LA TRAMA DEL DESFALCO A CODELCO.
En la edición N° 1931 (3 de noviembre 2013) de Revista Proceso (México) , el corresponsal de este medio en Chile y redactor de El Ciudadano, Francisco Marín, publicó el reportaje “Saqueo silencioso”.
Allí se da cobertura al detallado informe del economista y contador auditor Julián Alcayaga, que explica la baja en las recaudaciones de la estatal cuprífera no es por casualidad, sino porque está siendo objeto de cuantiosas malversaciones a través de dos mecanismos: Las ventas a futuro y la comercialización del cobre y otros minerales a valores inferiores a los establecidos por el mercado. Reproducimos la nota completa con autorización del autor:
Desde 2005 la principal empresa estatal de Chile, la Corporación Nacional del Cobre (Codelco), ha sido víctima de un desfalco que ya alcanza 18 mil millones de dólares, sin que ninguna institución estatal haga algo para detenerlo.
Tras varios años de analizar el problema, Julián Alcayaga –economista, contador, maestro en informática por el Conservatorio Nacional de Artes y Oficios de París, y en organizaciones por la Sorbona– dimensionó el quebranto.
El lunes 28 de octubre le dirigió un escrito de 11 páginas al titular del Consejo de Defensa del Estado (CDE) de Chile, Sergio Urrejola, en el que precisó las acciones de los directivos y ejecutivos de Codelco que han causado las pérdidas. Un día después acudió a La Moneda, donde también entregó una carta para el presidente Sebastián Piñera a fin de ponerlo en conocimiento de los hechos.
“Entre 2005 y 2007 Codelco perdió 4 mil 670 millones de dólares en los mercados de futuro del cobre y por ello hemos solicitado que el CDE investigue, persiga a los culpables y recupere ese dinero”, apuntó en la carta.
En su escrito al CDE Alcayaga sostuvo que la utilización de los mercados de futuro es justificada por los gerentes de la Codelco y otras grandes mineras con el argumento de “que mediante estas operaciones se protegen los flujos futuros de caja, pero en los hechos es un mero pretexto que cubre con un ropaje técnico o financiero operaciones que no tienen otro objetivo que traspasar dolosamente ganancias a determinados operadores, como quedó demostrado en la investigación del señor José Benquis en 1994”.
Con esto alude a un escándalo destapado aquel año y del cual fue protagonista el operador de mercados a futuro de la Codelco Juan Pablo Dávila, quien causó perdidas por 170 millones de dólares al vender cobre por debajo de su valor de mercado. Benquis logró encarcelar a Dávila y recuperar parte del dinero (30 millones de dólares).
Sin embargo, el monto del robo actualmente denunciado es 25 veces superior y nadie parece interesado en detenerlo, pese a que la propia Comisión Chilena del Cobre (Cochilco) reconoció la existencia de las pérdidas, como consta en el oficio ordinario 278 enviado al diputado socialista Carlos Montes el 26 de agosto de 2011, en respuesta a una aclaración solicitada por éste.
En el documento la Cochilco afirmó: “En efecto, las operaciones en mercados de futuro que produjeron pérdidas ocurrieron entre 2005 y 2007, es decir son operaciones que se planificaron y ejecutaron hace 5 o 6 años atrás”.
Alcayaga alertó en su carta a Piñera que este tipo de pérdidas seguirá ocurriendo si no se prohíben las ventas a futuro.
La trama
El desfalco a la Codelco no sólo se realiza vía la venta a futuro sino también vendiendo cobre, oro y plata a valores inferiores a los del mercado.
–¿Cómo llegó a esta conclusión? –se le pregunta a Alcayaga.
–Observando las injustificadas e inexplicables caídas de los ingresos por ventas, en cerca de 14 mil millones de dólares, ocurridas desde 2010 hasta el primer semestre de 2013.
Agrega: “En 2006 los ingresos por ventas de Codelco fueron de 17 mil millones de dólares, y en 2010, con una producción similar, fueron de 15 mil 860 millones de dólares. Esto cuando el precio del cobre en 2006 era de tres dólares la libra; en 2010 era de 3.4 dólares”.
Alcayaga resalta que otros productos comercializados por la Codelco –oro, plata y ácido sulfúrico– tuvieron en esos años fuertes alzas de precios.
