sábado, abril 27, 2013

CONFESIONES DE UN EX CNI. UNO SIEMPRE ES OFICIAL DE EJÉRCITO.



Comandante Iván Cifuentes, quien enfrenta dos cadenas perpetuas por la Operación Albania, da la cara para proponer una salida política para los ex agentes de seguridad de los años 80.
POR MAURICIO CARVALLO.

"SOY el comandante Iván Cifuentes, ¿mi nombre le dice algo?", preguntó al otro lado de la línea.

Como la respuesta fue negativa agregó como carta de presentación: "pertenecí a la CNI y al comando antiterrorista Cobra. Afronto dos cadenas perpetuas. Estoy procesado por las muertes y secuestros de las 12 personas de la operación Albania y me han llamado a declarar por los casos de Tucapel Jiménez y de Eugenio Berríos en Uruguay...".

Llamaba, explicó, impulsado por una reacción tras leer el reportaje "Los batallones olvidados", que se publicó en estas páginas el pasado domingo. El título coincidía con un libro que escribe sobre su vida militar y como en el artículo un ex oficial de la CNI coincidía con su pensamiento, ex compañeros creyeron que él era el personaje anónimo que expresó las vicisitudes que viven quienes sirvieron en la década del 80.

Cifuentes aceptó aparecer en fotos y con su nombre real. Era la primera vez que pasaba esto con un oficial de grado medio de la CNI y ello se explica porque los acontecimientos comenzaron a cambiar gracias a la Mesa de Diálogo.

El encuentro se produjo en un reservado del club de la Fuerza Aérea en el cual se reunen ex oficiales del Ejército - y donde a veces almuerzan con jueces que ven casos relevantes de derechos humanos- desde que el club militar de la Alameda fuera canjeado por el de Lo Curro.

Los casos

En persona, y a sus 45 años, el teniente coronel Iván Cifuentes Martínez todavía se ve imponente sobre su metro 84. Sin embargo, cuando exhibe fotografías de 1986 aparece una diferencia entre su nervioso aspecto actual con el autosuficiente de entonces.

Está separado, y de sus tres hijos, el mayor de 22 ya lo hizo abuelo. Un abuelo con demasiadas aventuras. El 78 fue un comando guerrillero que se internó en el sur argentino para la guerra inminente (ver recuadro) y cuando, años después, fue notificado de su detención por los casos de derechos humanos, empleó sus conocimientos para mantenerse tres meses prófugo. Bajó de peso, se cortó el bigote y se tiñó el pelo.

Posteriormente se entregó en forma voluntaria y permaneció un año detenido, solo, en el Batallón Logístico Limache. El ministro Milton Juica, que investiga la Operación Albania, aprobó recientemente su libertad bajo fianza con consulta a la Corte Marcial y espera su condena sin abogado, porque no puede seguir pagando los honorarios que aumentaron en proporción a la gravedad de los cargos.

Advierte que hablará en su propia representación, pero confiesa que saben de este encuentro los diez oficiales actualmente procesados por el caso Albania. Trabajó con ellos en la CNI desde fines de septiembre de 1986 a diciembre de 1987. "Un paso esporádico", según Cifuentes, pero que coincide con varios de los hechos más sangrientos que envolvieron al servicio de seguridad.

Ese paso lo marcó. Cuando después fue destinado a Coihaique sufrió una enfermedad depresiva. Por eso, dos años después se le dio trabajo en el Hospital Militar de Santiago y en la jefatura de Sanidad del Ejército, hasta que salió a retiro por inutilidad de segunda clase.

- ¿Tuvo que ver su enfermedad con la CNI?

- En alguna medida sí, porque llegando de Coihaique, el FMR trató de secuestrar a mi hijo del colegio. Recibí muchísimas amenazas de muerte por teléfono y, aunque vivíamos en edificio militar, me tiraban anónimos en sobres rojos por debajo de la puerta. Los niños tuvieron un tiempo con seguridad. Eso y otros problemas se encadenaron para que mi matrimonio se hiciera insostenible. Actualmente vivo solo. Constituye un gran dolor, y hablo por los demás en esto, el costo familiar y social que han tenido que asumir nuestros hijos. Porque uno no es delincuente, sirvió a su patria y cumplió las destinaciones que el mando estipuló que se debían cumplir.

