¡CUIDEN AL EJÉRCITO DE CHILE!
Quiero iniciar mi artículo de este mes, recordándoles afirmaciones textuales que hemos conocido en estos días:
Ministro del Interior Andrés Chadwick: “No se pueden hacer actividades respecto de personas con condena judicial”.
Ministro de Defensa, Alberto Espina: “No es correcto que en un Recinto de las Fuerzas Armadas, se destaque a un oficial condenado por delitos gravísimos” (La Tercera, 17.octubre.2018, página 13).
Abogado Raúl Meza: “No hay que hablar con eufemismos. Aquí le tengo malas noticias al Ministro de Defensa: Las palabras del Coronel Krassnoff (Bassa), representan el sentir mayoritario de los funcionarios activos y en retiro del Ejército de Chile”.
Amigo lector, Ud., me conoce. Hace 18 años que leen mis artículos en nuestro diario digital “Despierta Chile” que se caracteriza por su objetividad, apego absoluto a la verdad y jamás desmentido. Asimismo, saben de mi pasado militar, el nexo permanente que tengo con mis camaradas de armas, el contacto habitual con todos los uniformados privados de libertad y, puedo afirmar con absoluta certeza y conocimiento que, lo dicho por el abogado Raúl Meza, es de una realidad indesmentible.
Ha quedado claro que el acto en el Estadio de la Escuela Militar no fue un homenaje, que la participación del hijo del Brigadier Miguel Krassnoff fue en su representación por haber sido Subdirector de la Escuela Militar y, en esa calidad, junto a otros Directores y subdirectores se les invita anualmente a este acto deportivo de camaradería.
Los despidos tienen por norma legal un aviso previo de 30 días. Es insólito que el Ministro de Defensa le dé 24 horas al Comandante en Jefe del Ejército para que dos distinguidos Oficiales Superiores de excelencia, fueran marginados de la Institución por “haber vertido conceptos que no corresponden ni representan al Ejército” en el caso de Krassnoff Bassa y el Coronel Villarroel “por descuido de su responsabilidad de mando al no discernir y prever el riesgo y repercusiones que podrían resultar como efecto de esta actividad”.
Nadie ha hecho comentario alguno que, en el video que provocó toda esta desacertada interpretación, hubo un aplauso cerrado de toda la concurrencia en aprobación a las palabras dichas por Krassnoff Bassa. A ellos, no se les pidió que entregaran inmediatamente sus cargos, seguramente porque eran muchos, pero son un barómetro de lo que ocurre en la Institución, de un sentir generalizado.
¿Saben las autoridades cuantos cientos de oficiales y suboficiales en servicio activo y en retiro, son familiares, parientes directos e indirectos y amigos de los uniformados actualmente recluídos?
¿Qué piensan ellos? ¿No deben tener opinión sobre lo que ocurre con sus familiares?
¡No nos engañemos! Estos supuestos “homenajes”, están sucediendo a diario en pasillos, casinos, oficinas, en los diferentes cuarteles, comisarías, regimientos y buques de las instituciones castrenses y la responsabilidad de esta ola que día a día se agiganta y que en un futuro cercano levantará a un Bolsonaro en nuestro país, esa responsabilidad, es de manera única y excluyente de los políticos que mantienen heridas abiertas después de 45 años del 11 de septiembre de 1973 y que no hacen lo necesario para el reencuentro definitivo de la civilidad con sus Fuerzas Armadas y Carabineros de Chile, permitiendo que escriban la Historia Jueces y Ministros imberbes que no vivieron lo que pasó en el país por que no habían nacido o eran adolescentes. El conocido “Informe Rettig” está caratulado como “Informe de Verdad y Reconciliación”.
¿Y la reconciliación, cuándo?
Hace unos días la PDI rindió un postrer homenaje al Comisario Jorge Barraza (Q.E.P.D.), Oficinal de Investigaciones que prestigió a esa Institución y felizmente a nadie se le pidió la renuncia.
Es probable que no sepan que Barraza trabajó 8 años en la CNI bajo el mando del Comandante Álvaro Corbalán y, por esa razón, al llegar la democracia lo dio de baja, pero ocurrió que la PDI estuvo muy presionada por el Gobierno de Aylwin al exigírseles aclarar el asesinato del Prefecto Sarmiento en Concepción, el secuestro de Cristian Edwards y le solicitaron apoyo a Corbalán que, ya se encontraba en prisión, para por su experiencia en el combate al terrorismo, pudiera ayudarlos. Corbalán aceptó, con una condición: que Barraza debía ser restituido a la Institución y que todo aporte sólo lo entregaría a través de Barraza. Dicha condición fue aceptada y Barraza regresó a la PDI y a poco andar demostró sus condiciones profesionales, su experiencia en los Servicios de Seguridad, resolviendo todos los casos mencionados e incluso el asesinato al Senador Jaime Guzmán. ¡Honor y Gloria al Comisario Jorge Barraza (Q.E.P.D.)!
Volviendo al tema principal, quiero decirles que me habría llenado de orgullo leer un comunicado del Ejército del siguiente tenor: “En un evento deportivo acaecido en el estadio de la Escuela Militar, se han emitido opiniones controvertidas que serán analizadas internamente por la Institución, en el estamento en que se expresaron”.
El Ejército debe ser y será siempre respetuoso de las resoluciones de la justicia, pero la situación judicial que afecta a los confinados de Punta Peuco, Colina1 y otros recintos carcelarios, es una persecución política disfrazada de jurídica y se debiera exigir que sean juzgadas por el vigente Sistema Procesal Penal para dejar al descubierto las irregularidades existentes. Si no tienen a los supuestos secuestrados debajo de sus camas, en complicidad con gendarmería, es el Ejército o son las FF.AA. y Carabineros que los mantienen ocultos en sus cuarteles. ¡Es un chiste!
Es demencial mantener en prisión a personas que rayan en los 80 años de edad promedio, con enfermedades muy severas por lo que solo en este último semestre han fallecido seis de ellos y, lo más trascendente, son soldados que no planificaron el Pronunciamiento Militar del 11 de septiembre, sólo se limitaron a cumplir órdenes superiores combatiendo el terrorismo para seguridad y resguardo de la Paz ciudadana.
Un comentario para las señoras de las Agrupaciones de DD.HH., que hacen zánganas con la palabra “genocidas”; les Recuerdo que genocidas son los que provocan exterminios masivos por consideraciones ideológicas o raciales, pero esa definición no se le puede atribuir a quienes combatieron el terrorismo. No son genocidas los que tienen por obligación profesional neutralizar la subversión en defensa de la Patria.
Por último, un modesto comentario para las autoridades políticas del país: “Se puede gobernar con los militares. Se puede gobernar sin los militares. Pero no se puede gobernar contra los militares”.
Sr. Presidente de la República, Señores Ministros, autoridades, “CUIDEN” al Ejército…, están aconteciendo hechos graves.
Eric Villena D.
0 comentarios:
Publicar un comentario
Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]
<< Inicio