CANDIDATOS.
A la luz de lo escuchado en debates y declaraciones de nuestros candidatos a liderar la marcha de la Nación, conviene agregar un quinto requisito: el culto a la verdad. No tan sólo en cuanto a excluir la mentira, la ignorancia y el error inexcusables, o la promesa de lo que se sabe imposible de cumplir, sino también y particularmente en cuanto a no confundir las certezas con las opiniones, ni los gustos personales con las normas legales y racionales.
En temas tan sensibles como el derecho a la vida un candidato dice tener una opinión sobre un compuesto químico que no lo haría abortivo, y promete distribuirlo profusa y gratuitamente. Pero las opiniones son sobre temas controvertibles, y la controversia sobre ese compuesto químico fue zanjada en la sede que corresponde: el Tribunal Constitucional, la Corte Suprema y la Contraloría General de la República. La comercialización y distribución de esa píldora no es hoy, en un Chile que respete sus órganos jurisdiccionales, un tema controvertible.
Que los cuatro candidatos hagan ostentación de ignorar siquiera una mención de esos fallos, vinculantes “erga omnes”, es decir, para toda persona, institución o grupo, habla mal de su culto a la verdad y hace temer que en decisiones de similar entidad harán prevalecer sus opiniones sobre las certezas del derecho.
Relatan, los candidatos, sus gustos personales : “no me gusta el aborto, pero tampoco me gusta que carabineros detengan a una mujer que acaba de abortar”; “creo en el matrimonio heterosexual, pero no me gusta que se discrimine a las parejas homosexuales”.
Los gustos son subjetivos, parciales, volátiles y cambiantes. El candidato a ser líder no puede guiarse ni guiar a otros en razón de gustos personales, sino en dócil sumisión a normas objetivas de orden legal y racional.
Las materias en que ellos hacen gala de subjetividad son en extremo sensibles y directamente incidentes en el bien de las personas y en el sano desarrollo social. Encuentran su arraigo en la ley natural y, para los creyentes bautizados, en el Magisterio moral de su Iglesia, a cuyas doctrinas no es lícito renunciar invocando una esquizofrénica división entre lo público y lo privado.
Candidato viene de “cándido”, es decir, blanco, limpio y trasparente. Revístanse, candidatos, de la túnica blanca de la verdad y no abusen de la candidez de los que no saben.
Padre Raúl Hasbún Z.
4 comentarios:
Dejé ser católico. Cuando la comencé a leer, pensé que estaba leyendo al historiador Gonzalo Rojas. Era Hasbún.
Hace poco leí una carta al director, en que el lector se quejaba de que los políticos violaban la Constitución al candidatearse por regiones donde no son oriundos.
En fin, en Chile se pasan a llevar muchas normas, y nadie dice nada.
QUERIDA TOCAYA:
LO COLGUE EN MI BLOG
CARINOS
JAVIER :
Tengo la misma postura que aquel lector. No me explico que un candidato se candidatee en un lugar del cual no es oriundo, tampoco entiendo eso!!!!
Muchas cosas se pasan a llevar en Chile sin que alguien diga algo...
ANGÉLICA :
Buena idea, tocaya.
Suerte!!!!
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