martes, febrero 25, 2014

CASO LUCHSINGER, LEJOS DEL FINAL.

Resulta inverosímil que el incendio y muerte de dos ancianos, en un contexto de reivindicaciones extremistas y amenazas, no haya sido considerado un delito terrorista...

La trascendencia del veredicto dictado por el Tribunal Oral de Temuco declarando la culpabilidad del único formalizado por la muerte del matrimonio Luchsinger MacKay es evidente, en cuanto establece su responsabilidad en el más grave hecho de violencia ocurrido en los últimos años en el contexto del llamado conflicto mapuche. Que un crimen de estas características no quede en total impunidad es importante tanto por su propia gravedad como por lo que significa en cuanto reafirmación del Estado de Derecho en una zona en que ha sido peligrosamente amagado. Con todo, los resultados distan de ser satisfactorios. Desde luego, resulta frustrante que, a más de un año del atentado incendiario que costó la vida a los Luchsinger MacKay, y existiendo abundantes antecedentes sobre la participación de "un número indeterminado de personas" -según lo ratificaron los propios jueces-, solo una de ellas haya podido ser llevada ante la justicia. Las circunstancias en que se produjo la detención, encontrándose el inculpado en las inmediaciones del lugar de los hechos y habiendo sido herido por una de las víctimas que intentó defenderse durante la perpetración del ataque, hablan de una situación más bien fortuita, antes que del resultado de un trabajo investigativo profundo. Siendo relevante la abundante prueba reunida para confirmar la actuación del detenido -tarea particularmente difícil, por la nula colaboración de este-, la justa demanda formulada por el hijo del matrimonio asesinado -saber "quiénes financian, organizan, encubren y participan en estos delitos"- permanece sin ser satisfecha por el sistema penal.

Provocará controversia la decisión de la mayoría del tribunal -con un voto disidente- de desestimar la calificación de delito terrorista en este crimen. Para el ciudadano común, resulta inverosímil que el incendio y homicidio de dos ancianos, ocurrido en el contexto de las reivindicaciones de grupos extremos y en un clima de amenazas previas a esa familia, no haya perseguido sino el fin de amedrentar a la ciudadanía y alimentar el temor de ser más personas víctimas de los mismos delitos; aún más, y como lo reconocieron los propios jueces, ese fue el efecto concreto producido por esta acción. El voto de mayoría, sin embargo, estimó que ni la fiscalía ni los querellantes pudieron probar que los hechos se hubieron enmarcado dentro de un plan que tuviera tal finalidad; triste ironía, la muerte de las víctimas y la consiguiente inexistencia de testimonios directos pudieron contribuir a esa apreciación. Se confirman así las dificultades que hoy presenta la acreditación del delito terrorista, asunto que ha quedado en evidencia en otros casos en la misma Araucanía.

Resulta paradójico el pronunciamiento de los jueces respecto del otro hecho cuya autoría se imputaba al inculpado; esto es, la agresión e incendio de sus propiedades sufridos por la familia Seco Fourcade días antes del atentado contra los Luchsinger MacKay. Respecto de aquel, pese a su menor gravedad, la unanimidad del tribunal dio por establecido el delito de incendio de lugar habitado en carácter de terrorista. Esto, a partir de las declaraciones de las víctimas y testigos sobre la actuación y amenazas proferidas por los victimarios, las que permitieron concluir la existencia de un plan preciso y de una finalidad que iba más allá del daño directo a los bienes destruidos. En este caso, sin embargo, el tribunal no estimó las pruebas como suficientes para establecer autorías. Así, otro grave delito, cuyo carácter terrorista pudo establecerse de modo fehaciente, permanece impune.

Cuando se conozca en su integridad el fallo del tribunal -y en particular los fundamentos del voto disidente-, así como la condena que en definitiva se aplique, podrá evaluarse en profundidad el razonamiento jurídico desarrollado. Por ahora, el veredicto, si bien representa un avance en hacer justicia frente a un crimen gravísimo, deja abiertas muchas interrogantes.

El Mercurio.

1 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

seria justo entonces que Carabineros utilizara fuerza letal contra los delincuentes que aterrorizan la zona y que atacan a los propios uniformados y después alegar como justo y ajustado a derecho si hay delincuentes comuneros mapuche involucrados...

3:03 p. m.  

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