martes, noviembre 15, 2016

INJUSTIFICABLE PARO DEL SECTOR PÚBLICO.


De manera ilegal se está validando que la paralización es una herramienta legítima de presión, aun cuando vaya en desmedro de la ciudadanía.

LOS TRABAJADORES del sector público han convocado para hoy a una nueva marcha y extendieron por otras 48 horas el paro de actividades, como forma de presionar al gobierno para que aumente su propuesta de reajuste. El Ministerio de Hacienda ha señalado que no es posible un incremento superior al 3,2% -en atención a la fuerte estrechez presupuestaria del fisco-, si bien se ha comprometido al mejoramiento de algunos bonos. La mesa del sector público, en cambio, insiste en un reajuste del 4% -anteriormente solicitaba 7%-, y ha planteado que cualquier oferta bajo dicho guarismo sería “inviable”, amenazando con extender las movilizaciones. De esta forma, otra vez la ciudadanía ha quedado capturada por los intereses gremiales, sin que la autoridad intervenga con decisión para impedirlo.
Los costos de estas paralizaciones -que de acuerdo con el estatuto administrativo y la Constitución están expresamente prohibidas- han sido sustanciales. A la fecha se ha traducido en la suspensión de siete mil cirugías electivas y del orden de 25 mil consultas de especialidad, y en cuatro regiones -incluida la Metropolitana- ha sido necesario dictar un decreto de emergencia sanitaria, no solo para asegurar las prestaciones de salud más críticas, sino también para hacerse cargo de la recolección de basura, que en algunas comunas alcanza niveles críticos. Los productores de fruta, salmoneros y otras actividades productivas están alertando que la paralización afectará los envíos. Y quienes requieren de los servicios del Registro Civil, otra vez deben pasar por el trastorno de no poder contar con la obtención o renovación de documentos indispensables.
La impunidad en que todo esto ocurre ha llevado a que los trabajadores del sector público simplemente hayan internalizado que el paro de actividades forma parte de su estrategia de negociación, y la autoridad dócilmente lo ha aceptado así. Ello también se ve estimulado cuando de manera bochornosa algunos parlamentarios oficialistas reconocen que la oferta del Ministerio de Hacienda debe ser sustancial, pues “no se puede correr el riesgo de afectar a un sector que tradicionalmente vota por nosotros”. En la actual negociación el gobierno ha enviado señales equívocas, al radicar las negociaciones a nivel de subsecretarios y no en el comité político; asimismo, el hecho de que la Presidenta de la República decidiera continuar con su gira en el exterior, sin esperar la resolución de este conflicto, transmite una inconveniente desaprensión.
Los trabajadores del sector público han encontrado en el paro una eficaz arma de negociación, la que ejercen mirando sus propios intereses, y no los del país en su conjunto. Mediante esta herramienta de presión logran soslayar cualquier discusión respecto a las evidentes ineficiencias que se han ido enquistando al interior de las reparticiones públicas, al carecer de sistemas creíbles de medición de gestión y sanciones efectivas. A la luz de esta realidad, parece indispensable revisar la normativa que rige en este sector, porque es evidente que bajo el actual sistema la continuidad de servicios del Estado no queda asegurada. Probablemente será necesario estudiar mecanismos que establezcan reajustes con horizontes superiores a un año, condicionados a indicadores de gestión objetivos, y resulta obvio que si en los empleados fiscales no hay voluntad de renunciar a la paralización como método de presión, entonces también cabe preguntarse por la pertinencia del estatuto administrativo, y su eventual reemplazo por el Código del Trabajo.
Editorial La Tercera.

4 comentarios:

Blogger Jose Cornejo ha dicho...

Se habla mucho de "inamovilidad", "privilegios", "flojera", "mejores salarios que el sector privado" entre otras cosas, pero ninguno de los que critica conoce en su totalidad la realidad que vivimos los funcionarios publicos. Esta columna tiene como objeto aclararles algunos puntos y derribar ciertos mitos.

- Los que trabajamos en el sector publico, no firmamos contrato. Se nos hace un nombramiento, validado por la Contraloría General de la Republica

- Si somos despedidos, NO RECIBIMOS INDEMNIZACION, ni carta de aviso, ni vacaciones proporcionales, como pasa en el sistema privado.

