lunes, febrero 25, 2019

DE PONCIO PILATOS A PINOCHET.



Como católico que soy, rezo un rosario todas las noches. Lo comienzo con el Credo y repito esa parte donde dice que Jesucristo “padeció bajo el poder de Poncio Pilatos, fue crucificado, muerto y sepultado…” Y siempre hago reserva mental de que así se condena implícita pero injustamente a Poncio Pilatos, en circunstancias que quienes hicieron crucificar a Cristo fueron el Sanedrín de 71 miembros y la masa del pueblo reunido. Entonces, si bien es verdad literal lo que dice el Credo, porque Pilatos era el gobernador designado por Roma y tenía el poder, la realidad era que Roma respetaba a la institucionalidad judía y al Sanedrín, y fue éste el que condenó a Jesús, pese a que Pilatos trató de disuadirlo diciéndole: “No veo maldad en este hombre”. Y después Pilatos le dio la oportunidad a todo el pueblo reunido en la plaza para liberarlo (era costumbre en la fecha soltar a un condenado) pero el pueblo, “la calle”, eligió por aclamación salvar a otro, un bandido redomado, Barrabás, gritando, en cambio, respecto a Jesús: “¡Crucifíquenlo… crucifíquenlo!” Todavía entonces Pilatos discurrió un “mal menor” para salvarlo y ordenó propinarle azotes para después soltarlo, no obstante lo cual, tras ellos, la masa insistió en la crucifixión. En ese momento Pilatos “se lavó las manos” públicamente porque no quería tenerlas manchadas por la sangre de Cristo. Pero poco obtuvo, porque quedó per sécula seculorum y hasta en el Credo, como único nombrado responsable. A estas alturas no creo que ya esto pueda ser modificado con alguna frase aclaratoria, aunque sería justo añadirla.

Así se escribe la Historia. Hoy en Chile un best-seller de 200 páginas y que se vende a doce mil pesos dice que Pinochet quemaba y degollaba a opositores y mató al padre Jarlan. Yo, en un libro de 650 páginas y que cuesta $27.900, demuestro que nada de eso es verdad, pero se vende mucho menos. “Lo que queda” es lo primero. Por eso, me preguntaba cuándo iban a echarle la culpa a Pinochet de las cosas que imputan ahora al general Fuente-Alba, que alcanzan ya a otros de sus antecesores y, según “La Tercera”, hasta a la mismísima Javiera Blanco. Bueno, leyendo a Matamala, en el mismo diario, a propósito de Fuente-Alba, veo que logra meter a Pinochet en la trama recordando los llamados “pinocheques”.

Yo estoy de acuerdo en que, como comandante en jefe, Pinochet no debió haber permitido que su hijo mayor ganara una comisión de tres millones de dólares en la venta de la fábrica de armamentos “Valmoval” al Ejército, en los años 90. Pero una comisión investigadora de la Cámara examinó hasta el menor detalle de esa venta –leí todas sus actas en “La Nación”, que las publicó íntegras-- y concluyó que la transacción había sido conveniente para el Ejército. Con todo, el pago al hijo del Comandante en Jefe resultó impresentable.

Pese a ello, yo he probado, incluso ante una Juez del Crimen que me conminó a hacerlo, que Pinochet en casi 16 y medio años de su gobierno retiró sin justificar (según Impuestos Internos) 544 mil dólares de gastos reservados (“La Tercera”, 08.10.05), mucho menos que el general Fuentealba en su período de comandante en jefe; y muchísimo menos que los gobernantes de la Concertación, los cuales retiraban para sí casi idéntica suma (542 mil dólares) en sobres con billetes de gastos reservados, pero CADA DOS MESES. Don Patricio Aylwin reconoció, en entrevista a Raquel Correa de 24.12.06 en “El Mercurio”, que esto había comenzado en su gobierno. Es decir, matemáticamente, Pinochet fue 99 veces más honrado que sus sucesores de la Concertación en el uso de gastos reservados (en 16,5 años retiró lo mismo que ellos retiraban seis veces al año). Hasta que “los pillaron” y, como “entre bueyes no hay cornadas”, por “la política de los acuerdos” se les incorporó al sueldo lo que se estaban llevando clandestinamente para sus casas. Un lector de mis columnas de esos años me sugirió un nuevo refrán chileno: “Hecha la trampa, hecha la ley”.

