LA MISTERIOSA VISITA DEL CANCILLER RUSO A CHILE.
La reciente visita del Canciller ruso Sergei Lavrov a Chile se caracterizó por un notorio y misterioso hermetismo de parte del Gobierno de nuestro país. Las noticias informan de modo genérico que el canciller visitante estuvo en nuestro país realizando una serie de compromisos bilaterales.
En un momento de tensión internacional, debido a la anexión de Crimea y a la agitación en diversas provincias de Ucrania promovida por Rusia, tal escasez de informaciones se vuelve sospechosa, como si se desease esconder algo a la opinión pública chilena.
Vamos a los hechos conocidos.
Por una parte, la Presidente Bachelet manifestó su intención de invitar a científicos rusos para realizar investigaciones en la Antártica. ¿Investigaciones? ¿Cuáles? ¿Por qué invitar a los rusos y precisamente en este momento? ¿Tiene noticias la Presidenta de algún caso en que los rusos instalados en otro país lo hayan dejado después por su propia iniciativa?
Por otro lado, el canciller chileno afirmó que conversaron “sobre potenciar el intercambio militar” y que después hablarían con el Ministro de Defensa, Jorge Burgos, sobre la “ratificación de la cooperación de este tipo entre ambos países”. ¿Qué puede ganar en Chile con este intercambio militar? Lo que sí está claro es lo que Rusia puede ganar.
Finalmente, el representante chileno afirmó que escuchó la postura de Rusia en relación al conflicto con Ucrania y que “hemos apreciado sus puntos, que serán muy útiles para el desempeño de Chile en el Consejo de Seguridad”. En otras palabras, se insinúa que Chile apoyará a Rusia en el Consejo de Seguridad.
Este conjunto de hechos muestra un manifiesto deslizar de Chile hacia la órbita de influencia rusa, y esto en medio de la peligrosa situación internacional actual, la que además tiende a agravarse.
Ante la pregunta de un periodista si la presencia del ministro ruso en Latinoamérica era una forma de responder a los Estados Unidos, se produjo un momento de tensión, que Lavrov trató de disipar declarando: “No se puede pensar que por ser socio de Estados Unidos, Chile no pueda serlo de Rusia”. Realmente el ministro ruso parece pensar que los chilenos no son suficientemente inteligentes para comprender la situación.
Y después agregó, de modo no explicado, “Nuestras relaciones con Chile tienen valor propio y con Bachelet se demostró, al basarse en el convenio de asociación que entró en vigor“. ¿A qué convenio se refiere? El chileno común, entre los cuales me incluyo, no ha sido informado en qué consiste este convenio de asociación que ya se encuentra en vigor.
No es aceptable el secretismo gubernamental en cuestiones de tanta trascendencia para el futuro nuestra Patria. Aquí sí debe existir una mucho mayor “transparencia”. Si no la hay, por algo será…
AccionFamilia.
0 comentarios:
Publicar un comentario
Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]
<< Inicio