martes, agosto 05, 2014

LA FARRA DE LA DERECHA.


El desgaste del gobierno no lo aprovecha nadie. Para que esto no sea una gran farra política, las cosas tienen que cambiar en la derecha.

“Si tu adversario está confundido, no lo distraigas”. La frase atribuida al filósofo de la antigua China Sun Tzu debiera estar en la mente de todos los políticos de la derecha en estos días. La razón es simple: la Nueva Mayoría está confundida. Sus proyectos no caminan en el Parlamento, crecen las divisiones internas y la ciudadanía comienza a desencantarse. Si a eso se suma la evidente pérdida de dinamismo de la economía, el panorama no aparece muy alentador.
Sin duda, se trata de una oportunidad para la derecha, que golpeada por una derrota de proporciones en las urnas, se ha visto revitalizada por los errores propios del gobierno. Se abre así una ventana inesperada, y la pregunta es si será capaz de capitalizarla. La respuesta hasta ahora es incierta, pero la cosa no va por buen camino.
El problema es que la derecha, al igual que la Nueva Mayoría, también está muy confundida y dividida. La UDI, en vez de aprovechar el momento, vive enfrascada en una reflexión estéril acerca del régimen militar. Renovación Nacional, por su parte, parece más dedicada a vigilar y cuestionar cada movimiento que hace el ex Presidente Piñera, ocupando gran parte de sus energías en el adversario equivocado. Con fuego amigo, nunca se ha ganado una batalla.
Así las cosas, se trata de un juego de suma cero: el desgaste del gobierno no lo aprovecha nadie. Para que todo esto no sea una gran farra política, las cosas tienen que cambiar en forma drástica en la derecha. Y tiene que ser rápido, porque apostar a que el gobierno seguirá cometiendo errores es poner las fichas en un lugar muy riesgoso. Se requiere, entonces, de una estrategia distinta. Una que pasa por dos cosas: terminar con las divisiones y transitar hacia una agenda de propuestas.
La unión es fundamental. Por mucho que se debilite la Nueva Mayoría, la derecha sigue siendo una fuerza pequeña. Derrotar un adversario mayor es posible, pero para ello se requieren mucha disciplina, táctica e inteligencia. En esto, todos deben hacer un esfuerzo por volver a construir una Alianza y ojalá ampliarla. Esa fue la única manera en que llegaron al poder y ello no ha cambiado en nada si quieren intentarlo nuevamente.
Pero eso, si bien es necesario, no es suficiente. La derecha tiene que volver a encantar a la gente con sus ideas. La primera etapa, que es destruir las propuestas del adversario, es defensiva y está cumplida. Ahora, hay que pasar al ataque. Hay que aprovechar el momento para plantear propuestas concretas a los desafíos, que sean mejores, que les hagan sentido a los electores. El ejemplo de la reforma educacional ilustra muy bien el punto. La gente ya sabe que el proyecto del gobierno no flota. Ahora, lo que quiere escuchar es cuál es la alternativa de la derecha para solucionar los problemas del sector, que siguen estando ahí. 
Si la Alianza no es capaz de hacer aquello en forma unida, entonces jamás volverá al poder. Porque hasta ahora, lo único que han ganado es una nueva oportunidad. Si no la aprovechan, este período será recordado como la gran farra del sector.

Andrés Benítez.

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