Pero supongo que a estas alturas ellos son los únicos gobernantes honrados y, si ya es imposible restablecer “toda la verdad” histórica respecto a Poncio Pilatos, parecidamente ilusorio parece lograrlo respecto de Pinochet. En todo caso, que la “verdad histórica” quede para ambos y para perpetua memoria al menos en este blog.

Hermógenes Pérez de Arce.

jueves, febrero 21, 2019

#Venezuela: LA ONU Y @mbachelet TOMAN PALCO.



La Alta Comisionada de Derechos Humanos de la ONU está sumida en un silencio impropio de quien detenta un cargo mundial y, más aún, si éste dice relación con la cautela de las libertades individuales.

Michelle Bachelet (PS) está en la cresta de la ola, al ser acusada de parcialidad ideológica frente a la crisis política y humanitaria en Venezuela. A través de un vocero de su numeroso Consejo -con sede en Ginebra- hizo saber que poco o nada obtendría con visitar  Venezuela "si no se puede lograr algo". Hay que detenerse en esta expresión -original o atribuida a ella-, porque tiene algunas interpretaciones y en todas, lo dicho irroga una inconsecuencia.

Si el "no lograr algo" se asocia a su condición de protectora de los derechos humanos, significa un reconocimiento a que el dictador Nicolás Maduro no le mostrará lo que el mundo libre quiere conocer de primera mano. Si tal expresión se refiere a una percepción suya de que su visita no aportará a un avenimiento entre el Presidente legal y el usurpador, implica una intromisión política, a la que no la autoriza su cargo.

¿Cuándo cree ella que "podrá lograr algo"? En virtud de la arbitraria decisión del europeizante Grupo de Contacto, reunido en Montevideo, de darle un plazo a Maduro para que…dialogue -casi un chiste-, a Bachelet le cayó como 'anillo al dedo' este standby. Así, es posible que llegue a materializar su visita de inspección después que los presos políticos hayan abandonado las cárceles, que decenas de moribundos se hayan salvado por la llegada de medicamentos y que millones de hambrientos hayan saciado su hambruna. Se habrá evitado, de esa forma, un diagnóstico terrible para el socialismo, el suyo, y su informe no reflejará la realidad.

Bachelet, digámoslo, por sintonía ideológica con el chavismo no quiso actuar en su momento. En el primer semestre de 2018, el Secretario General de la ONU, el portugués Antonio Guterres, le solicitó expresamente que le presentara un informe de los dd.hh. en Venezuela, cuando aún Maduro no se apropiaba ilícitamente del poder. Ante dicha solicitud, ella respondió que "si no están las condiciones para investigar dentro del país, igual se puede hacer desde una nación fronteriza", en alusión expresa al torrente de emigrantes hacia los vecinos Colombia y Brasil. Pudo, incluso, haber actuado a distancia para esquivar  una comprometedora y engatusadora invitación del dictador: "la recibiremos con los brazos abiertos".

Siendo Presidenta, y en virtud del detallado conocimiento que tenía de la crisis política y humanitaria en Venezuela, pudo perfectamente, redactar su informe sin necesidad de viajar. Eran tan probatorios los antecedentes en su poder que se vio en la obligación de "llamar a informar" a su embajador en Caracas, Pedro Felipe Ramírez, quien no regresó a la sede diplomática.

Pese a su total conocimiento de las violaciones a los derechos humanos, como Presidenta se negó a recibir a las esposas de dos presos políticos y líderes de la oposición venezolana, en una actitud claramente parcial, típica de la "solidaridad internacional" del socialismo.

Acosada por la presión internacional de la disidencia venezolana, anuncio el envío de un equipo preliminar que le informara si se daban las condiciones para una posterior visita suya. En eso estaba  -en nada definitivo-, cuando fue sorprendida por el anuncio del Grupo de Cancilleres de Lima y de la OEA de no reconocer la segunda asunción al poder de Maduro. De ahí en adelante, la crisis dejó de ser bilateralmente interna y se externalizó, quedando bajo la influencia de las grandes potencias que se disputan su petróleo, y esto indujo a la ONU a declararse "neutral" y, por consecuencia, inmovilizó cualquier gestión de cualquier tipo que no fuese aprobada por su Consejo de Seguridad.

