EN CHILE, ES PELIGROSO DECIR LA VERDAD.

Por Ciro Cárdenas.

Aunque no soy periodista, tengo bien claro que quienes apoyan a militares procesados y/o condenados lo hacen ofendidos porque en muchos casos los tribunales actúan como políticos de izquierda y no como jueces.

El caso Krassnoff no es el único respecto del cual los abusos procesales y la prevaricación resultan evidentes, como se describe muy suscintamente en este documento [+].

En mi opinión hay casos todavía más indignantes, como la arremetida judicial contra militares que en Corte Marcial sentenciaron el fusilamiento de Gregorio José Liendo (el siniestro Comandante Pepe) y otros por el ataque armado a un retén de carabineros en plena vigencia del Estado de Sitio decretado luego de la expulsión de la dictadura castrista.

Aunque fue ajusticiado por dirigir ese ataque, con anterioridad el sujeto había liderado infinidad de crímenes amparado por el gobierno de Allende que negó el auxilio policial y frenó la administración de justicia en los cientos de casos de asaltos a la propiedad agrícola que empezaron casi con su asunción a La Moneda.

Entre esos crímenes figura el asalto en noviembre de 1970 del fundo Tregua, cerca de Panguipulli donde TODA la banda que dirigía violó a la viuda dueña, señora Antonieta Maachel quien, mientras las bestias celebraban su hazaña en su comedor comiendo sus vituallas y bebiendo su vino, se suicidó incapaz de sobrevivir tamaña ignominia.

Tres huérfanos quedaron despojados de su legítima propiedad... y de todo derecho a reclamar justicia.

Pero Liendo no fue juzgado por este ni por otros crímenes similares (varios con resultado de muerte), el sujeto fue juzgado por el hecho consignado arriba y, contra el más elemental sentido de justicia, el régimen pasado (que presionó y cambió a muchos miembros de tribunales por gente de su color político) sometió a proceso a militares que no sólo no merecen esa suerte sino el reconocimiento agradecido de la mayoría de los chilenos.

La lucha de quienes han montado esta gigantesca operación cuyo principal objetivo es escabullir el juicio de la historia contra quienes quisieron cubanizar Chile, está destinada al fracaso.

Aunque los que alentaron a Liendo y siguen presentando su muerte como "asesinato" amenazan con violentas reacciones a quien ose poner en duda el condenado relato que distorsiona nuestra historia, la verdad, como las grandes aguas contenidas, finalmente encuentra el camino por donde seguir su curso.