sábado, enero 26, 2013

PROTEGIDOS EN LA ISLA : EL CORDÓN QUE ATA A LOS FRENTISTAS DEL CASO GUZMÁN CON CUBA.


Los personajes principales en la trama del asesinato del senador Jaime Guzmán han tenido refugio, ayuda y protección en La Habana. Entre ellos, los dos autores materiales, el jefe del operativo, el Chele, Enrique Villanueva, y la "espía" francesa de la cúpula del FPMR, Marie Emanuelle Verhoeven.  (El Chele, en la foto).


"Nada de las palabras que existen en el diccionario puede graficar lo que nosotros sentimos por Cuba. Nada va a lograr compensar todo lo que Cuba hizo por nosotros".
La sentencia, dicha por la esposa del frentista Enrique Villanueva Molina a "La Segunda", es el reflejo de lo que hay en el alma de cada uno de los miembros del FPMR que, de una u otra manera, se involucraron en el caso del asesinato de Jaime Guzmán, ocurrido en abril de 1991.
El cordón umbilical que se creó en la década de los 80, cuando muchos de ellos fueron entrenados para la guerrilla en la isla de los hermanos Castro, se fortaleció en la década de los 90 y, pese a que van a cumplirse 22 años del crimen del senador - y aun cuando Fidel le dejó el asiento del mando a su hermano Raúl-, Cuba sigue siendo, para los fugitivos frentistas, la isla del refugio.
Así lo demuestra el reciente viaje a La Habana de la familia de Marcela Mardones, la mujer del "Comandante Emilio", el rodriguista Raúl Escobar Poblete, que fue uno de los dos terroristas que acribillaron a Jaime Guzmán.
LA ESPÍA FRANCESA Y LOS PRIMEROS REFUGIADOS :
Una de las pistas chequeadas está en una francesa que siete meses antes del crimen se encontraba en La Habana. Se trata de Marie Emanuelle Verhoeven, cuyo rastro se perdió por años, hasta que el juez Carroza la ubicó en 2010 en Nantes, Francia. Le mandó un exhorto que aún no responde.
En el expediente del caso Guzmán aparece como el personaje más misterioso de la historia, en cuya vida y obra se confunden la realidad con la leyenda. Alguien que la conoció íntimamente cuenta que la mujer era amante de un médico que en un momento dado asumió el ministerio de Defensa en su país. El la metió en cursos de inteligencia para profundizar en la guerrilla latinoamericana. Fue así como llegó a Nicaragua y conoció a los fundadores del FPMR, cuando hacían una especie de pasantía en terreno, en la guerrilla de verdad, muchos de ellos enviados desde Cuba. Allí conoció, entre otros, al comandante Salvador (Galvarino Apablaza), quien era el número uno del FPMR cuando los frentistas asesinaron a Guzmán; también al Chele, Juan Maco Gutiérrez Fischman, quien se casó con la hija de Raúl Castro. Pese a que se separaron, el chileno tiene dos hijas que son nietas de Raúl, y al menos hace 10 años vivía en el mismo edificio donde residía el actual mandatario.
La francesa llegó a Chile en mayo de 1985, casada con chileno, un ex militante de la JJ.CC., con quien tenía un hijo. En 1987, ella lo dejó por un frentista, Juan Gutiérrez Moya. Continuó en Chile vinculada a la cúpula del FPMR.
En el proceso se comprobó que siete meses antes del asesinato del senador ella estaba en Cuba, porque el 3 de septiembre de 1990 pidió una visa en el consulado de Nicaragua en La Habana.
Paradójicamees antes de la fuga de los frentistas desde la Cárcel de Alta Seguridad, en un rescate inédito en la historia carcelaria chilena ocurrido el 30 de diciembre de 1996 -se hizo en helicóptero y contó con colaboradores extranjeros, entre los cuales había dos hermanas irlandesas integrantes del brazo político del IRA-, Marie Emanuelle Verhoeven se encontraba... en Cuba. A un conocido de ella -un chileno- le había hablado, años antes, de una fuga similar en Europa organizada por la mujer de un preso para rescatar por aire a su marido.
La operación "Vuelo de Justicia", como la bautizaron los frentistas, se preparó durante todo ese año especialmente para rescatar a Ricardo Palma Salamanca, uno de los dos terroristas que dispararon contra Jaime Guzmán, y a Mauricio Hernández Norambuena, el jefe operativo del crimen. Esa tarea de rescate la dirigió en terreno Raúl Escobar Poblete, el comandante Emilio.
Pese a que el gobierno chileno de la época requirió insistentemente a su par cubano preguntando por los fugados perseguidos en Chile por haber dado muerte al senador, la respuesta fue siempre la misma: "No están aquí".