El Secretariado General, como es de conocimiento, carece de  independencia y autonomía, ya que depende de su Consejo de Seguridad, con miembros permanentes, como Estados Unidos, China y Rusia, que,  con su derecho a veto, son los dueños del mundo.

Tras el reventón venezolano por la ilegalidad de Maduro, dicho Consejo se dividió, al negarse a desconocerle su calidad de Presidente constitucional tres de sus miembros: China, Rusia y Francia.

Pese al apoyo contundente de gran parte de América y del Parlamento Europeo, el destino de la crisis venezolana quedó en manos de las grandes potencias, con lo cual, la ONU y, por tanto, su Alta Comisionada, ahora toman palco.  

Raúl Pizarro Rivera.

sábado, febrero 16, 2019

EL "IMPASSE" DEL TOQUE DE QUEDA.



Nuevamente, por culpa de los políticos y la política, denostamos y ninguneamos gratuitamente a través de los medios de comunicación, a una autoridad militar.

Estábamos tan bien en este último tiempo, descansando de verlo acompañado —a sus espaldas y forzosamente— por los Comandantes en Jefes Institucionales. Lamentablemente duró poco. Su manía por ser el único vocero de las Fuerzas Armadas y creer que, como Ministro de Defensa lo puede hacer mejor que ellos, relegándolos a un segundo plano como si solo fueran sus ayudantes, no podría haber sido algo más molesto para aquellos que alguna vez vestimos de uniforme y respetamos profundamente la figura de un Comandante en Jefe.
Este 12 de febrero, fue el colmo. Desautorizó, sin ningún amparo legal, a la autoridad militar, el Contraalmirante Carlos Huber quien, claramente por un tema de seguridad y mejor empleo de los medios bajo su mando, dispuso el toque de queda en las comunas alrededor de Concepción. Apropiado es recordar que dicha autoridad militar fue designada por el Presidente de la República, quien delega directamente sus facultades en quienes se hagan cargo de las zonas declaradas en Estado de Excepción.
Si el Presidente no estuvo de acuerdo, que es lo que me imagino ocurrió, por una falta de comunicación entre la autoridad militar y civil, él debió haber dispuesto la revocación de esa disposición o haberle ordenado directamente al Contraalmirante que la dejara sin efecto o, en el peor de los casos, pero sí dentro de sus atribuciones, haberlo relevado de su cargo. Alternativas que, en este caso, no son del Ministro de Defensa.
Nuevamente, por culpa de los políticos y la política, denostamos y ninguneamos gratuitamente a través de los medios de comunicación, a una autoridad militar. En la radio Bío Bío todos los chilenos (y el mundo entero) pueden escuchar el audio donde el Contraalmirante claramente señaló: […] producto de los fuegos que tuvimos anoche en forma simultánea, prácticamente en el mismo tiempo, cuatro focos de incendios importantes … he decidido que a contar de hoy día en la noche vamos a tener toque de queda, en las comunas alrededores de Concepción y Talcahuano que están en Estado de Excepción. […].
Ahora, poco importa cómo se solucione este impase, el daño, una vez más, ya está hecho. El hombre a sueldo, el soldado, es un pobre héroe, víctima y verdugo, cabeza de turco sacrificado, día por día, a su pueblo, que se burla de él; es un mártir feroz y humilde al mismo tiempo, que se arrojan mutuamente el Poder y la Nación, siempre en desacuerdo. (ex militar y escritor francés, Alfred Victor de Vigny, París, agosto de 1835).

Por Christian Slater, 
Coronel (R) de Ejército

miércoles, febrero 13, 2019

NICOLÁS MADURO ES EL SALVADOR ALLENDE VENEZOLANO.



