jueves, diciembre 03, 2015

EL GESTO MILITAR DE ECUADOR.


El lunes 9 de noviembre, Luis Garzón, Jefe del Comando Conjunto de las FF.AA, junto a los altos mandos de las tres instituciones de la defensa ecuatoriana, llegaron ante la Corte Nacional de Justicia CNJ, para respaldar a cinco agentes acusados de presuntos delitos de lesa humanidad.

Los oficiales dejaron claramente establecido cuál es su posición y aseguraron el apoyo a los militares procesados por hechos que datan del período 1985-88 en el combate al terrorismo.

Tal movimiento causó sensación (no como la que algunos sienten en Chile), y sentó un precedente. Las FF.AA no tolerarán este tipo de juicios al personal, por hechos prescritos ya que respondieron a expresas órdenes e instrucciones de la superioridad militar.

En este sentido, una declaración titulada "El Deber Cumplido" firmada en Quito el 15 de noviembre por un alto oficial, explicita esta situación:

"Al graduarnos de Oficiales de las Fuerzas Armadas ecuatorianas, en forma pública, con espada en mano y rodilla en tierra en frente de nuestro Pabellón Nacional, juramos defender a nuestro país y a nuestra institución, incluso ofrendando la vida si fuere el caso, por ello no debe llamar la atención que en cumplimiento de este juramento los señores Oficiales del Alto Mando de nuestras Fuerzas Armadas en uniforme hayan estado presentes en la Corte Nacional de Justicia durante la audiencia de juzgamiento por lesa humanidad a ciertos oficiales de Fuerzas Armadas.

Hay que tener presente que los Oficiales acusados no llevaron a cabo las acciones por cuenta propia, lo hicieron en cumplimiento de instrucciones recibidas del correspondiente Mando, por ello el responsable es el Mando pertinente. De acuerdo a nuestras leyes y reglamentos militares, el Mando Institucional es el único responsable de lo que suceda en la institución, y, si el Mando actual no hubiera estado presente en la audiencia, no hubiera cumplido con su deber, con su juramento, con su razón de ser, esto es no estaría defendiendo a su institución.

Es grato ver, constatar que los valores morales patrios aún se mantienen en nuestra institución y que el Alto Mando los cultiva con su ejemplo.

Nuestras Fuerzas Armadas han sido, son y serán un baluarte para nuestra sociedad. Que tienen sus debilidades como cualquier entidad formada por seres humanos, es verdad. Sin embargo ha sido la espina dorsal que ha mantenido a nuestro país. Apreciadas por nuestro pueblo, quien con satisfacción siempre ha estado presto a cumplir con su servicio militar.

Cualquier lucha entre hermanos deja cicatrices que no sanan fácilmente, pero es el deber de todos los connacionales de hacer lo posible por borrarlas, para bien de la Patria toda. Gracias.

Calm. Guillermo Dueñas Iturralde

Hasta allí la declaración "El Deber Cumplido".

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