“Entonces”, sostiene, “los ingresos de Codelco por venta debían haber superado en 2010 largamente los 20 mil millones de dólares y resulta que no alcanzaron los 16 mil millones”.
Por lo anterior afirma que necesariamente la Codelco debió haber vendido parte de su producción a precios inferiores a los del mercado. “Por eso hemos solicitado al CDE que investigue: ¿A quién le está vendiendo Codelco a menor precio?”.
Esta práctica “es un delito establecido perentoriamente en la Ley de la Renta (artículo 36)”, aclara.
Para explicar cómo accedió a esta información, Alcayaga cuenta:
Todo comenzó el 2 de septiembre de 2010 cuando el miembro del directorio de la Codelco Andrés Tagle denunció el desfalco en el diario La Tercera: “El país debe saber y conocer que durante los gobiernos de los presidentes (Ricardo) Lagos y (Michelle) Bachelet, Codelco llevó a cabo un conjunto de operaciones financieras de derivados (ventas a futuro) que le han significado pérdidas, disminuciones patrimoniales y menores excedentes al Estado por impuestos que en conjunto ascienden a US$ 4.630 millones (…)
“Las máximas autoridades vinculadas al cobre en el país, con toda la experiencia que disponían, apostaron a la baja de precio de cobre a mediados de 2005, justo en los momentos en que el precio de este metal inició una escalada en los mercados internacionales (…) Se equivocaron rotundamente con grave perjuicio para el Estado.”
Pese a que su declaración era un bombazo informativo, todo quedó ahí. Tagle nunca dijo nada más y ningún medio en Chile retomó el tema.
Considerando este silencio de la prensa y el hecho que Tagle era un alto dirigente del derechista partido Unión Demócrata Independiente, Alcayaga pensó que aquél hizo tal acusación “portándose como un político para culpar a la Concertación de algo que no era efectivo”.
Pero se sorprendió, agrega Alcayaga, “cuando en marzo de 2011 se presentaron las memorias de 2010 y me di cuenta de que los resultados eran muy malos… Entonces pensé que posiblemente tenía razón el señor Tagle y que esas pérdidas eran efectivas”.
Esto lo comprobó luego de estudiar en detalle el balance de 2010, donde las pérdidas aparecían, pero encubiertas. Alcayaga revisó hacia atrás hasta 2006: “Pude constatar que había 4 mil 670 millones de dólares en pérdidas por transacciones en mercados de futuro, tal como decía Tagle”.
El 3 de mayo de 2011 en conferencia de prensa Alcayaga y los diputados del Partido por la Democracia Enrique Accorsi y Cristina Girardi denunciaron que las pérdidas en mercados de futuro sólo en 2010 alcanzaron mil 42 millones de dólares. Pero casi nadie los tomó en cuenta.
En enero de 2012 Alcayaga fue recibido por la Comisión Investigadora de la Cámara de Diputados que estudiaba diversas irregularidades en la Codelco. Allí reveló que las pérdidas por ventas a futuro y por comercialización de sus productos a precios artificiosamente bajos generaban un perjuicio ya de 12 mil millones de dólares. Aunque las denuncias del economista no fueron desmentidas por los ejecutivos de la estatal cuprífera, todo quedó allí.
Consultado respecto a por qué ninguna institución estatal haya sido capaz de descubrir y detener el virtual saqueo del cobre chileno, su principal fuente de recursos, Alcayaga explica que la Contraloría General de la República no fiscaliza a la Codelco. “Es Cochilco quien tiene la misión de hacerlo (…) pero Cochilco es un organismo supeditado al gobierno de turno y no tiene capacidad para fiscalizar”.
Según Alcayaga las trasnacionales mineras habrían tomado el timón del gobierno corporativo de la Codelco. Afirma que éstas pudieron ingresar a la administración de la estatal chilena gracias al Nuevo Estatuto Orgánico de la corporación establecido por la Ley 20.392 –promulgada en noviembre de 2009 por Bachelet– la cual, entre otras cosas, permite que al presidente ejecutivo de la Codelco ya no lo designe el presidente de la república sino el directorio de la institución. Con esta normativa se marginó a los ministros de Hacienda y Minería.
En su carta a Piñera, Alcayaga sostiene que “la única manera de terminar con el actual despojo de Codelco es que usted, señor presidente, envíe un proyecto con urgencia para derogar la Ley 20.392, de manera que el Estado chileno vuelva a tener el control de la corporación”.
DespiertaChile.cl
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