Ante la autoproclamación del socialista, Juan Guaidó como presidente de la nación venezolana, el dictador Nicolás Maduro se comparó con Salvador Allende : “Chile… la hermosa Chile de la Unidad Popular, del gran Salvador Allende, presidente mártir de los pueblos de América”.
   A Nicolás Maduro le piden que renuncie igual que la oposición a Allende.
    Ahora bien, esa comparación irritó a la izquierda chilena como a la escritora Isabel Allende. Fue considerado como abuso y aprovechamiento. Naturalmente, a los diversos personajes de ese sector que han pasado por la política mintieron para variar. Carecen de honestidad intelectual. Por eso, no les gusta verdad. Y por esa misma razón, prefieren imponer una narrativa falsa o una “verdad oficial”, que lo que menos tiene es de una verdad.
   Cualquiera comparación del régimen chavista venezolano con el Gobierno Cívico Militar que gobernó el país entre 1973 y 1990, carece de todo fundamento, pues una de las razones de la intervención militar chileno, es que los chilenos estábamos igual que los venezolanos, tanto en términos económicos como político. La única diferencia es que Allende nunca pudo comprarse a los militares, a pesar de que el Mapu y el grupo terroristas Mir se infiltraron en las Fuerzas Armadas.          Cuando vinieron las esposas de los dirigentes socialistas venezolanos Leopoldo López y Antonio Ledezma a Chile, ni Ricardo Lagos, ni Sebastián Piñera se les ocurrió decir, que los chilenos ya vivieron en carne propia el comunismo allendista durante tres años lo que los venezolanos han llevado 20 años. Tampoco dijo nada al respecto el novelista y poeta culposo, Arturo Fontaine Talavera, que las recibió en el Museo de la Memoria dedicado a los terroristas. ¡Que hayan venido a pedirle ayuda a la izquierda chilena refleja que no tiene conocimiento de la historia reciente de América Latina!

