#CHILEBUSCA: LIDERAZGO.
En medio de la catástrofe que azota el norte de nuestro país, han nacido diversas iniciativas con el ánimo de contribuir a subsanar las consecuencias del desastre. Una de ellas es #ChileBusca, una plataforma desplegada en Twitter para dar con el paradero de personas que no han podido ser ubicadas por sus familiares en las zonas de la calamidad.
Así, la etiqueta virtual es un ejemplo de buen uso de las redes sociales, que, hoy por hoy, son conductos comunicacionales mucho más inmediatos y expeditos que la prensa tradicional. Por lo cual, valoramos la iniciativa, invitamos a hacer uso de ella y esperamos que sea un medio útil para muchas personas.
Por otro lado, el hashtag utilizado en la red social es al mismo tiempo una notable alegoría de la situación que atraviesa nuestro país, siendo, asimismo, una fiel fotografía del Gobierno, del cual hemos visto una conducción errática, una parca proactividad, una flemática capacidad de reacción y una nula habilidad para manejar conflictos.
De esta forma, ante los problemas y las emergencias, #ChileBusca liderazgo, liderazgo que no hemos encontrado en la figura de la Presidenta, a quien parecen perseguir los fantasmas de la indecisión del 27 de febrero. No podemos olvidar que del mismo modo, por la falta de liderazgo conjuntamente a la tardía y disociada respuesta del gobierno central, gran parte de los cerros Mariposa y La Cruz en Valparaíso fueron consumidos por el gran siniestro del 12 de abril del 2014. Asimismo, en la región de la Araucanía hemos sido testigos de como la falta de autoridad y la más completa apatía por parte de la administración, mantiene sin solución el conflicto mapuche que ha traído consigo ataques incendiarios, cortes de tránsito, niños mapuche heridos y un dejo de incertidumbre en la población.
Y, como si esto fuese poco, se nos inunda el norte. Donde una vez más la emergencia climática sobrepasó la capacidad de respuesta del poder ejecutivo, volviendo a ver el vacilante estilo de conducción de la mandataria, quien, en un acto inédito, inauguró la temporada de “autoevacuaciones” y que fuese increpada por un damnificado de Chañaral, el cual le susurró al oído: “Nosotros nos sacrificamos por venir a votar por usted. Yo señora voté por usted. Pero le estoy diciendo algo. Mire, no quiero que por favor nos vuelva a mentir”, dijo hastiado por la falta de soluciones y la errante conducción ante el desastre.
De esta forma, el ciudadano comienza a dar cuenta que para afrontar tiempos de inclemencia y emergencias medioambientales no basta el apacible manto maternal de Bachelet ni su entrañable sonrisa, tampoco será suficiente su delantal blanco, sino que es necesaria una manifestación de autoridad y toma de decisiones oportunas por impopulares que sean, pues se necesita un liderazgo proactivo con capacidad para enfrentar la crisis, el cual cuente con el absoluto respaldo de su equipo. Lo que hoy no sucede con Bachelet, pues su liderazgo también se encuentra mermado al interior de la Nueva Mayoría, gracias a su hijo, lo que repercute en una cuestionada dirección sin contenidos claros ni plazos establecidos.
Por lo tanto, y en virtud de los antecedes de perplejidad, falta de autoridad y de respuestas tardías de Michelle Bachelet, es que a la presidenta no le queda más que cursar urgentemente un diplomado en liderazgo y coaching para recuperar la conducción de la agenda y de su gobierno o, lisa y llanamente, solo nos queda rezar para que no existan más catástrofes naturales por los próximos dos años, pues hasta entonces; #ChileBusca liderazgo.
Javier Labrín Jofré.
Estudiante de Derecho, Universidad Andrés Bello.
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