- ¿Qué enfrenta?

- Además de las doce detenciones ilegales y doce homicidios como autor directo, cuando obtuve la libertad bajo fianza fui llamado a declarar por mi supuesta participación en el crimen de Berríos, cosa que no tiene nada de verdad, porque en ese tiempo trabajaba en el Hospital Militar y él murió en Uruguay. También fui interrogado sobre unas supuestas FAR, fuerzas armadas revolucionarias, porque una jueza sospechó que los ex CNI nos armábamos bajo las órdenes de Alvaro Corbalán para operar en contra de ministros y representantes del Poder Judicial.

- Y eso tampoco era cercano a la realidad porque después de mi detención lo único que quiero es normalizar mi vida y participar para nada en situaciones de este tipo. Estamos en otro período y en otra situación y ya nuestro dolor ha sido demasiado.
La "voluntad política"

- ¿Por qué decidió hablar con "El Mercurio"?

- Para mostrar nuestra realidad. Tenemos la obligación moral por nuestros compañeros detenidos como por las 287 víctimas de las FF.AA. Nuestras viudas y huérfanos aceptaron calladamente la muerte de sus maridos en el cumplimiento del deber. No fueron a Londres ni andan con letreros con los rostros de quienes les mataron.

- ¿Qué quiere decir con esto último?

- Que a sólo una parte se le da cobertura en todos los medios de comunicación para mostrar el dolor de quienes perdieron familiares en el gobierno militar. Pero no ocurre así del lado nuestro. Nadie habla de nosotros. Nadie sabe nuestro dolor social, profesional, de la marginación que hemos sufrido, incluso de nuestros pares. No tenemos trabajo y muchos perdimos los negocios que teníamos porque aparecimos todos los días en la prensa. Y es tan sucia esta situación, que el Ejército entregó las listas en cumplimiento de una orden judicial, pero a la semana éstas aparecieron completas en "El Siglo". Son enormes las presiones que ha sufrido el Poder Judicial por una causa emblemática política.

- Pero, ¿por qué buscarles soluciones a ustedes si no están dentro de la ley de amnistía ni en la Mesa de Diálogo?

- Pensamos que debe existir una salida política basada en la voluntad de dar estos problemas por terminados. La amnistía es de 1978 para atrás, pero para adelante siguió igualmente el gobierno militar y también se vivió una serie de combates contra la subversión y el terrorismo. En la medida en que no se encuentre solución global a este problema quedarán estos estigmas y estas aristas y continuará una situación de venganza.

- ¿Es que ustedes se sienten pagando los costos del régimen militar?

- Exactamente. Todos tenemos una situación judicial y económicamente complicada, ya que durante nuestro tiempo de detención acumulamos deudas y hoy en día nadie se nos ha acercado. Ni siquiera los diputados ni senadores que fueron afines al gobierno militar y tampoco quienes participaron en él. El hablar de nosotros ya es una mancha para ellos, en circunstancias que como organismo de inteligencia del Estado, la CNI logró, con su control de seguridad, que el país viviera y durmiera tranquilo.

- ¿Pero qué esperaban ustedes alfombras rojas y felicitaciones públicas?

- En el fondo, la CNI cumplió la "pega" que el Estado le encomendó. Todos obedecíamos órdenes. La CNI era un organismo cuyo jefe era un general de Ejército, con todo un sistema orgánico de mando, con estado mayor y cuarteles y regido por una disciplina militar. Desde el punto de vista judicial los superiores quedaron como encubridores o cómplices, pero solamente quienes éramos capitanes en esa época estamos asumiendo la condición de autores directos y materiales.

- ¿Entonces?

- No quisiera extenderme más allá en el tema porque tampoco quiero llegar a una polémica en medio de una situación judicial en proceso. La Corte Marcial cambió la tipificación del delito de la Operación Albania de violencia innecesaria con resultado de muerte a detención ilegal y homicidio. Y la causa pasó, con el mismo ministro, a la justicia civil.

- ¿Por lo tanto?