Me acordé que en la Cuba comunista hay monumento al presidente marxista chileno. Si Allende era democrático, ¿qué hace un monumento allá en la isla cárcel? En el segundo gobierno de Michelle Bachelet, el ex ministro de Relaciones Exteriores, Heraldo Muñoz viajo a ese país para incrementar el intercambio comercial. De paso, le rindió honores a la estatua de Allende. Nunca han reclamado por cierto los dirigentes de la ex UP. Antes de la llegada de la Unidad Popular, toda la izquierda estaba entusiasmada con la dictadura cubana
    Aquí se muestra que los zurdos son los verdaderos negacionistas, pues los revolucionarios marxistas leninistas de la ex UP, ya se no acuerdan de la Declaración de Principios de Congreso de Chillán de 1968 y del Congreso de La Serena, en 1971, en que botaban por la basura la democracia y optaron por la violencia: “La violencia revolucionaria inevitable y legítima….Sólo destruyendo el aparato burocrático y militar del estado burgués, puede consolidarse la revolución socialista”.        Siempre sacan a relucir que en Europa hay diversos lugares llevan el nombre de Salvador Allende. El ex matón del Grupo de Amigos del Presidente (GAP), el diputado socialista Marcelo Schilling dijo: “En Francia hay ciudades que llevan calles y plazas con el nombre de Allende; no estoy seguro de cuántas llevarán el nombre de Maduro”. La prensa europea occidental antes de la intervención militar del 11 de septiembre de 1973, era bastante ácida con respecto al gobierno de la Unidad Popular como cuenta la periodista Nena Ossa en su libro Thank You Allende! La prensa europea que criticaba a Salvador Allende como lo hacen ahora con Nicolás Maduro cambio radicalmente el mismo 11. Y eso que todavía estaba fresco la Primavera de Praga de 1968, donde los tanques soviéticos entraron a Checoslovaquia. Todo cambio gracias a la mano negra de la KGB en los medios occidentales. No hay otra explicación más lógica. Ahora Francia le acogida de asilo al terrorista del FPMR que asesino al senador de la UDI, Jaime Guzmán. En realidad, el país galo no es buen ejemplo en muchas cosas.         Los Socialista históricos que se enojaron con las palabras de Maduro son unos verdaderos mitómanos. Éstos fueron José Antonio-Viera Gallo, Marcelo Schilling, Sergio Bitar, Ricardo Solari, Ricardo Núñez Muñoz, Jaime Gazmuri. Dijeron que Allende era democrático, respetuoso de la Ley y la Constitución. Y el abogado de derechos humanos del Partido Comunista, Eduardo Contreras, a quien Bachelet nombró embajador en Argentina durante su segundo gobierno.
   El ex ministro de la Unidad Popular, Sergio Bitar expresó: “No podemos callar y aceptar que Maduro pretenda guarecerse en la imagen del Presidente Allende, desprestigiándolo y distorsionando la realidad. Allende es un símbolo de integridad moral, de compromiso social y de vocación democrática incuestionable. La experiencia de Maduro, en cambio, ha traído persecución política, miseria, crisis humanitaria, hambre”. Se equivoca el ex ministro en cuanto Allende. Todo lo que le acusan a Maduro lo hizo, pues trajo miseria. Ya no se acuerda de las JAP, del desabastecimiento, producto de las propias políticas de la UP.
   ¡Qué manera de mentir! El socialista Schilling dice: “Allende se propuso construir una sociedad más justa, respetando la Constitución, las leyes y la democracia. Nunca reemplazó al Congreso por una Asamblea Constituyente ni desconoció las normas vigentes”. Falso. No respeto la Constitución, la democracia y las leyes. Allende quería reemplazar el Congreso por el poder popular tal como lo denuncia el Acuerdo de la Cámara de Diputados: “Que, para lograr este fin, el Gobierno no ha incurrido en violaciones aisladas de la Constitución y de la ley, sino que ha hecho de ellas un sistema permanente de conducta, llegando a los extremos de desconocer y atropellar sistemáticamente las atribuciones de los demás Poderes del Estado, violando habitualmente las garantías que la Constitución asegura a todos los habitantes de la República, y permitiendo y amparando la creación de poderes paralelos, ilegítimos, que constituyen un gravísimo peligro para la nación, con todo lo cual ha destruido elementos esenciales de la institucionalidad y del Estado de Derecho;”. Y Bachelet en su último gobierno, intento algo parecido con los cabildos. Sólo el político Cristián Monckeberg señalo que esas asambleas para la nueva constitución eran ilegales.
    El ex ministro del Trabajo, Ricardo Solari dijo: “tratan de comparar la pulsión heroica en el día final de Allende con la épica eventual de una confrontación promovida por fuerzas externas, si fuera el caso”. Según dos periodistas, Allende quiso rendirse y luego fue asesinado por los cubanos.
