sábado, julio 11, 2015

LOS MILITARES DEL '73.


Pretendo en esta columna, a riesgo herir sentimientos, enojar a algunos, o simplemente causar una risa burlona, defender a quienes ya nadie defiende; me refiero a los militares prisioneros políticos, quienes, despojados de toda dignidad y justicia, la mayoría de ellos ancianos y enfermos; se encuentran en nuestras cárceles pagando el “crimen” de haber salvado a Chile de una debacle social y política.
Esto, que ha pasado a ser una realidad incómoda para los chilenos de la cual nadie quiere hacerse cargo debido a los costos políticos que significa; ha llegado a un punto tan grande de indiferencia, que me “obliga” a escribir estas líneas.
Para partir, en Chile, los crímenes prescriben luego de 5 a 10 años (dependiendo del crimen) de cometidos los delitos, por lo tanto no deberían estar presos los militares. Frente a ello, hay quienes dicen que los crímenes en materia de DDHH no prescriben acorde a los distintos tratados internacionales que ha suscrito Chile en materia de DDHH. El error de quienes argumentan eso, es que estos tratados fueron suscritos por Chile mucho después de cometidos los supuestos delitos y, acorde a la retroactividad de la ley penal, no se puede aplicar nuevas leyes al imputado cuando ya se han cometido los delitos. Es como si una persona caminase con traje de baño por la calle y luego se creara una ley que prohíba eso y se condene a quien cometió la falta antes de creada la ley; ¡absurdo!
También, como nuestros inteligentísimos jueces sabían del error que estaban cometiendo al no cumplir la retroactividad de la ley penal, condenaron a los militares en base a una figura jurídica inexistente: el secuestro permanente, que implicaba que los militares seguían teniendo secuestradas a las víctimas hasta ahora para así saltarse de algún modo la prescripción de la pena; como si el anciano militar de 80 años tuviese a un mirista escondido en su casa el día de hoy; ¡absurdo!
Pero esto no acaba aquí, las injusticias suman y siguen: les dieron amnistía a todos los ex terroristas y absolutamente nada a los militares; pasándose a llevar otro principio básico del derecho: la igualdad ante la ley. La ley es ciega, por lo tanto, para todos por igual, sin importar si eres de izquierda o derecha, ciego o vidente, religioso o no religioso; en este caso militar o civil.
Pero, aún falta el tema más escandaloso de todo esto: las condenas sin pruebas. Mucho militares han sido condenados únicamente en base a “fundadas presunciones” sin prueba de nada e, incluso, muchas veces aun con pruebas no cometidos los delitos. Otro principio del derecho pasado a llevar: toda persona es inocente hasta que se demuestre lo contrario. En el caso de los militares; son culpables hasta que se demuestre su inocencia y, ni aun así serán libres.
Esto no es una realidad que vivió Chile hace más de 20 años; es una realidad que está viviendo ahora, en este preciso momento. ¿Con qué cara podremos después pedir reconciliación si la justicia ha llegado solo a un lado?
Luego de la Guerra Civil de 1981 que murieron entre 5 mil y 10 mil en solo un año (muchísimos más muertos que en los veinte años del gobierno militar), se dio amnistía para ambos bandos y se logró reconciliar el país a los pocos años de concluido el conflicto. La razón por la que Chile sigue estando, luego de 25 años de acabado el gobierno militar, dividido y no ha habido reconciliación; es porque no hay amnistía para ambos bandos y la justicia ha llegado solo a un bando.

José Antonio Vidal R.

1 comentarios:

Blogger Jose Cornejo ha dicho...

Estimada Maria Angelica:
Mientras no podamos sacar la mierda de la Moneda, será imposible que algun juez aplique la verdadera justicia.

Y sabemos que eso les incomoda a los zurdocarroñas, pues se les quita todo financiamiento y así los matamos de hambre.

La unica forma será por la fuerza.

Saludos

3:00 p. m.  

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