Sin embargo, la policía supo del paradero a los tres meses. El 31 de marzo de 1997, Mauricio Hernández Norambuena llamó por teléfono a su hermana Cecilia, que vivía en Valparaíso. La policía interceptó la comunicación. Durante el diálogo, le dijo que si necesitaba contactarse con él lo hiciera a través de Joel, la chapa del rodriguista Arnaldo Arenas Bejas, al teléfono 7- 669488, de Cuba, que correspondía al sector de Alamar.
Los contactos telefónicos con Chile siguieron y la policía continuó grabándolos. Pero no sólo hablaban por teléfono; también enviaban correos por e-mail. Y, sin embargo, Cuba siguió negando la presencia de los fugitivos.
VILLANUEVA, TAMBIÉN PROTEGIDO :
Al mes siguiente llegó a la isla un nuevo refugiado chileno: Enrique Villanueva Molina, para quien la fiscal Beatriz Pedrals pidió hace unos meses 15 años de prisión por su participación en el crimen. Huía, eso sí, de una fracción del mismo FPMR que lo quería eliminar por "sapo", porque le atribuyeron haber sido agente de "la Oficina" en los tiempos en que la oficina de seguridad que dirigía Marcelo Schilling tenía infiltrados pagados dentro de los grupos subversivos.
El gobierno de Cuba era amable con todos los fugitivos del FPMR. Ricardo Palma pudo escribir en la tranquilidad de la isla un libro sobre las acciones del Frente Patriótico Manuel Rodríguez. Villanueva fue contratado para desempeñarse en el ministerio de Educación de Cuba. A fines de 1998, el gobierno chileno insistía al de la isla sobre la posible presencia de Villanueva en ese país, y la situación se hizo insostenible, de modo que el régimen de Fidel ayudó al matrimonio Villanueva Araya para que se fuera a instalar por un tiempo en Venezuela.
El ministro Hugo Dolmetsch, quien en esa época investigaba el caso Guzmán, le mandó un exhorto a Venezuela. Villanueva lo respondió. Creyendo que ya su participación estaba excluida del caso, el ex comandante Eduardo volvió con su familia a Chile... hasta que en 2010 Mauricio Hernández Norambuena dio una entrevista que se transmitió por Chilevisión y lo involucró hasta el fondo del delito. Ahí comenzó a investigarlo el ministro Mario Carroza, quien decidió someterlo a proceso. Dictará condena probablemente en marzo.
Y aunque las cosas comenzaron a cambiar para algunos chilenos en la isla con Raúl Castro, siguió siendo el paraíso de los frentistas fugitivos.
LOS REFUGIADOS DE AHORA, ENTRE "LOS MÁS BUSCADOS" :
Raúl Escobar Poblete, el comandante Emilio, estuvo a punto de ser capturado en febrero de 2002. Lo pillaron en la frontera entre Brasil y Uruguay después del secuestro dirigido por Mauricio Hernández Norambuena al publicista de Sao Paulo, Washington Olivetto, ocurrido en diciembre de 2001. En el allanamiento a la casa de seguridad de los captores aparecieron fotos de Escobar Poblete junto a Marcela Mardones Rojas, otra participante en el crimen de Jaime Guzmán.
Marcela fue quien cuidó el auto de los frentistas que llegaron a matar al senador, cuando quedó estacionado en la calle Holanda, a pocos metros del Campus Oriente.
La policía chilena y la paulista vigilaban a Escobar Poblete en la frontera, pero requerían una orden de Chile para detenerlo en Brasil. La orden demoró tres días en llegar y, cuando la policía recibió el pase para actuar, Emilio Escobar se había escapado... con Marcela.
Hace 37 días, el ministro Mario Carroza supo dónde estaban.
Pese a que en las páginas de la PDI en internet figuran entre "los más buscados", lo único que continuó pendiente fue una solicitud a la policía internacional de dar aviso si cruzaban la frontera, lo que hicieron extensivo a sus familiares.
Marcela tenía un hijo. Una semana antes del asesinato de Guzmán, llegó a la casa del padre del niño y se lo dejó, señalándole que volvería a buscarlo dentro de algunos días. Pasó el tiempo y no regresó... se había escapado junto a Raúl Escobar Poblete.
Pues bien, el hijo aquél creció y la hizo abuela. El 19 de diciembre pasado viajó con su esposa, el niño y dos hermanos de Marcela rumbo a Mendoza. Al cruzar la frontera, la policía trasandina los detectó y avisó a su par chilena. Entonces se dio la alerta para seguirlos y así se enteraron de que la familia de Marcela Mardones continuó a Buenos Aires y desde ahí tomó un vuelo rumbo a... Cuba.
El ministro Carroza reactivó de inmediato la orden de captura internacional. El gobierno de Chile aprovechará este fin de semana la visita del mandatario cubano en la cumbre de la CELAC para pedirle "colaboración". Es probable que en ese momento Raúl Emilio Escobar Poblete y Marcela Mardones estén conociendo en Cuba al nuevo integrante de la familia.
 COMISARIOS QUE INVESTIGARON EL CASO PREPARAN NUEVO LANZAMIENTO : 


