viernes, julio 28, 2017

LAS IZQUIERDAS EXPLOSIVAS EN EL PODER.


Si usted está a favor de la libertad, del trabajo y de la propiedad privada, no significa que se ha convertido en un anti comunista que desea acabar con los que representan –legal o ilegalmente al comunismo- sino que simplemente, es una persona que tiene valores y virtudes bien cimentados, ha sido educado para construir una mejor sociedad, fundada en la familia y el respeto al derecho ajeno.
Hoy en día, los comunistas se llaman o se apodan de mil formas. Unos son progresistas, otros reformistas, tal vez se hacen llamar verdes –no les gusta que les digan lo que son, rojos-, y los más modernos se denominan Frente Amplio, Nueva Mayoría y muchos otros nombres temporales, porque al final, si llegan al poder, se vuelven a decir socialistas y en su momento, comunistas.
Antes sus banderas eran el proletariado, el campesino, el obrero. Atacaban a las clases medias porque decían que eran aliadas de la burguesía. Usaban nuevos términos para viejas palabras y por supuesto, la principal era…revolución.
Después de la caída del muro de Berlín, se les acabaron los verbos, los adjetivos y las promesas del paraíso en la tierra. Re enfilaron sus odios y redefinieron sus objetivos.
La familia, el matrimonio, el sexo, la religión cristiana y el amor, fueron señalados por el aborto, el divorcio, la ideología de género, el odio y el uso de las relaciones sin compromiso ni respeto entre unos y otros.
En Venezuela, Cuba, Nicaragua por ejemplo, en menor medida en Chile, Perú, Bolivia, Ecuador por otro lado, se han promovido desde el poder subliminales campañas, debates y leyes para promover todo lo que ayude a destruir lo que sostiene la sociedad y a la familia inclusive.
Eso es lo que hacen las izquierdas en el poder, se dedican a explotar, dinamitar, corromper, tratando de poner en un extremo a los que no comparten posiciones de esa naturaleza absurda.
Las izquierdas, si les permitimos nuevamente llegar al poder, destruirán aún más, fijándose en los niños y en los jóvenes para alienarlos y reducirlos a no pensar, a rechazar a sus padres, a provocarse de iras y odios, antes que de paz y progreso.
Por eso entre demócratas debemos criticarnos fuerte, porque al fin y al cabo, creemos en la libertad. Por eso entre demócratas tenemos que ser muy exigentes, para que los rojos, los comunistas, las izquierdas, no sigan destruyendo nuestras vidas, nuestras familias.

Ricardo Escudero.

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