COMPAGNON: LA NUERA DEL AÑO.
PARECE UNA historia de película. La de una mujer criada en Puente Alto, estudiante de un colegio particular subvencionado y luego de derecho, y que, a los 31 años, negocia directamente con Andrónico Luksic un crédito por $6.500 millones para hacerse una pasada de $2.500 millones. No es todo. A partir de ahí, Natalia Compagnon pasa a ser una suerte de asesora permanente del grupo Luksic, razón por la cual se reúne en varias oportunidades con el dueño del conglomerado. Una estrella.
Hasta ahí, un caso de esfuerzo y éxito empresarial. Pero, claro, hay un punto no menor. Natalia no es cualquier mujer. Es la nuera de la Presidenta Bachelet. Y, entonces, todo se enreda. El cuento de la mujer esforzada se convierte en una dudosa maraña de conflictos de interés y tráfico de influencias, algo por lo cual está siendo investigada ella y su marido. La cosa no suena bien para nadie, porque queda instalada la duda de si todo lo conseguido es producto de su familia política. Y arde Troya. Su marido pierde la pega y su suegra la credibilidad. Incluso le retienen el cheque por los miles de millones que se ganó en el negocio por los terrenos de Machalí.
Ella se defiende aclarando que no se dedica al tráfico de influencias y que Sebastián Dávalos no sabía de sus negocios (curiosa pareja, por decir lo menos). Pero tampoco duda en declarar ante el juez que el día de la famosa reunión con Luksic, su socio se enfermó -otra curiosidad- y para no ir sola, se hizo acompañar de su marido, el mismo que no sabe nada de sus actividades. ¿Debemos entender que le explicó del negocio en el Lexus, rumbo al banco? Por favor, no seremos tan listos como ella, pero no hay que ser un genio para entender que la presencia de Dávalos no era neutra a la hora de conseguir el millonario crédito.
Y claro, la reunión fue tan exitosa, que nació una relación comercial con Luksic. Según señala la revista Qué Pasa, aquello derivó en diversas reuniones con el empresario y en asesorías para CCU de personas vinculadas a Compagnon, como señala un comunicado emitido ayer por el grupo. Incluso se intentó que hiciera lo mismo con el Canal 13, pero su presidenta habría considerado que ello era complicado, por la relación de la asesora con Bachelet, algo que, queda claro, al dueño del grupo no le importaba demasiado. Por lo anterior, la cosa no pinta bien tampoco para el empresario. Lo que se quiso presentar como una reunión “habitual” del vicepresidente de un banco con un cliente -curioso, nuevamente-, se convierte ahora en una costumbre. Y también se complica aún más a la Presidenta quien, ahora, no sólo no supo del primer negocio de su nuera -cuando era candidata-, sino tampoco de lo que hizo durante todo su primer año de gobierno.
Ayer, en una entrevista en La Segunda, Natalia Compagnon se define como una persona natural, una emprendedora, que responde por sus actos. Que en todo el escándalo hay discriminación de género. “Muchas veces me pregunto por qué una mujer no puede hacer estas cosas”. En esto, la asesora del año pasa por alto algo fundamental: no es cualquier persona. Y sea quién sea, hay cosas que no se hacen.
Andrés Benítez.
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