QUE PIÑERA NO PREGUNTE POR LA MINORÌA SILENCIOSA.
Después de 16 años de lavado cerebral, cuando en 2006 murió Augusto Pinochet, me detuvo en una esquina una modesta señora que por años me había vendido bolsas de choclos, habas y espárragos a mil pesos (ahora valen dos mil) y me dijo: "Anoche me fui a la una de la mañana a hacer la cola para ver a mi general, y recién pude verlo a las 9". Nada más. Una mujer de población que había resistido los 16 años de lavado de cerebros y permanecía incólume en su adhesión a Pinochet. Increíble. Pero cierto.
Cuando Sebastián Piñera se pregunte a dónde se ha ido, en las encuestas, la gente que lo apoyaba, debe recordar que Pinochet tuvo un 43 por ciento de adhesión en el plebiscito de 1988, después de 15 años de Gobierno Militar. Mucha de esa gente, silenciada por el vendaval de violencia síquica y física impuesto por la izquierda en Chile, sigue adhiriendo al régimen que lo salvó de ser otro enclave totalitario y a la memoria de su principal conductor.
Y si esa memoria ha sido traicionada por algunos o muchos uniformados y civiles, hay todavía una minoría, silenciosa pero significativa, la misma que hizo ocho horas de cola para darle su último adiós a Pinochet 16 años después que había dejado el poder, que todavía mantiene su lealtad de pensamiento y principios.
Sebastián Piñera pudo "pasar por el aro" a los uniformados en retiro, consiguiendo que la "familia militar" votara por él, confiada en que se haría justicia a los presos y procesados políticos uniformados. Pero la minoría silenciosa que sigue adhiriendo a lo que significó el gobierno de ellos hoy le está pasando la cuenta. Es minoría, es silenciosa, tal vez no es muy valiente, tal vez no sale a la calle a funar a nadie, pero si se le pregunta en una encuesta, rechaza a Piñera y su gobierno.
Esa gente sabe que más de 600 terroristas de izquierda se acogieron a la Ley de Amnistía, beneficio que se les deniega a los uniformados por iniciativa de Patricio Aylwin, con quien Sebastián Piñera se acaba de abrazar, una vez más, manifestándole admiración (y recibiéndola de aquél). Más de 900 terroristas de izquierda fueron indultados por Aylwin y sus sucesores, mientras continúan los procesos contra uniformados y su número va a llegar, si es que no ha llegado ya, a dos mil. ¿Y qué ha hecho Piñera? Negarles indultos, aunque sean octogenarios y estén enfermos. Aunque se estén muriendo en el penal, como el capitán Cofré, de Carabineros; o hayan fallecido en él, como el suboficial Vallejos. Los hacía ir esposados a recibir atención médica, como se dispuso bajo el ministro de Justicia, Felipe Bulnes, vejamen suprimido por su sucesor. Aunque se les retarde la libertad después de haber cumplido la pena, como sucede hoy, porque el seremi de Justicia "está muy ocupado".
Que Sebastián Piñera no se pregunte adónde se fue el apoyo que tenía, si la minoría silenciosa ve que hoy se pasea libre por el país el mirista Hugo Marchant Moya, condenado a cadena perpetua por el asesinato a mansalva del Intendente de Santiago, Carol Urzúa y dos acompañantes suyos, en 1983, pero perdonado con extrañamiento en Bélgica con trabajo garantizado por Patricio Aylin. Marchant Moya cometió decenas de atentados en 1982 y 1983, antes de asesinar a Carol Urzúa y sus escoltas. En uno de esos atentados perdió la vida un niño, Gabriel Astudillo (informaciones proporcionadas por el experto en Derechos Humanos, abogado Marcelo Elissalde Martel).
PERO MARCHANT MOYA FUE PERDONADO POR AYLWIN Y SÒLO "SUFRIÒ" EL ENTRAÑAMIENTO A BÈLGICA. HOY HA VUELTO, CON EL PUÑO EN ALTO, DECLARANDO QUE EN LOS PRÒXIMOS DÌAS SE REUNIRÀ CON LOS INTEGRANTES DEL MIR PARA "DEFINIR LOS PASOS A SEGUIR. LA LUCHA CONTINÙA". DESAFIANTE. ES QUE EL MIR ESTÀ EN EL MISMO GOBIERNO DE SEBASTIÀN PIÑERA. UN ALTO JEFE DE SERVICIO SUYO, PATRICIO BUSTOS, DIRECTOR DEL INSTITUTO MÈDICO LEGAL, DECLARA PÙBLICAMENTE SU PERTENENCIA A ESA ASOCIACIÒN ILÌCITA, PERO AL MISMO TIEMPO GOZA DE LA CONFIANZA DEL PRESIDENTE. Y MIENTRAS TANTO, EL MINISTRO ALLAMAND MARGINA DEL MINISTERIO DE DEFENSA A LOS ASESORES OFICIALES (r) QUE HUBIERAN PERTENECIDO A LA DINA O A LA CNI.
¿Y por qué ha podido regresar el mirista Marchant Moya, si fue condenado por asesinato múltiple y luego indultado y conmutado a extrañamiento? Por motivos "humanitarios" que le ha reconocido un juez de izquierda, Joaquín Billard, a su vez múltiple sentenciador de militares juridicamente amparados por la amnistía y la prescripción. Pero no hay motivos humanitarios para el brigadier (r) Wenderoth, que sólo pudo asistir al entierro de su señora esposado; peor suerte tuvo su camarada brigadier (r) Willicke (procesado en el caso Prats, a quien la jueza argentina María Servini de Cubría le dijo textualmente: "Yo sé que usted no tiene nada que ver en el caso Prats, pero quiero que me diga todo lo que hacía la DINA"). Los jueces de izquierda saben lo mismo que la magistrada argentina, pero mantienen a Willicke preso y no lo dejaron siquiera asistir al entierro de su mujer.
Que Sebastián Piñera, entonces, no pregunte a dónde se ha ido el apoyo que tenía. Porque la minoría silenciosa no le va a decir nada, precisamente porque es silenciosa y porque ya no tiene representación. Pero nunca más va a expresarse a favor de él en ninguna encuesta.
Que Sebastián Piñera, entonces, no pregunte a dónde se ha ido el apoyo que tenía. Porque la minoría silenciosa no le va a decir nada, precisamente porque es silenciosa y porque ya no tiene representación. Pero nunca más va a expresarse a favor de él en ninguna encuesta.
Escrito por HERMÒGENES PÈREZ DE ARCE.
1 comentarios:
Totalmente de acuerdo. Estamos viviendo en el pais de los simios donde se le presta atencon al primate que grite mas fuerte . Seria bueno q la television habierte hiciera un reportje de este asesino q se pasea libremente por el pais y q no le ha trabajado un dia a nadie. Hoy es mal visto ser de derecha mas q nada por el sentido plutocrata de la misma.
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