   El ex sub secretario de Justicia de Allende, José Antonio Viera-Gallo recuerda que los comunistas chilenos supongo compararon al general Wojciech Jaruzelski con el general Prats y al Movimiento Solidaridad con el paro de los camioneros contra Allende: “Algunos dirigentes del Partido Comunista ya lo hicieron una vez con el movimiento Solidarność en Polonia, donde comparaban a Wojciech Jaruzelski (el gobernante polaco a comienzos de los ochenta) con el general Carlos Prats, y al movimiento dirigido por Lech Wałęsa con el paro de los camioneros de 1972 en Chile contra Allende. Es decir, cosas completamente absurdas”.
     Luego agrega: “Comparar estas cosas tiene una utilidad política para justificar una posición. Pero hay una enorme diferencia: quien ha dado el golpe de Estado es Maduro. Allende nunca dio uno sino que respetó toda la institucionalidad. El movimiento chavista es populista, mientras que la Unidad Popular tenía un proyecto político. Es fuera de lugar comparar a Maduro con Allende”. Nunca respeto la institucionalidad.
    Según el profesor de Historia chileno, Jan Doxrud en un escrito titulado La Política Económica de Salvador Allende y la Unidad Popular, describe la “microeconomía del populismo”, la cual se refiere para “explicar las políticas económicas que han implementado regímenes populistas como el de Allende y otros más modernos como el de la Venezuela bolivariana”. Cuando Alex Kaiser y la guatemalteca Gloria Álvarez escribieron El engaño populista, debieron haber puesto en el centro a Salvador Allende rodeado de Hugo Chávez, Michelle Bachelet, Evo Morales, Cristina Kirchner, Pablo Iglesias, Fidel Castro y Rafael Correa. 
   Lo que les falla a los políticos mencionados, es que la ex presidente Michelle Bachelet apoya el régimen de Maduro como antes respaldo a Hugo Chávez. Durante su primer gobierno Bachelet fue partidaria de la Unión Sudamericana de Naciones (Unasur), un engendro del ex presidente Chávez. No dijo nada cuando el ex militar golpista clausuró un canal de televisión. No recibió a Lilian Tintori y Mitze Capriles.Según un reportaje , tanto ex canciller demócrata cristiano Alejandro Foxley en su primer gobierno como Heraldo Muñoz en su segundo gobierno le recomendaron tomar distancia del régimen chavista. 
    Ya en el 2003 Hugo Chávez se comparaba con Allende: "lo que le hicieron a (Salvador) Allende están tratando de hacernos a nosotros". 
   Cuando murió Chávez, La Fundación Allende saco el siguiente comunicado, en el 2014: “La Fundación Salvador Allende, Seccional Guayana, Estado Bolívar, hace llegar sus más sentidas condolencias a los padres, hermanos, hijos, nietos y demás familiares, por la pérdida irreparable de nuestro querido y apreciado presidente Hugo Chávez Frías, como también al pueblo revolucionario que sufre la terrible perdida, de quien aportó todo su esfuerzo físico y mental para transformar a Venezuela en un país de justicia, que pudiera llevar a su pueblo a la "máxima suma de felicidad" como dijera nuestro padre Libertador Simón Bolívar”. 
   En el 2015, la Radio Chile afirmó: “Hugo Chávez nos trajo a Salvador Allende al presente. Retomó en su tierra las banderas del Presidente Allende de la Unidad Popular y el pueblo chileno construyendo una nueva vía al socialismo del siglo XXI en la República Bolivariana de Venezuela”. Más claro que el agua. Sin embargo, los Socialistas históricos no dijeron nada sobre esa comparación. Se quedaron callados.
   Cuando Hugo Chávez comenzó con su gobierno, a un compañero de universidad que militaba el PPD, le dije que el ex militar golpista era el Salvador Allende venezolano y viceversa. Se enojó.
    En el 2015, cuando vinieron las esposas de los lideres venezolanos , escribí: “La oposición venezolana está más perdida que el teniente Bello. Lo ilustra las diversas declaraciones donde comparan al régimen de Maduro o Chávez con el gobierno de la Fuerzas Armadas y de Orden (1973-1990), y no contra la UP”. Lo correcto sería: “y no con la UP”. Se entiende. 
   En una entrada que escribí en septiembre del 2017 “La Venezuela marxista y la Unidad Popular” deje entrever que eran lo mismo. 
  Cuando la diputada de Renovación Nacional, Camila Flores dijo que la situación que vive Venezuela es idéntica a la Unidad Popular, yo concluí con estas palabras: 
  “Salvador Allende fue nuestro Hugo Chávez y Nicolás Maduro.     Hugo Chávez y Nicolás Maduro son el Salvador Allende venezolano”
JAVIER BAZÁN AGUIRRE.