- Que nosotros pensamos, con una esperanza legítima, que en esta etapa debiera encontrarse una verdadera voluntad política que permitiera una salida con el fin de cerrar definitivamente esta situación. Y no llenar Punta de Peuco con 200 ó 300 militares más porque eso también traerá consecuencias.
El extrañamiento

- ¿Qué pasará cuando lo vayan a buscar?

- La verdad es que no he querido ni pensarlo, porque aún mantengo viva la esperanza de que también pueda recordarse la verdad del lado nuestro.

- El "vocero" aseguró que los ex agentes están dispuestos a proporcionar información que permitiría aclarar policialmente los casos a cambio de la reducción de las penas o de extrañamiento. ¿Está dispuesto a eso?

- A todo lo que vaya en beneficio de cerrar definitivamente las heridas, pero desconozco qué casos faltan por solucionar.

- Según el abogado Nelson Caucoto, más que la Operación Albania y la muerte de Tucapel Jiménez, hay que esclarecer el asesinato de Jecar Neghme y el caso de los cuatro desaparecidos de 1987. ¿Hay posibilidades?

- Lo desconozco. Yo en esa época estaba ante las puertas de la Academia de Guerra. Pero si hay alguien que pudiera entregar esa información, obviamente que sería interesante que lo hiciera, pero con el propósito de que esto sea en beneficio común. De tal manera que ayude y no sirva para generar venganza.

- ¿Han planteado sus problemas al Ejército?

- Se planteó a través de la Auditoría General de la institución. El general Torres Silva tuvo un compromiso más decidido que el actual auditor. Estaba preocupado por la situación que enfrentaríamos. El Comandante en Jefe creo que tiene la mejor voluntad de buscar una solución sin generar situaciones que podrían derivar en problemas más delicados.

- El general Juan Carlos Salgado reconoció a propósito de la Mesa de Diálogo que el Ejército estaba asumiendo los problemas del pasado...

- Es bueno que así se hable porque el Ejército es una institución permanente y los hombres pasamos. Nadie puede desconocer que el mayor peso lo ha llevado el Ejército. Partiendo por el general Pinochet que está enfrentando 126 querellas, hasta suboficiales detenidos con sus familias semi abandonadas.

- ¿Piden que se les permita salir del país?

- Hemos planteado la pena de extrañamiento. Yo, en particular, la aceptaría. El gobierno militar facilitó que mucha gente que hoy ocupa cargos políticos importantes se fuera con esa pena. Pero ahora los militares están presos y ninguno de los terroristas. Así como se indultó con penas de extrañamiento a los del atentado al general Pinochet, con el costo de la vida de sus cinco escoltas, y lo mismo ocurrió con los asesinos del general Urzúa, ¿por qué no se nos aplica lo mismo a nosotros?

- Lo más probable es que sea castigado con perpetua.

- Si las cosas siguen exactamente así como van... Pero la verdad es que esta situación me agotó, me cansó. El espíritu que me anima al realizar esta entrevista no es otro que mostrar una verdad que seguramente la mayoría desconoce. Incluso ya no nos quedan ni amigos.

- Lo curioso es que se digan inocentes cuando ya están próximos a recibir las penas.

- Pero basadas en presunciones. Porque ha habido cosas que se desconocen. Ha habido un aparataje estatal en contra nuestra. Por ejemplo, Investigaciones fue buscando a muchos ex agentes y les pagó por informaciones para que dijeran qué ése o aquél es culpable.
Las lealtades

- ¿La unidad "Cobra" que mandó debía proteger al general Pinochet?

- Su verdadera misión era ser una unidad antiterrorista del Ejército para ser empleada en el rescate de rehenes, asalto a embajadas. Pero después del atentado se acordó otorgarle a través de ella la mayor de las seguridades.

- ¿Qué impresión tiene del general Pinochet?

- Al revés de lo que muchos puedan pensar, es un hombre bueno, afable. En sus viajes a Coihaique era cariñoso con mis hijos durante los asados.

- Según habría declarado el general Humberto Gordon, recientemente fallecido, la CNI operaba bajo las órdenes expresas de Pinochet...

- Bueno, si era un organismo del Estado...

- Pero este organismo está acusado de planificar las más atroces muertes de la década del 80.

- Hoy todo el mundo diceeso en contra de la CNI. Nadie habla de los carabineros y militares muertos a mansalva. Y esos crímenes también fueron planificados y ejecutados como muertes atroces.

