TERRORISTA ANARQUISTA PRÓFUGO.
Joaquín García Chanks, procesado por colocación de artefacto explosivo, violó la medida cautelar de arresto domiciliario total, decretada por la Corte de Apelaciones de San Miguel, y está prófugo de la justicia.
García Chanks, que logró notoriedad por agredir (marzo 9 de 2016) al comandante Álvaro Corbalán Castilla, en la Cárcel de Alta Seguridad (CAS), propinándole un cabezazo en el rostro al ex jefe operativo de la CNI, haciéndolo sangrar, resultó beneficiado con esa resolución del tribunal, el 27 de abril pasado.
García Chanks, de 22 años, estudiante de Psicología de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano, fue formalizado el 19 de noviembre de 2015, por la Fiscalía Metropolitana Sur, dada su responsabilidad en la colocación de una bomba en las afueras de la Duodécima Comisaría de Carabineros de San Miguel, el 29 de octubre de 2015.
En la CAS, aquel 9 de marzo de este año, durante el horario de visitas, García Chanks atacó sorpresivamente, en un pasillo de espera, al tienente coronel (r) Älvaro Corbalán, quien, aguardaba reunirse con su abogado. Se trató de una acción alevosa; sin embargo, el agredido militar en retiro decidió perdonarlo en una carta pública.
Luego, este elemento anarquista, procesado por acciones terroristas, obtuvo un beneficio que no está al alcance de quienes como el oficial Corbalán, cumplieron con su deber de defender a la sociedad de la violencia extremista. Así, el 29 de abril, pasó a cumplir arresto domiciliario total porque la Corte de marras consideró que mantenerlo en su residencia habitual era suficiente "para garantizar los fines del procedimiento" medida que Carabineros pudo comprobar que no se cumplía. Por lo tanto, la Fiscalía Sur pidió al Undécimo Juzgado de Garantía de San Miguel una orden de detención para este sujeto.
Por su parte Álvaro Corbalán continúa en la Cárcel de Alta Seguridad, por la arbitraria decisión del Ministerio de Justicia, que resolvió imponerle un castigo por mantener un celular en su poder: 30 días de aislamiento en la CAS, en una celda de 2x2 mts y una hora de salida al patio, lo cual no ocurre por las amenazas de muerte que recibe a diario. Pero, el castigo a Corbalán (un doble castigo por la vía administrativa), lejos de concluir se prolonga por meses sin que el tribunal haya decretado su regreso a Punta Peuco o pueda recibir atención médica. El militar padece cáncer, diabetes, hipotiroidismo, pérdida de visión total en un ojo y parcial en el restante órgano, sin que haya sido examinado por facultativos competentes. Es la venganza que decenas de prisioneros políticos militares soporta, mientras el terrorista recibe premios.
DespiertaChile.
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