domingo, febrero 10, 2019

ARAUCANÍA: UNA PUERTA ABIERTA A LA SUBVERSIÓN.



La extensión de los incendios forestales en La Araucanía contribuyó a que, ya a estas alturas, se triplicara el volumen de fuego registrado el verano de 2017 en la zona central. La seguidilla de siniestros ocurrió mucho antes de que una pasajera ola de inusual calor golpeara a esa zona, lo que descarta  que las inmensas bolas de fuego que arrasaron con miles de hectáreas de pinos y eucaliptos se debiesen al fenómeno del cambio climático.
Gran parte de la flota aérea para combatir incendios forestales debió trasladarse a Cautín. Cuatro focos independientes y simultáneos, todos coincidentemente próximos a pueblos -Carahue, Nueva Imperial, Galvarino y Cholchol- hicieron concluir a los peritos en la materia que fueron intencionales. El Presidente de la República interrumpió sus vacaciones para viajar al lugar y anunciar solemnemente que “perseguiremos sin descanso a los autores de estos incendios y pediremos para ellos las mayores penas”. La PDI creó una Fuerza de Tarea para indagarlos…
Las palabras del Presidente a nadie pueden resultarles extrañas, porque desde su primer Gobierno las viene repitiendo con el mismo énfasis, tras cada una de las acciones delictuales que afectan a la ruralidad de La Araucanía. Por un misterioso error de un funcionario policial, lo poco que se había avanzado en recuperar socio/económicamente a la zona, quedó en nada, y el publicitado plan de reactivación ahora no es más que un recuerdo. La Araucanía campesina sigue siendo dominio sin contrapeso del terrorismo de los comuneros extremistas.
El Ejecutivo intentó  ejercer su autoridad -que le demanda la Constitución-  con la presencia de comandos de la policía uniformada, pero el disparo que terminó con la vida del activista de Temucuicui, Camilo Catrillanca, lo obligó a hacer lo “políticamente correcto”: apremiado por la oposición, puso fin a la labor de seguimiento y captura de los comuneros subversivos. Tras aquel trágico episodio, el hiperministro encargado del fracasado plan, lo primero que hizo fue entrevistarse con el padre de la víctima, quien, horas después, viajó al Congreso…¡a exigir la destitución del titular del Interior!
Hoy, el escenario del terrorismo rural continúa intacto y no hay indicios de que la acción extremista vaya a ser extinguida o, al menos, reducida. La PDI, reforzada en el lugar exclusivamente para labores de inteligencia, denunció su nulo resultado “por la absoluta falta de colaboración” ante el pánico de los campesinos mapuches que viven aterrorizados por las amenazas de los extremistas; Carabineros, venido a menos e inhibido, sólo vigila y desaloja “con pinzas” para no originar denuncias por violaciones a los derechos humanos; la asamblea de loncos (los de izquierda) prometen que “nuestra lucha será hasta la muerte” en su objetivo de autonomía y soberanía; la Multigremial -compuesta por los empresarios víctimas de ataques- dejaron de creer en proyectos gubernamentales, y,  en tanto, la autoridad reitera que “dialogaremos cuando se termine la violencia”. O sea, nunca.
Frente a tan desolador escenario de subversión, al ex Intendente de Bachelet en La Araucanía, Andrés Jouannet, y al senador -¡por la Quinta Región!…- Francisco Chahuán (RN), se les ocurrió la ‘brillante’ idea de reformar la Constitución para convocar a un plebiscito vinculante a todos los habitantes de La Araucanía para que sean ellos quienes resuelvan el futuro de su tierra. La iniciativa, posiblemente generada por el sofocante calor de estos días o por la ociosidad del verano, es una apertura de puertas de par en par a las demandas políticas y separatistas de las comunidades rebeldes. Esta ‘creativa’ pareja propone que en dicho referendo se les consulte a los ciudadanos de la Región sobre la devolución de tierras, el reconocimiento constitucional del pueblo mapuche, la ley de cuotas para ellos en el Congreso y el plurinacionalismo. Todos, absolutamente todos, son objetivos prioritarios de las comunidades rebeldes, y las anteponen como condición para el inicio de un eventual diálogo.
La peor de las iniciativas de este poco feliz proyecto es plantear como votación el que Chile sea plurinacional. Ello parte de una ignorancia, pues de los 18 millones de habitantes, sólo un 9% es indígena, ello de acuerdo al último Censo Poblacional (2017).
Muy diferente es la calidad constitucional plurinacional de Bolivia,   pues es el país más indigenista de Latinoamérica, con un 70% de su población.
Siempre es peligroso jugar con fuego, pero en una materia tan sensible, populista e intencionalmente politizada, como es hoy la ruralidad en La Araucanía,  el riesgo es mucho mayor. Hay suficientes pruebas de que, al menos en nuestro país, cuando a las minorías se les abren las puertas, se toman la casa completa. Nadie duda de que hay que respetarlas, pero no aliviarles el camino para que se transformen en dominadoras de las mayorías.
Es preferible que todo continúe igual en La Araucanía antes de prestarle una pizca de atención a tan descabellada idea.
DespiertaChile.cl

martes, febrero 05, 2019

"ALTA COMISIONADA", DERECHOS HUMANOS Y VENEZUELA.



