RICARDO LAGOS: "DEBEMOS LEGALIZAR TODAS LAS DROGAS".

Ricardo Lagos, en uno de sus arranques de “hombre público que ve más allá del horizonte”, propuso legalizar todas las drogas en Chile. Que me dicen, Ricardo I siguiendo los postulados de Milton Friedman, aunque con un atraso de medio siglo. Estoy de acuerdo con Lagos, aunque me imagino que él sueña con alguna especie de gran organismo público dependiente de varios ministerios, y con edificio y presupuesto propio que regule el asunto del pichicateo; además de una receta extendida por un profesional certificado por la “Comisión Nacional de Acreditación de Drogas, Estupefacientes y Hierbas Varias”, en triplicado y con seis timbres de agua. ¡NO!, en eso no estoy de acuerdo con el noble tribuno de la República Bananera de Barbarilandia, las drogas se deben vender en el comercio, tal como el resto de las drogas legales, el alcohol, el cigarrillo y las pastillas para los nervios.

¿Saben quién prohibió la marihuana en Chile?. El otro día lo leí, fue el mismísimo beodo suicida, en las postrimerías de su nefasta regencia. Antes de 1973, la hierbita que utilizan para pasar las penas de amor y de las otras, no estaba prohibida por estos lados. ¿Fue una medida pro hombre nuevo?. ¿La puerta de entrada al paraíso terrenal?. Cosas de fanáticos conservadores de izquierda.

Este humilde servidor pinochetista no consume drogas, soy huevón para algunas cosas, aunque no para otras. La droga es veneno, pura porquería, es cierto. El asunto es que no se trata de eso, también hace mal comer media caja de helado de un viaje, y yo me la como; o un arrollado con papas cocidas, y yo me lo como; o no hacer ejercicio, y yo no lo hago. El asunto consiste en que unos somos huevones para unas cosas, y los otros lo son para otras cosas. ¿Y?. ¿Acaso el Estado, ladrón compulsivo manejado por chantas y bandoleros puede decidir el bien absoluto?. Lo único que logra el Estado al prohibir las drogas es corrupción y asesinatos, como los más de 70.000 que se contabilizan en México durante los últimos años, incluida la hoguera alimentada con 43 personas el septiembre pasado y el descubrimiento diario de cabezas repartidas por todo el país.

Es más sano para la sociedad que un drogadicto muera de una sobredosis, que soportar el narcotráfico y la situación actual de muerte y corrupción. 

Máximo.