jueves, marzo 12, 2020

#Rechazo A SECAS.



Soy partidario del "Rechazo" a secas. Nada de "Rechazar para reformar" ni concesiones por el estilo. Que nadie se llame a engaño. 

El "Rechazo" a secas quiere decir que no ha habido "estallido social", sino simplemente aprovechamiento de la impunidad para delinquir. Porque no hay un gobierno capaz de mantener el orden público. Cuando se puede robar impunemente, la mayoría roba. Ese no es un fenómeno social, es un fenómeno delictual.

Piñera, además, ha dado la señal de que se puede agredir a carabineros, saquear, incendiar y devastar ciudades sin que a los vándalos les pase nada. Es cómplice de una dictadura judicial de izquierda que mantiene a 200 presos políticos militares y ahora libera inmediatamente a 43 "primera línea" agresores de carabineros, mientras mantiene en prisión ya por cinco meses a John Cobin, que fue agredido y no agresor, pues hirió en una pierna a un vándalo que lo apedreaba. Y el vándalo le manda decir que si le paga cincuenta millones de pesos le consigue la libertad bajo fianza. Agresores libres, agredido preso. Ésa es la justicia de hoy.

El "Rechazo" a secas quiere decir, además, que el modelo funcionó también para los pobres, porque les dio la plata, pero los partidos y la burocracia roja se la apropiaron. Dio plata para que el veinte por ciento más pobre pudiera tener ingresos de $2,5 millones mensuales por familia, además de los que ya tenía. Pero la burocracia roja se quedó con el grueso de la plata. Por ejemplo, les paga $4,5 millones mensuales a los "inspectores de DD. HH." preocupados de denunciar a carabineros y proteger a terroristas.

El modelo también ha dado la plata para que ninguna pensión fuera menor a $400 mil mensuales. El gasto público real se ha multiplicado por cinco en el último decenio. Si el Estado ahorrara sólo diez por ciento desde este año, quedarían financiadas pensiones mínimas de $400 mil mensuales para todos. Hagan el cálculo. 

No fue el modelo el que falló. Fue que la burocracia estatal  y los partidos se quedaron con la plata. Los funcionarios públicos, ha dicho el ministro de Hacienda, ganan más que sus equivalentes en el sector privado. Entonces, no es que los particulares hayan sido los que más se han enriquecido con el modelo, ha sido la burocracia estatal la que se quedado con la parte del león.

Y el modelo ha permitido más inclusión y por eso cifras de la OECD dicen que Chile es el país en que más fácilmente una persona del 20% más pobre puede acceder al 20% más rico. La libertad económica es la principal razón de la movilidad social. Yo he estado tomando té en la terraza del ex fundo de Sergio Errázuriz, en Maipú, que hoy es de Manuel Lorca, quien hace 40 años era hijo de un modesto inquilino del fundo "Los Pajaritos". ¿Cómo lo hizo? Trabajando bien la tierra en una sociedad libre.

El "Rechazo" a secas defiende la democracia. El "Apruebo" se basa en el temor y la fuerza. En la violencia impuesta en las calles, que ha llevado a rendirse a un gobierno timorato e incompetente que ha entregado la Constitución que le ha dado a Chile los mejores treinta años de su historia.

Los encuestadores pronostican que ganará el "Apruebo", pese a que casi todas las encuestas de las redes sociales dicen lo contrario. Pero si gana el "Apruebo" yo les garantizo una cosa: este país se irá al diablo, como se fue Rusia en 1917, cuando los bolcheviques impusieron su Asamblea Constituyente; como se fue Cuba cuando Castro impuso la suya y Venezuela cuando Chávez y Maduro hicieron lo mismo.

Las únicas certezas que puede haber si gana el "Apruebo" son que va a subir el dólar y va a bajar la bolsa. Es decir, que Chile será más pobre, habrá menos inversión y producción y todos estaremos peor.

Ya lo sabes: si quieres estar peor, vota "Apruebo".

Hermógenes Pérez de Arce.

miércoles, marzo 04, 2020

@joseantoniokast : CHILE NECESITA UN PRESIDENTE.



Chile se encuentra hoy en su hora más crítica en los últimos 50 años. Desde el gobierno inconstitucional de Salvador Allende que no habíamos tenido el clima de violencia permanente, de destrucción y de incertidumbre económica que vivimos. Frente a esto, el gobierno actual ha sido incapaz de recuperar el orden público, de reestablecer el estado de derecho y darle a las personas la libertad y seguridad que se merecen.
La razón fundamental que explica esto es que hoy no tenemos un Presidente. Sebastián Piñera es una figura fantasmal, ronda los pasillos de La Moneda y de cuando en cuando aparece con declaraciones desafortunadas y lamentos extemporáneos. Pero su liderazgo es inexistente y su capacidad de dirección ejecutiva ausente. Este Gobierno se ha llenado de anuncios y de reflexiones sobre las soluciones que Chile necesita, pero no ha sido capaz de cumplir con su misión fundamental: garantizar la paz y la tranquilidad a todos los chilenos.
El Sebastián Piñera que ganó legítimamente en las urnas el 2017 es un recuerdo lejano de lo que vemos hoy en día. El programa de gobierno se guardó en un cajón y hoy las leyes, propuestas y medidas las escribe la izquierda obstruccionista. Nuestro Primer Mandatario dejó de ser el líder que convocó a la centroderecha y que derrotó, con un programa claro y una impronta fuerte, a la izquierda que encabezaba Guillier. Si bien no compartimos todo su ideario ni motivaciones, Piñera logró cautivar a muchos que creímos que no solo sería una alternativa a la izquierda, sino que de verdad iba a transformar el país por el mandato que le daban la mayoría. Pero nada de eso fue posible y hoy estamos resignados a ver como destruyen el país y gobiernan los que perdieron esa elección.
Es evidente que Chile hoy no está en condiciones de llevar un plebiscito, porque la violencia sigue presente en las calles y el Gobierno es incapaz de detenerla. Es por ello que creemos que es indispensable tomar medidas drásticas para asegurar la realización del plebiscito y darle la tranquilidad y seguridad a millones de chilenos que puedan marcar «Rechazo» sin miedo y sin temor a las consecuencias. Asimismo, creemos que es fundamental adoptar medidas económicas de urgencia para enfrentar la crisis económica y social que vivimos, junto con medidas de corrección a nuestras instituciones para poder recuperar la confianza en los chilenos.
Pero para todo ello, necesitamos un Presidente que vuelva asumir el mandato constitucional que juró defender y que asuma las riendas de un país que va a la deriva. Más allá de las diferencias, nos resistimos a creer que la gestión del Presidente Piñera está perdida y desde esta humilde tribuna le hacemos un llamado urgente a que deje de gobernar con la izquierda, y empiece a confiar en aquellos que lo elegimos por el bien de Chile.
ellibero.cl