- Si somos despedidos por alguna medida disciplinaria (destitucion por sumario administrativo o calificacion deficiente) quedamos inhabilitados por 5 años para volver a ejercer cargo alguno dentro del sistema publico, incluyendo cargos de eleccion popular o ser profesores estatales.

- Acerca de la inamovilidad, esto no existe, debido a los dos puntos anteriores, así como tambien que nuestra legislacion faculta al director del servicio a "trasladar" al funcionario a otras dependencias, sin menoscabo de su situacion.

- Nuestro salario se compone de leyes, a las cuales podemos acceder o no. dependen muchas veces de la naturaleza de nuestros servicios y por ende son dispares. Un administrativo de ministerio, no gana lo mismo que uno de una oficina a nivel publico. Una parte de nuestros salarios lo componen las "horas extras" que tenemos que hacer dada la naturaleza de nuestro trabajo: atender publico fuera de las 44 horas semanales, en extensiones horarias y dias no habiles, como tambien en turnos de noche (como en el caso de los hospitales publicos).

Si restaramos las horas extras, nuestro salario llegaría a equipararse con el salario mínimo (muy lejos de lo que muestran los medios o lo que diga el imbécil del CLAPES)

- Acerca de los "beneficios": tenemos los mismos beneficios que se tiene en el sistema privado (15 días de vacaciones), días administrativos (6 al año, 12 en el caso de la ley medica, que se reducen a 6 semestralmente, cuyo otorgamiento queda a discrecion de la jefatura directa), capacitacion, salud, colacion, entre otras cosas. Nuestra paga es por ley, a diferencia de uds. que muchas veces dependen de lo que les diga el empleador. Pero nuestras imposiciones se pagan conforme al salario, aqui no existe el "imponer por el minimo" para tener mas sueldo, esos arreglines los hacen uds.

- Licencias médicas: mas de 180 días de licencia te declaran "salud no compatible con el cargo" o "salud no recuperable", jubilado anticipadamente.

- Es cierto que hay muchos que sacan la vuelta, tramitan mas de la cuenta, tratan mal, y un largo etc. pero ¿no es lo mismo en el sistema privado? ¿han ido a un Lider, Easy o Sodimac, tienda del retail o un mall, buscando algo y no encontrar al asociado que te oriente y cuando lo logras te manda a la con... lejos? ¿han visto trabajadores del sector privado que sale a fumarse su pucho, o tomarse un café con el jefe en horas de trabajo? No sean hipócritas, no se debe, pero de que se puede, se puede, total siempre habrá algun extranjero haciendo su pega y la tuya ¿no?

La Tercera no puede hablar sin saber que hay del otro lado del mostrador.

Saludos.

8:56 a. m.  
Blogger Jose Cornejo ha dicho...

Como muchos de los que leen mis comentarios sabrán, soy funcionario publico. Todos los años en estas fechas tenemos que discutir un "aumento" de nuestras remuneraciones con nuestro empleador que es el Estado, compuesto de 120 corruptócratas elegidos y unos cuantos ministros dedocráticamente designados por el corruptócrata regente de turno, elegido via eleccion popular.

Es en esta epoca, fin de año, donde tenemos que pelear no solo por un reajuste salarial parejo para todo el personal que trabaja en el sistema publico, sin distinción de la renta que percibimos mensualmente, y que debe ser aplicada a contar del 1° de diciembre del año en curso. Sino que tambien por definir los aguinaldos de fin de año y de fiestas patrias del 2017 y también los "bonos por termino de conflicto" que en esta epoca "salvan" el alicaido sueldo que recibimos.

Revisando la mal llamada "prensa de derecha", que en realidad está controlada por el zurderío carroñero, leer los comentarios me deja en evidencia la total ignorancia y el incesante berreo acerca de nuestra funcion, gracias a los corruptócratas que meten a sus operadores políticos a pechar del fisco a costa de nuestros impuestos (pagamos impuestos, incluso los que estan metidos en el precio final del bien o servicio que consumimos) sin marcar tarjeta, ni mucho menos trabajar realmente.

8:57 a. m.  
Blogger Jose Cornejo ha dicho...

Aqui esta mi colilla de pago, Makeka

¿donde está la diferencia que segun La tercera y CLAPES dicen que gano?

(gracias por publicar mis comentarios)

5:03 p. m.  
Blogger Makeka Barría ha dicho...

De nada, José, tus aportes son muy valiosos y siempre serás bienvenido.
Saludos.

6:24 p. m.  

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