LA DESCARADA "COMISIÓN CATRILLANCA".
Objetividad, ecuanimidad y razón no son imaginables entre los mayoritarios miembros izquierdistas de la Comisión Investigadora de la Cámara de Diputados por el "ajusticiamiento" del líder extremista de la comunidad separatista Temucuicui de la comuna de Malleco.
Casi mareada de entusiasmo por considerar que tiene a su alcance a carnudas presas del Gobierno, la "Comisión Catrillanca" desvirtuó por completo el sentido de esta instancia parlamentaria, para transformarla en un juicio de revanchismo y odio político. Escudándose en el rótulo de "investigadores", los diputados de izquierda sólo quieren la cabeza del ministro del Interior y, si ello fuera posible, la del Presidente de la República "por su responsabilidad política y social"…
El país tomó razón, hace tiempo, de que se trató de un hecho policial, agravado por un error policial. Jamás hubo una instrucción y orden gubernamental en tal sentido, y así lo entiende el tribunal que lleva la causa.
Los integrantes de la comisión son Emilia Nuyado, Aracely Lequén, Natalia Castillo, Carmen Hertz, Marcos Cerda, Miguel Mellado, Fernando Meza, Manuel Monsalve, Álvaro Carter, Jorge Rathgeb, Jorge Alessandri y Jorge Sabag. Si bien no la preside, quien lleva la voz cantante es Hertz, jefa de la bancada PC y una gran cazadora de violadores a los derechos humanos.
Convertida arbitrariamente en tribunal de justicia más que investigadora, la Comisión tiene una larga lista de "interrogados", los que exceden el marco del caso específico para el que fue convocada. Entre muchos otros, serán sometidos a preguntas el ex ministro Jorge Burgos y el ex subsecretario Mahmud Aleuy, y figuran en su agenda todos los generales (r) y ex oficiales y suboficiales que tuvieron algún vínculo con lo sucedido.
En una determinación que transgrede la independencia y separación de Poderes del Estado, la Comisión inició gestiones con Gendarmería para visitar e interrogar a los ex carabineros presos por la muerte de Camilo Catrillanca.
La Comisión tuvo como su primer invitado "de honor" al padre del extinto, Marcelo, convertido en símbolo por la izquierda para llegar a la responsabilidad política de Andrés Chadwick e incluso del Presidente, quienes a juicio del comun(ero)ista "deben renunciar". Bien aleccionado por el PC, él no se refirió a carabineros o policías, sino a "agentes del Estado".
Marcelo Catrillanca tuvo la audacia -también aleccionado- de decirle a la Comisión que semanas antes de la muerte de su hijo, el ministro Chadwick viajó a la zona "expresamente para aleonar a los carabineros en cuanto a represión".
Cuando se conformó, la Comunidad Temucuicui notificó un dominio de 230 hectáreas, y ahora es poseedora de 1.900 por cesiones de la CONADI, por "recuperaciones" -apropiaciones indebidas- e incluso por adquisiciones a través de créditos de INDAP, organismo dependiente del mismo Estado al que combate y del cual quiere separarse.
Días atrás, en una segunda asamblea de dirigentes mapuches comunistas en Temucuicui, se reafirmó "la lucha contra el Estado para lograr la plena autonomía y soberanía del pueblo mapuche".
Los diputados de izquierda se alteraron cuando colegas oficialistas le preguntaron a Marcelo Catrillanca por la gigantesca extensión de la comunidad y le consultaron sobre su financiamiento para vivir el día a día. Peor aún, ninguno de los parlamentarios extremistas fue instado a explicar por qué en la mismísima sede Legislativa ellos reciben con honores y protegen a un individuo que no se siente chileno y aspira a la partición del país. Ésa es la muestra de la solidaridad socialista, que siempre está por sobre los intereses nacionales.
Absolutamente clara respecto a un hecho policial, la Justicia tiene en prisión a varios carabineros, han debido declarar otros tantos y la fiscalía continúa recogiendo testimonios, como el de un testigo presencial que confesó haber visto a Catrillanca participando en el asalto y robo de sus autos a cuatro profesoras. Su descripción del sospechoso coincide con lo declarado por una de las víctimas, a quien el tribunal le ha debido proporcionar protección ante las amenazas de muerte que ha recibido.
No hay que perder de vista, aunque la izquierda ya lo hizo, la raíz de los hechos que derivaron en la muerte del combativo ex caudillo de los estudiantes de Pailahueque. La causa de todo fue la acción criminal de encapuchados contra las maestras rurales, utilizando armas y hachas.
La opinión pública se extraña de que acerca de ese asalto a inocentes mujeres, nadie habla y, menos, en esta Comisión Investigadora. La diputada Hertz llevó la voz cantante para enviar un oficio al Presidente de la República para que aclare "cómo, cuando y dónde" se informó de la muerte de Catrillanca, consciente todo el país que el Mandatario se hallaba fuera del país, muy lejos.
Todos los testimonios e imágenes filtradas, en conocimiento o desconocimiento de la fiscalía de Collipulli, reflejan categóricamente que la única orden recibida por el comando del GOPE fue "interceptar el tractor azul" en el que huía -¿de qué?- Catrillanca, internándose en los bosques de su comunidad. Familiares suyos afirmaron en el acto que "le estaba enseñando a manejar el vehículo" al quinceañero que lo acompañaba, en tanto la radio online mapuche informó que "venía de una recuperación" (corrida de cercas de propiedades de otros). Ni lo declarado por el testigo al tribunal ni esta contradicción, de la cual existen grabaciones, son materia de interés para la Comisión 'Investigadora', porque no tiene la menor intención de aclarar los hechos, sino tan sólo provocarle un daño al Gobierno y presentarlo como culpable.
Está más que comprobado que la decisión de dispararle a Catrillanca fue de un sargento, hoy en prisión, lo que fue corroborado por él ante la Justicia, agregando la solicitud de perdón a la familia. Él y nadie más es responsable.
Voxpress.cl
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