ARAUCANÍA: TERRORISMO CON TODAS SUS LETRAS.
El miércoles 2 de marzo, un nuevo atentado dejó como saldo 6 camiones quemados en Tirúa, además de una mujer herida que recibió más de una veintena de impactos de perdigones. El ataque -como ya lo venimos señalando desde hace algún tiempo- demostró que el problema está totalmente fuera de control: los camiones iban escoltados por Carabineros y, pese a eso, nada detuvo la acción de los violentistas.
Si ya lo anterior es grave, lo siguiente lo también lo es: la Coordinadora Arauco Malleco (CAM) se ha estado adjudicando, desde hace ya varios meses a través de comunicados, varios atentados ocurridos en el sur de Chile. Los resumo:
– Septiembre del 2015: La CAM, a través de la Organización de Resistencia Territorial (ORT) Lafkenche Laftraru, reivindica las acciones de sabotaje contra las instalaciones y maquinarias de una empresa subcontratista en el fundo Choque, provincia de Arauco. El comunicado agrega que su lucha será “con acciones político-militares”.
– Diciembre 2015: En otro comunicado, la misma CAM amenaza con que su lucha, contra el Estado de Chile incluido, será a través de “operaciones militares” por parte de sus Órganos de Resistencia Territorial (ORT).
– 01 de Enero 2016: Cinco cabañas son quemadas en Licán Ray, zona lacustre de La Araucanía. Días después, la CAM se adjudica el atentado a través de la ORT Kalafquén.
– Mediados de Enero del 2016: Ahora la CAM, a través de otras dos ORT -la Pehuenche Lientur y la Nagche Pelentaro-, reconoce como propio un atentado en el Alto Bío Bío y otro de sabotaje de maquinarias en el fundo Santa Elvira en Capitán Pastene (Lumaco, IX Región). El comunicado agrega que “con esto queremos demostrar que, como organización, daremos continuidad a nuestras líneas de acción” y de paso advierten “una lucha frontal” mediante “acciones militares asumidas por las ORT-CAM”.
– Inicios de Febrero del 2016: Otro ataque incendiario, donde semanas antes un grupo de encapuchados había herido a dos Carabineros con perdigones, dejó destruida maquinaria en el fundo Lo Suárez en Lanco, región de Los Ríos. La CAM se adjudicó esta acción a través de la ORT Williche Kalfilikan. Luego, un nuevo atentado destruyó dos camiones en las cercanías del Fundo Choque, comuna de Lumaco, en La Araucanía. Otra vez la CAM reivindicó el atentado, en esta ocasión a través de su ORT Nagche Pelentaro.
– 25 de Febrero del 2016: Una grúa, dos skidder, tres maquinarias y cuatro camiones de la empresa de Transportes Cruces son quemados por encapuchados en el fundo Aedo en Lanco, provincia de Valdivia. Nuevamente la CAM se adjudicó el ataque, al mismo tiempo que reivindicaron, a través de su ORT Pehuenche Lientur, otra acción de sabotaje en contra de 5 excavadoras en el fundo El Rescate (Alto Bío Bío).
Mientras parte de lo anterior sucedía, el 6 de febrero una publicación en cooperativa.cl nos mostraba a un comunero mapuche de Lanco (que el 2015 había sido formalizado por abordar a un Carabinero con un machete), quien a la salida de una audiencia en tribunales (por el caso del ataque antes mencionado) dijo un par de frases que, al menos a nosotros, no resultaron indiferentes:
– “Hay un lazo de comunicación secreto (entre las comunidades) que es algo privado que nosotros mantenemos y no lo podemos sacar”… (respuesta en relación a los atentados perpetrados en dos fundos colindantes a comunidades mapuche).
– “Se pueden originar varios atentados más”…
– “Vamos a seguir luchando hasta conseguir lo que queremos, bajo cualquier manera”…
Luego de todo lo previamente descrito, que, entre paréntesis, está disponible en los medios de prensa para cualquier persona, es necesario preguntarse: ¿cómo es posible que la Presidenta, el gobierno, la justicia -o quien deba asumir la responsabilidad en este caso- no presten atención a que abiertamente estos violentistas reconozcan y se adjudiquen los atentados antes mencionados?¿Qué más necesitan para enfrentar el problema directo a la raíz y, de una vez por todas, dejar a un lado la pasividad y la displicencia que han demostrado hasta el momento? Son estas mismas autoridades las que hasta hace poco repetían que lo que sucede en el sur es “delincuencia común”. Y resulta que hasta el más ingenuo de los seres humanos se daría cuenta de que quienes hablan de “acciones militares”, como lo ha hecho la CAM, no son precisamente “delincuentes comunes”… Porque este tipo acciones son terrorismo, con todas sus letras.
Alejandro Martini I., Movimiento Paz en La Araucanía.
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