¡CHILEVISIÒN ENGAÑA A LOS CHILENOS! LEAN POR QUÈ!!

 Restos de la mano de un militar, escolta del General Pinochet en el cruel atentado de la Operación Siglo XX. Abajo, el reloj pulsera de otro escolta que recibió el impacto de un cohete low por parte de terroristas del Frente Manuel Rodríguez, en que fueron asesinados 5 escoltas, dejando a 12 de ellos lisiados. 

El miércoles 18 y jueves 19 de Abril, el canal de TV, Chilevisión estrenó con gran cobertura de prensa previa, la película, “Amar y morir en Chile”, en la que invirtió gran cantidad de millones en su producción, sin obtener los réditos que esperaba, ya que el rating no le fue en nada favorable.

 

Sin embargo, este seudo documental, clase magistral de mentiras, de falsificaciones manifiestas, ficciones de una izquierda que no tiene límites, venían aparejadas con otras acciones periodísticas simultáneas, promovidas por personajes conocidos, que no pierden ocasión de hacer saber sus resabios, odios no superados, y búsqueda de vigencia comercial, que ha sido un lucrativo negocio mantenido desde que el Gobierno de las FF.AA. y Carabineros, entregó el país a los políticos.

Hay personas y agrupaciones irracionales, ululantes, muy bien remuneradas, profesionales del engaño y tontos útiles sin paga, que han logrado posesionarse y ejercer fuerte influencia en los poderes públicos. Se creen dueños de la historia y usufructúan con la muerte, la tortura y el retarareado tema de los DD.HH., en un rentable negocio tanto para ellos, como para abogados y un sinnúmero de exonerados y victimizados jubilados, astutos abusivos de jugosas pensiones y beneficios estatales, parásitos que, lamentablemente, financiamos todos los chilenos.

Con mucha paciencia, logré hacerme el ánimo de ver los dos capítulos del film señalado y tener así, la mayor objetividad posible para opinar en este artículo; también, me di el tiempo de reunirme con varios de los uniformados que fueron protagonistas directos en estos hechos, permitiéndome realizar un juicio de valor de este nuevo intento comunicacional, que se suma a tantos otros, y con los que tienen a una generación de chilenos envenenados con una historia contemporánea embustera de lo ocurrido en nuestro país.

Es cierta la existencia de instituciones que encubrieron inicialmente sus ilícitos, pero éstas han dado claras demostraciones de remordimiento y su gente ha pagado con cárcel sus responsabilidades. Los asesinatos que realizó su contraparte, los terroristas de izquierda, fueron indultados, los glorifican y hoy los siguen celebrando, transformando el crimen en una obra de arte, como es lo que pretende esta cinta.

En esta recreación del intento de asesinato del primer ciudadano de la República, en que fueron asesinados arteramente 5 de sus escoltas y dejaron a 12 de ellos lisiados, hay un intento forzado de convertir éste, en una epopeya en que los terroristas son héroes. Hay una intención bastarda -con dinero de todos los chilenos-, de distorsionar la realidad. Ello se logró con un recurso atávico de la izquierda internacional: hacer una mezcla maldita de hechos ciertos con hechos falsos. En efecto, es real el atentado al General Pinochet, como también es real la llamada periodísticamente Operación Albania, mas los hechos sucedáneos que adornan esta película son, en su mayoría, falsos. A saber:

Me pareció patético, que mostraran a terroristas que se confesaban entre ellos frente a un rosario, rezando, bendiciéndose y dándose penitencias, en momentos previos a iniciar sus crímenes. Los terroristas son ateos, no creen en Dios.

Era conmovedor ver a la Comandante “Tamara” llorando mientras veía a su hija jugando en una plaza con su marido, ambos abandonados por propia voluntad de ella. Pero, mostrar a un funcionario de la CNI interrogando a esta misma niña en la puerta de su casa, es un hecho deleznable que nunca ocurrió y con lo que a ese servicio le siguen enlodando su imagen.