Si el lector se diera la molestia de entrar a página web de la Oficina del Alto Comisionado de DDHH de la ONU (OACDH), y fuera al ítem “¿Qué hacemos?”, encontraría la siguiente respuesta: “La OACDH dirige los esfuerzos globales en materia de derechos humanos y actúa objetivamente ante los casos de violaciones de derechos humanos en el mundo. (…) Procuramos garantizar la aplicación de las normas internacionales de derechos humanos a través de una mayor implicación en los países y de nuestras presencia en el terreno”.
Pasemos de los dichos a los hechos.
Resulta que Venezuela es una nación donde se están violando los DDHH de la población desde hace años. La sociedad está reducida a un estado de miseria y faltan los elementos más indispensables para la sobrevivencia. Los hospitales no tienen los elementos básicos para atender a los necesitados. La inflación llegó a más de 10.000.000%, cifra nunca vista en ninguna nación civilizada. La emigración alcanza a cerca de 3.000.000 de venezolanos, hay quien diga que es aún mayor. Las muertes por violencia fueron de 23.407 casos en el 2018, lo que implica una media de 81,4 por cada 100.000 habitantes, más del doble que Honduras (uno de los más altos índices de violencia), con el agravante de que muchas de esas víctimas han sido menores de edad asesinados por la represión gubernamental. La tortura física y psicológica es un instrumento habitual del dictador de Venezuela.
¿Qué ha hecho en estos últimos días este “Alto Comisionado” dirigido por la Sra. Bachelet frente a esta situación?
Dos cosas: Primero, el portavoz, Sr. Colville, declaró que Bachelet fue invitada hace varias semanas para visitar el país, pero que no están las condiciones para que se realice un viaje de ese tipo. Segundo, otra portavoz, Sra. Hurtado, hizo un llamado al Gobierno de Maduro para que garantice la labor de los periodistas, “sin restricciones ni acosos”.
¡Eso sería todo!
¿Ud. cree que la Alta Comisionada procedería de igual manera si el Gobierno en cuestión no fuera aliado de su admirada Cuba? ¿Y si el propio dictador Maduro no fuera su amigo? ¿O si el 50% de lo que ocurre hoy en Venezuela estuviera sucediendo en Corea del Sur o en Taiwan?
¡No!; el papel que está desarrollando la ex presidenta de Chile en su cargo de Alto Comisionado de los DDHH es una verdadera vergüenza internacional.
En el mismo momento en que todos los países de Europa, de las tres Américas, de Canadá y del resto de las naciones civilizadas, exigen la convocación a nuevas e inmediatas elecciones, la Sra. Bachelet se obstina en hacer creer que el verdadero presidente es Maduro y en desconocer la sistemática violación de todos los derechos de las personas en esa infeliz nación.
El problema pasa más allá de la propia Comisionada. La actitud de este organismo compromete la autenticidad de su misión y de lo que ella entiende por DDHH.
En efecto, si delante de las más clamorosas razones para condenar la violación de los DDHH, la Alta Comisión no lo hace, la pregunta que surge en todo el mundo es: ¿qué sentido tiene un organismo financiado por todos los países cuando éste se omite tan clamorosamente?
Y, sumado a la anterior pregunta, se levanta otra: ¿cuál es el concepto de derechos humanos que tiene un organismo que cuando se destruyen todas las instituciones de una nación, sólo emite una declaración llamando al respeto por el libre ejercicio del periodismo?
En realidad desde la proclamación de los derechos humanos por parte de las Naciones Unidas en 1948 hasta el presente, la preocupación de este organismo ha ido evolucionando al de garantizar el libre ejercicio del aborto, de los derechos de género, de la aprobación del matrimonio homosexual, y un largo etc. de todo tipo de medidas libertarias y anti naturales.
Es lo que ocurre fatalmente cuando se separan los derechos de la creatura de las leyes del Creador.
Todo lo anterior crea una situación grave para el futuro de la convivencia internacional. La pérdida de confianza y credibilidad en un organismo que hace las veces de una especie de controlador del respeto a los mandamientos que ella misma se fija, la trasforma en una entidad de mero aparato.
Y, cuando ya nadie más le crea a las Naciones Unidas, su razón de ser estará definitivamente terminada.
Credo, pasado, presente y futuro de Chile.
credochile.cl
UN High Commissioner for Human Rights Chilean Michelle Bachelet attends the opening of the 39th session of the Human Rights Council at the European headquarters of the United Nations in Geneva Switzerland Monday Sept 10 2018 Salvatore Di Nolfi Keystone via AP