sábado, noviembre 24, 2018

EL "MÁRTIR" QUE RESUCITÓ A LA IZQUIERDA.



Aturdida, desconcertada y silenciosa quedó la izquierda chilena, tras una pérdida de dominio y poder tan gigantesca, como fue la expulsión del socialismo desde Brasil, tierra donde se forjó el Foro de Sao Paulo, la hoja de ruta del extremismo para apropiarse de todos los Gobiernos sudamericanos.
Herida en su línea de flotación, el PC ordenó poner en acción una serie de acciones para dejarle en evidencia al resto de la población que su ideología sigue vivo, vigente y activa.  La primera fue sacar a la calle a la CUT sin pretexto real alguno. Su llamado a paro nacional fue un fiasco, pasando ignorado.
Sin agenda ni motivos vigentes, la extrema izquierda montó otra segunda movilización, cuyo conflicto está en vías de solución: la contaminación en Quintero. Fruto de nuestro subdesarrollo y consecuencia de una pobre tecnología, nadie en Chile fue capaz de determinar la causa de los gases tóxicos, y muestras de ‘aire sucio’ van viaje a Noruega, done científicos de allá aclararán el motivo.
Los mismos activistas capitalinos que, durmiendo en carpas en la plaza del balneario, se dedicaron a alterar el orden allí, se coludieron para hacer una marcha sin permiso desde Plaza Baquedano, el miércoles 14.
Estando allí listos para enfrentarse a Carabineros que les impediría el paso por no tener permiso y generar un caos vehicular en hora punta, se informaron de la muerte del comunero comunista Camilo Catrillanca (24). El motivo para, ahora, arrasar con todo les cayó del cielo.
 Desapareció Quinteros y aparecieron las violaciones a los derechos humanos  de los mapuches como argumento para generar un festival de bombas Molotov, piedrazos, pintarrajeo de edificios, barricadas y quemas de las bicicletas municipales de alquiler, la quema de tres autos y el incendio de tres autos, un bus, una carnicería y un servicentro.
Mientras ello ocurría en el entorno de Plaza Baquedano, los subversivos izquierdistas de la CAM se encargaban de otras ‘nobles misiones’ en Malleco y Cautín con la total destrucción de una escuela pública para niños mapuches  -cuyas pertenencias estaban en su interior-, un centro comunitario, un templo católico, un condominio de veraneo y dos autos, uno de ellos del departamento de Prensa de TVN..
Así se manifiesta la izquierda, con una violencia inusitada destinada a provocar pavor. Es inexplicable, pero fácilmente entendible, que su forma de repudiar una muerte violenta sea repudiada con más violencia aún. Es la única metodología que históricamente han conocido y aplicado: la del garrote.
Toda esta rutina de destrucción, coordinada por bien entrenados subversivos con capuchas y expertos en manejo de  armamento de guerra -obtenido de las FARC, vía Argentina-  fue consecuencia de la muerte,  aún en investigación, de un comumero de Temucuicui. Ya casi como un hábito, los líderes de la izquierda la atribuyeron a Carabineros, que ingresaron a esa reserva “autónoma e independiente”,  persiguiendo a violentos terroristas que minutos autos robaron a punta de garabatos sus autos a tres modestas profesoras rurales.
Temucuicui prohíbe el acceso a “extraños”, porque se autoatribuyó una autonomía que le impide regirse por las leyes y la Constitución de Chile. Separatistas, están en guerra contra el Estado, en conjunto con la Coordinadora Arauco/Malleco (CAM), en una “guerra declarada” por la recuperación de sus tierras australes. Cuando los funcionarios del último CENSO de población intentaron ingresar al recinto, fueron expulsados a palos.
En medio de la balacera entre carabineros y los encapuchados ladrones de autos que se refugiaron  en Temucuicui cayó muerto Camilo Catrillanca, el ‘mártir’ que le cayó del cielo a la izquierda. Según vecinos de la comunidad, “le estaba enseñando a manejar un tractor a un amigo de 15 años”,  pero de acuerdo a la radio del movimiento subversivo, la víctima volvía   de una “recuperación”. Así llaman estos guerrilleros  a la apropiación indebida de terrenos de terceros, en este caso de la familia Urban, el cual hace poco le había sido devuelto por la Justicia, tras una anterior ‘toma’.
El adulto ‘mártir’, además,  tenía antecedentes policiales por reaceptación de vehículos robados. A dicho delito hay que agregar  el hacer conducir un tractor a un menor de 15 años.
Camilo Catrillanca no es el modelo de héroe que la izquierda requería para sacarle todo el jugo al oportunismo político. Líderes de la izquierda vieron el espacio para ocupar una tribuna, hasta ayer triste y silenciada por tanta derrota política en el mundo, para sentirse dueños de Chile y dar clases de cómo debía procederse “en democracia”.
El senador (PPD) Jaime Quintana llegó a pedir que el Presidente se devolviera de su gira y anulara su participación en la Cumbre de la APEC; es el mismo personajillo de la retroexcavadora y que ni siquiera pisó una comisaría tras un atropello con muerte.
Un dirigente del magisterio exigió la desintegración inmediata del Comando Jungla de Carabineros para, así, dejarles campo libre a los subversivos, pero omitió un respaldo a sus colegas mujeres víctimas del violento asalto y robo de sus autos.  Otro, totalmente desinformado, pidió que “en el acto” se fuera el Intendente de La Araucanía, en tanto en menos de una hora, en la Cámara de Diputados, se juntaron las firmas para interpelar al Ministro del Interior, a quien, en primera instancia, la izquierda…¡le pidió la renuncia!, en tanto, el Instituto de Derechos Humanos -era que no-
 anunció una querella contra Carabineros…
Casi en forma inmediata, la Cámara de Diputados -presidida por una socialista- solicitó un minuto de silencio por el ‘mártir’, en cambio no dedicó un segundo de su tiempo a la aseadora asesinada a palos por tres ecuatorianos para robarle su celular, ni para homenajear a esas dos parejas de abuelitos  en  precaria situación que se quitaron la vida antes de ser separados para llevarlos a una residencia, ni para la abuela asesinada con la ayuda de su nieta.
A la izquierda no le importa el drama de los ciudadanos comunes. Le interesa sólo el cálculo político, y desde esta perspectiva no vacila en instrumentalizar una muerte de un subversivo declarado enemigo del Estado chileno, renegado de su condición de chileno y que de trigo limpio tiene poco y nada.
DespiertaChile.

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