PERDIERON LA VERGÜENZA.

Los amigos de este blog, sobre todo los más antiguos que conozco desde que escribía solamente en el blog de don Hermógenes, saben mi postura de siempre. Pienso que lo mejor para Chile, es, que la derecha deje el poder. No es posible seguir corriéndose hacia la izquierda; porque se pierden las ideas de derecha, y la izquierda, obviamente, se corre más hacia la izquierda para no perder la clientela. Esto lo mantuve desde que Piñera subió los impuestos “para parecer de izquierda”, e insistí en ello hasta que Pablo Longueira fue nuestro candidato. Se terminó, no va más, yo no voto nunca más por esta gente, ni por Matthei, ni por Lavín, ni menos por Piñera. Me aburrí de tanta payasada, de tanto oportunismo, y de tanta poca vergüenza. No vale ganar por ganar, hay que ganar para hacer algo, para proponer una idea, no se puede intentar ganar a cualquier costo, solamente para no perder. Fin del asunto, al menos para mí.

¿Que va a ganar Bachelet?. Si, va a ganar, porque la Concertación se ha manejado bien, porque la derecha ya no es derecha, porque Piñera está boicoteando la elección, y porque el populacho bárbaro quiere repartirse el botín. Todo esto lo puedo entender, pero no voy a aceptar que la candidata y su vocero, Joaquín Lavín, no entiendan eso de “vivir con honor, o morir con gloria”. Entiendo que hay que ser pragmático, tal como lo ha sido la Concertación, pero ellos no han renunciado a sus ideas, en cambio la derecha sí.

Esta generación de políticos de derecha no ha perdido las ideas, solo las esconden; pero perdieron la vergüenza, la decencia, y la dignidad. Prefiero a Jovino Novoa, que se retira dignamente, dejando su testimonio en un libro, antes que a cualquiera de los que están buscando una nueva oportunidad para figurar, para dar vergüenza ajena, y para hundir más a un sector político empantanado en su propia incapacidad para reformularse sin perder su esencia.

O la derecha vuelve a sus orígenes y se reordena en torno a sus verdaderos principios, o prefiero a la Concertación. Con la nueva derecha nunca más.

En consecuencia, y tal como lo he sostenido desde un comienzo, voy a votar por los candidatos a parlamentarios de la UDI, y dejaré en blanco o anularé el voto presidencial.

Máximo.