Como contrapunto, deseable hubiera sido mostrar a un CNI desactivando alguna de las más 3.000 bombas que no explotaron ni causaron víctimas, gracias a su acción preventiva. En la película muestran a un terrorista que se disfraza de mujer; en los hechos, ello no sucedió. Tampoco y de acuerdo al expediente judicial, nunca ocurrió que, previo al atentado, sus autores se hayan reunido a escuchar una arenga de Salvador Allende. Estimo que esto merece un punto aparte..., lo más aparte posible. ¿Arenga de Allende, el más nefasto de los Presidentes que ha tenido Chile? Qué poca cosa pueden ser estos terroristas que se sienten estimulados por un Presidente que destruyó nuestra Patria y que después de escucharlo, los hace gritar eufóricos y al unísono, antes de partir a consumar sus crímenes.

En las imágenes recreadas del atentado mismo, los escoltas asesinados aparecen de cuerpo entero yertos al lado de sus vehículos. Debieron haber mostrados escoltas calcinados a 2.100 grados Celsius que es la temperatura que produce un cohete low, y a los otros con las extremidades esparcidas, como realmente ocurrió.

Durante toda la película hay superposición de imágenes de la Comandante Tamara con su hija jugando con su muñeca, sola en un pasillo y música de fondo especial para el efecto. Este es un recurso que se repite varias veces y la niña tiene un rol emotivo del que se abusa.

En la operación consumada por estos terroristas, se habla de un puente con explosivo para evitar que Pinochet se devolviera y pudiera regresar a Melocotón. En los hechos y consta en el proceso, eso es solo imaginación, lo mismo que el paso de la barrera de carabineros. Cuando cruzaron los terroristas, carabineros aún no estaba alertado de lo ocurrido, así que es de total falsedad el show que pretende dejarlos como imbéciles.

En la película, aparece un herido de ellos que fue atendido en una clínica clandestina, pero la mujer que lo atiende no es la doctora Michelle Bachelet. Para que se tenga claro, la señora o señorita Bachelet, miembro del FPMR y conviviente de Alex Vojkovic o Jorge Salas, era la que estaba encargada de asistir a esos terroristas, en su calidad de médico. Jorge Salas, en esos días, era miembro de la Dirección Nacional del FPMR y Bachelet durmió con él la noche previa al intento de magnicidio.

Muestran a los CNI, una vez que llegan al sitio del suceso, disparando al aire, como exaltados sin control, lo que no tiene sentido y tampoco ocurrió.

La caracterización del Prefecto Sergio Oviedo de la PDI, diciendo que ellos “perseguían homicidas no políticos” es muy burda. Jamás hubo disputas entre la PDI y CNI y de hecho, en los procesos existentes como la Operación Albania, queda de manifiesto que actuaron en conjunto y coordinadamente los medios de ambas organizaciones. Buscaron poner a un detective Salazar como un agente estrella, desafecto y crítico a los procedimientos de la CNI, incluso aparece golpeando con los puños al Jefe CNI y jamás existió disputa alguna.

Festinan al Jefe de CNI, comiendo pastillas con ansiedad crónica, torturando, con un anillo de oro en el dedo meñique y con una botella de whisky en la mano y no perdiendo ocasión para disponerle atrocidades a “Herrera” que lamentablemente coincide con el apellido de ese oficial que en esas fechas cumplía destinaciones ajenas a los hechos que se relatan.

Es de mucha emotividad ver a un terrorista que aparece dejando su fusil automático M-16 (similares a los 5.000 fusiles incautados al PC en Carrizal Bajo) y la imagen se refunde con el mismo terrorista, tomando en sus brazos a un niño de 2 años. De mucha ternura, pero totalmente ajeno a la realidad.

Un momento culminante del film, fue ver a los terroristas desconsolados, abrazados llorando por el fracaso, y diciendo, “yo me habría piteado a ese viejo de mierda” y evaluando qué hacer para “engrandecer a la revolución”. Uno de ellos dice: “preferiría haberme muerto por no haber podido cumplir mi misión de asesinar al tirano”. ¡Muy edificante y conciliador el comentario!

