miércoles, enero 14, 2015

CHILE HA QUEDADO AISLADO.


"Los iluminados del gobierno, en su esplendido aislamiento, no han entendido que en Chile, y especialmente nuestra juventud, quiere un sistema que propenda a "que nadie se quede atrás", y no un sistema, como el que están creando, en que "nadie pueda salir adelante"...

Mientras llovía copiosamente en Londres, un comentarista de la BBC informaba a los televidentes que producto de la tormenta, el canal de la Mancha se había cerrado a la navegación . Acto seguido, con esa mezcla tan inglesa de sutil arrogancia y delicada ironía, informaba: "Europe is isolated" ("Europa ha quedado aislada").

Este primer año de gobierno me recuerda a este comentarista inglés. El gobierno desde su torre de babel cree que Chile se encuentra aislado. Dados los resultados del primer año de gobierno, la ironía resulta tragicómica.

Un grupo de intelectuales, políticos profesionales y académicos -todos, con una arrogancia sólo comparable con su inexperiencia y falta de pragmatismo- se proponen cambiar Chile. Para eso inician la implementación de un programa inspirado en el lema "lo importante no es ganar, sino que los demás pierdan".

Como son todos un grupo de iluminados, creen que los chilenos no entendemos lo que nos conviene y que ellos saben mejor que nosotros lo que debemos hacer con nuestra vida, educación, alimentación y trabajo.

En un primer acto de ignorancia exquisita destruyen un sistema tributario que llevó más de 30 años de prueba y error crearlo y perfeccionarlo. En vez de subir impuestos, que fue lo que decidieron las urnas, y suprimir beneficios que permitían evitar o postergar el pago de impuestos, los iluminados cambian de raíz el sistema tributario por uno que nadie entiende y que ha sumido a los contribuyentes en confusión. Querían eliminar el FUT, y crearon 6 registros similares; querían favorecer a la clase media, y les subieron los impuestos a los autos, la bencina y la vivienda.

Uno de estos intelectuales -que un amigo mío describiría como "uno que no sabe que no sabe"- me dijo que yo no entendía la filosofía del sistema. Le dije que, al contrario de esta reforma, sólo se entiende la filosofía (ver slogan de más arriba), pero que los impuestos no se piensan ni meditan, sino que se calculan y se pagan. Le expliqué que los contribuyentes en general y los contadores en particular no son muy proclives a la contemplación filosófica, sino que ellos no entendían cómo llenar el formulario de la Declaración de Renta, que es la "piedra filosofal" de la tributación.

En seguida, en un acto de acrobacia retórica que desafía la ley de gravedad de la inteligencia, los iluminados explicaban que quitarle ahorro al sector privado no iba a afectar la inversión. Que encarecer el costo de los proyectos subiendo impuestos no iba a desincentivar hacer los proyectos marginales. Que gravar con 44,5% de impuestos a los chilenos y 35% a los extranjeros no era discriminador con sus compatriotas, sino que sólo honraba el "si vas para Chile". Con esas joyitas, sazonadas con un par de comentarios prepotentes sobre el sector privado, creían que estaban generando el ambiente propicio para invertir. Ahora, además, ofrecen alianzas público-privadas, cuando ya existen en salud y educación, y no son capaces de defenderlas.

Continuando con este delirio ideológico/académico, en educación, donde la gente pedía educación pública, gratuita y de calidad, los iluminados entregan prohibiciones de educación privada y de libertad de elección. ¿Y de la calidad? Nunca más se habló. Los iluminados consideran que los padres se encuentran aislados, y no entienden lo que les conviene a sus hijos.

Finalmente, a nuestra alicaída economía la atacan con un proyecto prosindicatos y antiempleo e inversión. La verdad es que las nuevas generaciones no están "ni ahí" con gremios, sindicatos, colegios profesionales, etc., y por eso no entran a ellos; es cultural, y este doping legal no cambiará eso. La economía moderna trata de romper monopolios, flexibilizar el empleo y fomentar competencia, pero los iluminados contestan con monopolio sindical, rigidez y menor competencia.

Los iluminados del gobierno, en su espléndido aislamiento, no han entendido que Chile, y especialmente nuestra juventud, quiere un sistema que propenda a "que nadie se quede atrás", y no un sistema, como el que están creando, en que "nadie pueda salir adelante".

Gerardo Varela.

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