¡OTRA VEZ LA HAYA!

Este jueves, el agente chileno ante la Corte, Felipe Bulnes, entrega al Canciller Heraldo Muñóz, la memoria presentada por Bolivia, ante dicho tribunal internacional.

Posteriormente tiene previsto reunirse con la mandataria a ese mismo efecto. Chile dispone de un plazo de tres meses para impugnar la competencia de la CIJ.  La Paz alega presuntos derechos "expectaticios" producto de históricos encuentros bilaterales con Chile. Tales reuniones, según la "artificiosa" construcción boliviana, habrían originado esos supuestos derechos, los que obligarían a Chile a concederles una salida soberana al Pacífico. 

El Comité Asesor, constituido por los ex ministros de Relaciones Exteriores, se inclina por declarar la incompetencia de La Haya. Ello para evitar al país riesgos como los de 2008 (materializados en 2014) cuando el gobierno de Michelle Bachelet aceptó la jurisdicción de La Haya frente a la demanda planteada por Alan García de Perú.

En aquel aciago momento, Bachelet nos expuso irresponsablemente a cambiar límites ya establecidos y con dominio efectivo sobre el espacio marítimo. Fue necio y muy torpe someternos a ese tribunal.

El Pacto de Bogotá que origina la CIJ data de 1948 y, expresamente señala que antes de esa fecha, dicho tribunal no tendrá competencia. Menos para conocer de Tratados libre y soberanamente firmados. Sin olvidar principios de derecho como pacta sun servanda (los tratados obligan).

Ignacio Walker - ex canciller -, lo señala enfáticamente "la primera tarea del equipo jurídico es evaluar la conveniencia de la excepción por incompetencia del tribunal. En este sentido la demanda boliviana es distinta a la peruana, porque la peruana se basa en tratados posteriores a 1948, que es la fecha del Pacto de Bogotá. En cambio, la boliviana, necesariamente se refiere al Tratado de 1904, anterior a 1948. El artículo sexto del Pacto de Bogotá - que obliga a Chile a reconocer la competencia de La Haya ante una demanda- , señala que este Tratado no se aplicará a las cuestiones que hubiesen sido resueltas con anterioridad a 1948"

Y prosigue señalando que "con esta demanda se conduce al absurdo de que se solicita a la Corte que deje sin efecto el Tratado de 1904 o que obligue a modificarlo. Y esto atenta contra dos principios: <>, es decir los tratados obligan, que es la base de derecho de los tratados; y el aforismo según el cual 'las cosas se deshacen como se hacen'. En síntesis, como dijo el Canciller Muñóz, se trata de una demanda que carece de fundamento jurídico", concluyó Walker.

Claro. No habría competencia. Pero, la Corte está decidida a innovar (lo hizo al reconocer el derecho de Chile, sobre la Zona Económica Exclusiva, solo hasta las 80 millas), y elevar el poder del estrado a niveles tales, que podrían perfectamente, significar un nuevo revés para Chile y auto declararse !competente¡ ¿alguien duda que esto pueda ocurrir?

Llegados a ese punto, se abre la Caja de Pandora puesto ello conduce a la revisión de la totalidad de los límites mundiales. México puede pedir la devolución de Texas, California y Nuevo México; Colombia podría recuperar Panamá; Chile ... no Chile no, porque siempre le va mal en estas contiendas; pero bien podría reclamar la totalidad de la Patagonia argentina y la provincia de Cuyo y así hasta la eternidad. Qué decir del mapa europeo y de cómo éste podría cambiar.

Esto repone la necesidad de denunciar el Pacto de Bogotá por la sencilla razón de que Chile NO tiene reclamaciones territoriales con vecino alguno. De manera que este precedente de Perú que utiliza Bolivia, supone dejarnos sometidos a la voluntad y a las necesidades políticas de Presidentes de países "amigos" ... "hermanos" que ven a nuestra Patria sentada en el banquillo frente a un panel de jueces dispuestos a adquirir notoriedad a costa de los intereses de Chile. Nada tenemos que hacer en el Pacto de Bogotá. Decenas de países lo abandonaron y con razón  ¡basta de bobadas!

DespiertaChile.