UNA MUERTE Y DOS VÍCTIMAS.
Don Domingo Flores Torres, un parcelero de la República Independiente Bolivariana y Revolucionaria de La Araucanía, de 73 años, está formalizado por su presunta participación en la muerte del carabinero Alex Gutiérrez, y las heridas a otros dos funcionarios. Según el subsecretario del interior, Mahmud Aleuy, el hombre habría confundido a los efectivos policiales con encapuchados, disparando su escopeta contra ellos.
Si todo esto es tal como se describe en la prensa, tenemos un crimen con dos víctimas (Flores y Gutiérrez) y un victimario (el Estado de Chile).
La zona de guerra en que se ha convertido parte del sur de Chile ha conducido a que, por miedo a perder sus propiedades y la vida, y la indefensión en que se encuentran, los agricultores disparen contra todo lo que se mueve, y con razón; y carabineros, ante la imposibilidad de actuar firmemente en contra de terroristas, tengan que pasearse medio escondidos durante la noche. Todo anormal, tomo muy del “nuevo modelo”, ese que nos llevará al “Chile que todos queremos”, sobre todo el que quieren los más malos que sacan partido de la situación.
Don Domingo no es un criminal, aunque ha cometido un crimen; y el carabinero Gutiérrez no era un encapuchado ni terrorista, aunque la opinión pública dominante lo haya reducido a él y a sus compañeros a eso.
Imagen: WILLIAM ROMO BASTÍAS.
Máximo.
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