miércoles, febrero 17, 2016

A UN AÑO DE LA MENTIRA AL PAÍS.


Algo de incredulidad, una cuota de asombro y polémicas generó la noticia de que La Moneda  —con certeza, los asesores de palacio–  encargó la elaboración de un documental sobre Michelle Bachelet.
La idea, argumentan los autores de la iniciativa, no es hacer política contingente, sino “perpetuar su obra”. Es un engaño más de los muchos en que ha incurrido esta administración, y la Presidenta en particular, plantear que la filmación no constituye propaganda. Si se trata de “su obra”,  obviamente abordará las reformas en marcha y por venir, que son las mismas que fomentan la desconfianza y han contribuido a acentuar las dificultades económicas por las cuales atraviesa el país.
Su “obra” en términos realmente trascendentales se remite a la Reforma Educacional, que implicó más controversias que acuerdos; la Reforma Tributaria, que acaba de ser “reformada” para poder entenderse; la gratuidad universitaria, aunque a medias, es lo único que le ha dado réditos, al subir algunos puntos en la encuesta de Adimark de enero; el proceso constituyente, que no lo materializará ella; la Reforma Laboral, que atenta contra la productividad hoy tan escasa; el aborto, que tiene divididos a los chilenos, y la pendiente Ley de Educación Superior, que es un misterio hasta el momento.
Desde esta perspectiva queda claro que el documental será absolutamente de política contingente, más aún si se filma y difunde en la mitad del Gobierno. Lo natural, y justificable, es grabarlo como balance al término de su gestión, pero carece de lógica hacerlo cuando a Bachelet le quedan dos años… .
Existen sospechas más que razonables en cuanto a que el caso Caval   será ignorado en el documental, aunque este episodio jugó un rol clave y definitivo en su gestión como Mandataria y en el presente y futuro de su Gobierno.
Entre sus aún fieles seguidores, hay quienes creen que en un futuro mediato,  Bachelet será recordada como la autora de cambios inéditos, pero en lo inmediato y durante un buen tiempo permanecerá en la memoria colectiva su desastroso rol en este capítulo que estalló hace precisamente un año.
Al comentar los puntos que subió la aprobación de Bachelet en su sondeo de enero, el dueño de Adimark, Roberto Méndez, lo atribuyó a la gratuidad y, a su juicio, el episodio de la formalización judicial de su nuera no influyó, primero porque ese mismo día (29 de enero) concluyó el trabajo en terreno de los encuestadores y, segundo, porque “la gente parece estar cansada del caso Caval”…
Sólo días después, otra encuesta derrumbó su percepción.
Plaza Pública-Cadem (lunes 8 de febrero), además de medir la aprobación respecto de la gestión del Gobierno, incluyó preguntas acerca del caso Caval.
De entre todos los entrevistados que se informaron sobre la reacción de la Presidenta después de la formalización de Natalia Compagnon, un 43% cree que la conferencia de prensa de la Mandataria fue “mala” o  “muy mala”.
Sobre las declaraciones de Bachelet, un 74% cree que se vio “personalmente afectada”, en tanto que un 45% piensa que “fue honesta”, contra un 52% que opina lo contrario y, por último, un 67% considera que no demostró “autoridad y liderazgo”. Paralelamente, un 66% no cree que generó confianza.
Con relación a la forma en que la gente recibió sus declaraciones, un 65% opina que habló en su rol de “madre afectada por la situación de su familia” y sólo un 17% cree que lo hizo como “Presidenta de todos los chilenos”.
Según los números de este sondeo, la credibilidad de la jefa de Estado está fuertemente afectada: de los encuestados, un 71% no cree que Bachelet no haya estado enterada de los negocios que hicieron su nuera e hijo.
Editorial Vox Press.

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