Una nueva edición del libro "Razón de Estado", con la investigación policial que hicieron los comisarios (R) Jorge Barraza, Roberto Ruiz y René Cocq, sobre el asesinato de Jaime Guzmán, preparan sus autores para lanzar en abril próximo. La diferencia con las dos versiones anteriores es solamente la portada y la contraportada, que aquí adelantamos.
La primera edición la lanzaron el 27 de noviembre de 1999 en la Corte de Apelaciones de Santiago. Ese día le hicieron entrega del primer ejemplar al entonces ministro investigador, Hugo Dolmetsch, quien, según dicen sus autores, les comentó: "Este libro va a ocupar un lugar privilegiado dentro de mi biblioteca personal". Acto seguido, los tres comisarios entregaron el segundo ejemplar en la Secretaría de la Corte, pasando así a incorporarse al voluminoso expediente del caso Guzmán.
LA TRASTIENDA DE LA OFENSIVA UDI CONTRA RAÚL CASTRO :  


Una oportunidad única. Así vieron en la UDI la cumbre CELAC-UE y la presencia del Presidente cubano, Raúl Castro, en Chile. La ocasión no podía ser mejor para realizar una ofensiva en torno al caso Guzmán que para el gremialismo está totalmente sustentada y de la cual el Gobierno tuvo plena información desde su origen.
El miércoles 16 de enero, en una conversación telefónica, el abogado a cargo, Luis Hermosilla, explayó al presidente UDI, Patricio Melero, los nuevos antecedentes con que se contaba; entre ellos, el viaje de familiares de la frentista Marcela Mardones en 2012 a la isla, lo que junto con otros datos afirma la tesis de que los responsables del asesinato del senador Jaime Guzmán viven o han estado vinculados con Cuba. El domingo, en una reunión de la mesa en la sede de la tienda, se acordaron los detalles de la ofensiva.
Fuentes de la mesa precisan que Melero ya había advertido, entonces, al ministro del Interior, Andrés Chadwick (quien siendo senador UDI fue uno de los principales coordinadores en la causa), el tenor que la ofensiva tendría, y un alto dirigente precisa que al menos el martes, el diputado llamó por teléfono al ministro para comunicarle el detalle -"incluso lo que tenía que ver con el orden público", afirma-, buscando reunirse ese mismo día. Desde el principio, dicen en la directiva, el objetivo fue apremiar a Castro e instalar en la opinión pública la idea de que Cuba debe entregar los antecedentes que podría tener sobre el caso.
Quienes participaron de la reunión entre la UDI y Chadwick, que se concretó el martes, aseguran que el ministro no hizo objeciones a los pormenores que ahí se le entregaron. Se afirma que fue el propio Melero quien, en instancias posteriores, pidió a sus parlamentarios tener cautela.
LA SEGUNDA.

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