lunes, enero 06, 2020

COBARDÍA VANAGLORIADA.




Con jactancia avanzan los encapuchados a ubicarse al frente de la batalla, en la primera línea, son los tentativos mártires, los presuntos héroes.El brazo armado, supuestamente protector y valiente del mal llamado “estallido social”, en su cara, una máscara de héroe que comúnmente se le llamaría “capucha”, que hace un tiempo atrás sería sometida a juicio de forma transversal como símbolo de la cobardía y la barbarie.Contra toda lógica de género promovida en el último tiempo son en su 90% o más hombres, cuyo coraje es digno de aplaudir mientras se avanza para ser la contención de la supuesta “marcha pacífica” que se va a suscitar unas cuadras detrás, cuya moralidad es tan alta que están dispuestos a dejarse los ojos y la vida por un conjunto de ideas, cuya gallardía es la esperanza de la revolución.
Por supuesto, algo de verdad tendrían todas las palabras anteriores si se siguiera un código de honor mínimo.En primer lugar, batallan contra un enemigo atado de manos, un enemigo con evidente inferioridad numérica, con un poder de fuego reducido, con un enemigo exhausto, que lleva durmiendo cuatro horas hace ya varios meses, con un enemigo que si es capaz de alzarle la mano a alguno de estos “valientes” será puesto ante un tribunal y pagará con su vocación y libertad. Ese enemigo que se viste de verde, tiene su apellido en el pecho y es el supuesto detentador del monopolio de la fuerza que todos le entregamos; fiel protector de la patria y un valiente, ese enemigo, sale todos los días de su casa sin saber si va a volver porque juró dar su vida por la patria y sus ciudadanos, aunque le cueste dejar a un hijo sin padre.Desde luego, el punto anterior se torna discutible si no se ha vivido in situ la realidad y violencia de las calles que circundan baquedano (y sólo se ve la TV y RR.SS), algunos dirán que detentan poderosas armas, que no miden y dirimen en sus actos, que son unos asesinos descabellados, que porque poseen entrenamiento, casco y escudo son indestructibles. Supongamos que ello es verdad y nos encontramos ante una lógica de “guerrillas” en que hay unas inocentes criaturas impedidas de ejercer su libertad y unos malvados opresores dispuestos a asesinar y violar, supongamos que en verdad hay un grupo de valientes que se levanta todos los días temprano, toma su molotov, resortera, piquete, capucha y sale a librar al pueblo en vez de curarse en el parque forestal, fumarse un pito y llegar a la casa donde habitan sus padres y le esperan con una comida caliente recién hecha. Si esto fuese cierto, no hay nada más honorable y valiente que salir de frente, a cara descubierta y de aliento incansable a sacrificar todo tu ser por una causa que crees justa. Meritorio sería ir a la primera línea dispuesto a recibir fuego enemigo y asumir las consecuencias porque posees exactamente la disposición del enemigo. La cobardía yace en dárselas de pacifista, de víctima, de inocente y escudarse en los organismos internacionales, en los observadores de derechos humanos, en las cámaras de televisión y en su condición social. Triste sería si no fueron ellos mismos quienes reventaron el inmobiliario y que sacaron una tapa del suelo que le costó la vida a uno de sus compañeros, lamentable sería si gran porcentaje de los daños oculares y lesiones no fueran productos de las “herramientas de lucha” que ellos mismos utilizan, cobardes, que se martirizan cuando están dispuestos a quitarle la vida a su rival por una totalitaria ideología y crucificarlos sin ningún remordimiento en la plaza menos digna del país desde octubre.
Sin pelos en la lengua: la represión es legítima cuando se defiende el Estado de derecho, la patria, la institucionalidad, la paz social y los ciudadanos que se levantan temprano todos los días a construir un Chile mejor. Los verdaderos héroes son los que están de verde, los que se quedan sin transporte público y tienen que caminar para seguir brindando un sustento a su hogar y los que crean un ambiente mejor. Los cobardes son los que con una capucha copan baquedano para delinquir y saquean para que con posterioridad, en el parque forestal, drogarse y emborracharse hasta el cansancio.Aguante Carabineros, la verdadera primera línea, no los terroristas que se pintan de héroes.


JOHNNY OLATE ROJAS.

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