lunes, marzo 04, 2019

EL IMPENETRABLE NARCO ESTADO VENEZOLANO.



 De la Venezuela de hoy, se sabe lo que se ve y lo que cuentan sus emigrantes Sólo eso. Pero la podredumbre al interior de la administración chavista es la que tiene trancada cualquier salida a la crisis total del país, y se ignora por cuanto tiempo.

La descontrolada corrupción, los más increíbles negociados con la salud y los alimentos y  el fabuloso tráfico internacional  de drogas  -controlado por Diosdado Cabello (56), quien maneja a su amaño a Nicolás Maduro-, abren una interrogante que excede en mucho al ingenuo intento de hacer llegar  ayuda humanitaria 'por las buenas'.

El ruin estado del país no se arregla sólo con el alejamiento del poder del dictador. El usurpador carece  del respaldo de la ciudadanía, pero le sobra el apoyo del narcotráfico internacional y de sus redes internas y externas lo sostendrán. Nadie del régimen se arriesgará a una deserción sin que se le pase la cuenta por parte de alguno de los 'soldados' de Cabello..

Fue cándido Juan Guaidó, al imaginar que los militares se pasarían en masa hacia su lado, cuando la prioridad del generalato es cuidar las utilidades de la droga con las que se les compensa su lealtad. Venezuela hoy, no tiene nada, porque el Partido Socialista Unido (el chavismo) ha deslegitimado su propio Estado.  Es éste el que asesina a sus ciudadanos, porque controla la salud; se encarga de las compras de los alimentos; las empresas productoras  de bienes están bajo sus órdenes; las importaciones y el dólar también los regula; y utiliza el dinero fiscal para propaganda y para promoverse.

Adquiere medicamentos vencidos, porque hay alguien que se beneficia, y lo mismo ocurre cuando se compran  equipos médicos que no corresponden a la pobre tecnología existente. Una tajada se llevan, también, los funcionarios que adquieren  alimentos vencidos, todo esto, según constancia de Transparencia Internacional.

Sus denuncias, no obstante,  van más allá; al dar fe de que la Justicia no encarcela a los delincuentes comunes, estimula la posesión de armas en grupos paramilitares y en tribunales militares se juzga a civiles. Según Transparencia Internacional, Venezuela se sitúa en los niveles de  corrupción de Estados fallidos, como Somalia, Sudán del Sur y Haití.  

Para entender esta terrible realidad hay que retroceder al advenimiento del chavismo con Hugo Chávez. Fue con él con quien se iniciaron las malas prácticas, conjuntamente con el desmoronamiento de la institucionalidad. En su período, la cantidad de dinero que, en poco tiempo, entró a Venezuela fue abismante, y sin sistemas de control de verificación. Pero…, el 2011, el fenecido comandante anunció una emergencia eléctrica y el 2012, la quiebra del país.  Nicolás Maduro, el sucesor a dedo, se encargó de rematarla con   la  desaparición de  300.000 millones de dólares.

Desde que llegó el chavismo, en Venezuela, la corrupción es un gran negocio y el gran señor de ella es  Diosdado Cabello, muy bien secundado por su hermano José David, encargado territorial de la mafia.

Siendo subteniente de Ejército salió con  Chávez a la calle a derrocar al ex Presidente Andrés Pérez,  y cuando aquél, ya en la presidencia, fue sacado a la fuerza del Palacio Miraflores por 48 horas, Cabello terminó en prisión. En libertad, renunció al Ejército y llegó a ser vicepresidente. Fue el creador de la Asamblea Constituyente para sepultar a la Asamblea Nacional, de la cual hoy es su titular Juan Guaidó. Fue gobernador, diputado y ministro del Interior, de Justicia, de Energía y de Obras Públicas. Tiene un programa de TV, 'Con el Mazo Dando', en el cual tritura a los opositores.

La crisis/crisis, la institucional, la conocida hoy, se inició en los primeros días de diciembre de 2015, cuando el oficialismo perdió las elecciones legislativas y la mayoría absoluta en la Asamblea Nacional. Durante esa jornada de votaciones, por cadena de TV, Cabello le prometió las penas del infierno a sus compatriotas si sufragaban por los candidatos opositores y, para amedrentarlos,  amenazó con sacar a la calles a "nuestras fuerzas populares armadas"…Lo que siguió, y sigue, es ampliamente conocido.

Cabello tiene el control personal de la empresa motos BERA; de  los  zapatos y línea deportiva RS21; de la cadena FarmAhorro y de las industrias pesqueras EVEBA (en Cumaná) y Atún Margarita, ello, además de poseer 43 propiedades inmobiliarias, y una cuenta -denunciada por un banco alemán- de 21,5 millones de dólares.  En el 2008 fue denunciado a la Fiscalía Nacional  por uso indebido de US$230 millones para financiar a todos los partidos adscritos al chavismo. En Miami tiene un juicio pendiente por recibir un soborno de US$ 50 millones de la empresa energética Derrick.

Desde 2009 acumula otras  17 denuncias por su condición de jefe de una organización internacional de tráfico de drogas;   por nepotismo, al favorecer a familiares y parientes​ y por liderar colectivos armados, pagados con fondos de Petróleos de Venezuela. ​
El 11 de noviembre de 2015, dos sobrinos suyos fueron arrestados en Haití por intentar introducir desde allá a Estados Unidos 800 kilos de cocaína. Ante la justicia, ellos declararon actuar bajo órdenes de Cabello.
Desde enero de 2015, el ex jefe de seguridad de Hugo Chávez, Leamsy Salazar, se halla en Estados Unidos bajo la protección de la DEA, luego de confesar que Cabello es el jefe del cartel internacional de drogas, Los Soles. Los cargamentos de cocaína  enviados desde Colombia por las FARC, él los entraba a Estados Unidos, con escala en Cuba. A partir de este año, el Departamento del Tesoro congeló todos sus activos en dicho país.

 Por su decisión de reincorporarse al Ejército -del cual se retiró para trabajar como mano derecha de Chávez-, Diosdado Cabello es, en rigor, el jefe directo del Alto Mando y del nutrido generalato -2 mil oficiales-, los que son beneficiados con recompensas económicas millonarias provenientes del narcotráfico.

Con tales niveles de podredumbre, es difícil, -casi imposible, que se concrete el inocente sueño de Guaidó en cuanto a que los militares se pongan de su lado. La trenza de corrupción cruza a todos quienes ejercen algún tipo de poder en Venezuela, incluyendo, desde luego, a los uniformados.

Como era lógico suponer, hasta Estados Unidos descartó cualquier posibilidad de intervención militar, de tal modo que el escenario actual se prevé de estancamiento, quizás por cuanto tiempo, y ello redundará en una emigración más gigantesca que la conocida, al punto que en 12 meses se calcula que otros cinco millones huyan de aquel 'paraíso' con destinos ya sabidos, entre ellos, Chile.

Raúl Pizarro Rivera.
voxpress.cl

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