De manera repetitiva, continúan los sueños de la Comandante Tamara, ahora fundidos con una foto enmarcada con su hija, pero volviendo a mostrarla con música ad hoc paseándose con su muñeca.

En un momento a la PDI, la blanquean y aparece este servicio policial recibiendo las denuncias de comunistas desaparecidos y salvándole la vida a Ricardo Lagos. En esta mezcla rara, aparecen los gritos de “Patria o muerte” o “vencer o morir”, con zampoñas de música de fondo y haciendo uso indiscriminado de la canción “te amaré” en versión lógicamente de Silvio Rodríguez.

Hay que reconocer que los actores que hacen de miembros de la Directiva Central del Frente terrorista Manuel Rodríguez, son actores de buena presencia, que deben haber producido empatía en los telespectadores, lo que no habría ocurrido con los verdaderos rostros de los terroristas ni con la Comandante Tamara que físicamente no era muy agraciada.

Debemos tener claro que en Chile nunca la subversión tuvo apoyo de los lugareños y población aledaña donde existieron focos incipientes, como Neltume o Curanilahue, y por ello fracasó y nunca prosperó la guerrilla rural.

Hay un reconocimiento, en todo caso, en que estos “héroes” son del PC y que recibieron las órdenes desde Cuba y el apoyo para abandonar el país después del atentado, conjuntamente con los pasaportes e infraestructura, que venían de Fidel Castro.

En el sector del Cajón del Maipo, y que en la película llaman La Casa de Piedra, el nombre es La Obra y fue allanada por CNI y no por la PDI y era de un solo piso y no de dos como la muestran en la película. Importante también es destacar que las huellas que permitieron esclarecer el caso, como está consignado en el proceso, las descubrieron agentes de la CNI, luego se desmorona gran parte de la trama que nos exhibieron.

El interrogatorio y tortura a una supuesta infiltrada, nunca existió, ni lo uno ni lo otro.

La Operación Albania que aparece como el deleznable aniquilamiento de personas, fue efectivamente el abatimiento de la cúpula de un movimiento terrorista que en esos años manejaba 500 cuadros operativos sólo en Santiago y que de no haber ocurrido ese descabezamiento, nuestro país actualmente sería una Colombia en que las fuerzas policiales estarían sobrepasadas por la subversión.

 En el ataque al cuartel Los Queñes de Carabineros, los terroristas aparecen como blancas palomas después de asesinar a mansalva a un carabinero que dormía con su esposa, y posteriormente destruyendo el cuartel, a punta de granadas de mano y con el uso de lanza cohetes. Pero es muy ridículo aparecer gritando ostentosamente a continuación, ¡hemos liberado al pueblo de Los Queñes!

El Jefe de Seguridad de FMR que aparece como infiltrado de la CNI medios confiables me hicieron saber que no era efectivo.

Qué penoso fue oírles decir: “estamos orgullosos de seguirle los pasos al Che y a Fidel”.

Curioso otro error en el guión. La Comandante nunca se reúne con su hija por seguridad y sin embargo va al velatorio de su hermano después que lo entrega el Instituto Médico Legal y a los CNI y a la PDI no se les ocurre capturarla.

Es bueno también que nuestros lectores sepan, a raíz de las tiernas escenas de amor entre Tamara y José Miguel, que las mujeres en los grupos terroristas se rotaban entre los diferentes subversivos, rotación que por cierto, incluía la convivencia plena e íntima entre parejas.

Lo que era de esperarse fue el uso de imágenes, canción y propaganda del NO del plebiscito. Está presente en todas sus producciones.

Finalmente, quiero manifestarles que el título real de esta producción, de esta acción de propaganda con metralleta en mano, se debió llamar: “Odiar y mentir en Chile”.

Señores de Chilevisión, no engañen a los chilenos, no sigan eternizando los odios ni tergiversando la Historia de nuestro país.

ERIC VILLENA D.

DESPIERTACHILE.CL