uso del derecho a manifestarse.
No está claro cómo acabará ese debate ni es difícil prever que el gobierno de Maduro intentará sembrar toda la cizaña posible al interior de la Mesa de la Unidad Democrática. Pero con un calendario electoral que no prevé comicios legislativos hasta finales de 2015 y presidenciales hasta 2019, no sería de extrañar que sean las circunstancias las que decidan y no los líderes. Otra cosa es que, forzados por ellas, se afiancen los liderazgos existentes o sean reemplazados por otros más adecuados al escenario apocalíptico de la realidad.
Alvaro Vargas Llosa.