- ¿Nunca se opusieron a una orden si ésta iba contra sus principios?

- Por doctrina, en el Ejército nadie se opone a las órdenes. Pero yo no recibí ninguna que me haya significado tener que representar que estaba mal dada.

- ¿Dónde se generaban las órdenes que recibía la CNI?

- Era capitán y lo desconozco. Lo único que hay que tener claro es que era un organismo del Estado.

- ¿Cómo se impartían las órdenes?

- Como en un cuartel normal, a través de un comandante. Siempre en inteligencia existe el compartimentaje, sobre todo si se realizará una operación.

- ¿Hasta dónde pueden llegar las lealtades en los casos en que recibieron órdenes y son los subalternos quienes están pagando un alto precio?

- Se es leal o no se es leal. No vamos a ser desleales con nuestra institución y con los sagrados postulados del gobierno militar, el cual todos sabemos que puede haber tenido sus falencias, pero sacó a nuestro país muchísimo más adelante de lo que estaba.

- El "vocero" dijo estar dispuesto a la lealtad con los subalternos, pero no con los grados superiores porque dice que los abandonaron. ¿Está dispuesto a guardar silencio ni siquiera para salvarse?

- En este minuto no tendría que hablar..., pero no sé más adelante. No quiero aventurar un juicio ahora. Queda proceso todavía.

- ¿Pero se podrá esperar que se aclaren los crímenes a cambio de una compensación?

- Tendría que haber alguien que manejara este tipo de situaciones. Debe crearse una instancia que permita soluciones reales y no genere más problemas. En ese caso podría ser. Si hubiera una instancia que con seriedad y verdadera voluntad permitiera descifrar los casos aún sin resolver y a la vez nos ayudara a nosotros, cada uno sabría lo que tiene que decir.

- ¿Y el caso de los detenidos desaparecidos se podrá resolver?

- No sé nada de la Dina, pero pienso que si existe verdadera voluntad podría ser. Es un tema complicado. Hay un sector de la izquierda que quiere la venganza. Ya no quieren los cuerpos, sino conocer a los culpables y eso hace las cosas difíciles. La Mesa de Diálogo logró conciliar a las partes y ello puede ser el inicio de un buen término para todos los problemas.

- ¿Y usted no teme ser desde ahora reconocido?

- Ya nuestros nombres aparecen en Internet y bajo la situación que vivo el esconderme no conduce a nada. Creo que si describo nuestra realidad estoy beneficiando a otros que en este minuto no pueden hablar, porque están detenidos. Es sumamente importante dejar establecido que no somos delincuentes. Todos fuimos oficiales, provenientes de familias normales. También mi padre fue oficial de Ejército, así como hermanos y primos en servicio activo.

- Aunque la sociedad ya nos condenó, el compromiso con mi gente y mi familia es dejar claramente establecido que su hijo, padre, hermano, fue un hombre que tuvo que cumplir sus destinaciones como un profesional, como cualquier otro salido de una Escuela Militar y con un juramento a la bandera. Este domingo nuevamente los jóvenes uniformados jurarán. Eso lo llevarán por todas sus vidas, como nosotros. Uno es siempre oficial de Ejército, aunque esté en retiro. Establecerlo es mucho más importante que mostrar la cara.

Un Comando de Elite

EL comandante Iván Cifuentes ingresó a los 15 años a la Escuela Militar, cuando la Unidad Popular llegaba al gobierno (1970) y egresó como subteniente el año del golpe militar (1973). Ambos hechos influyeron profundamente en su carrera.

Realizó su curso de teniente en la Escuela de Blindados y fue destinado al Regimiento Dragones de Punta Arenas. El 76 aprobó el curso de comandos en esa ciudad con tal distinción que obtuvo el mando de la unidad.

Paracaidista y entrenado para la guerra de guerrillas, en 1978, cuando sólo tenía 23 años, preparó operaciones en el extremo sur argentino. Organizó y entrenó personal calificado, el cual se internó en territorio vecino para plantar armamento, munición y explosivos para futuras infiltraciones. Allí permanece todavía el material, lo que explica que cada cierto tiempo emerja removido por las ovejas.

Permaneció en Punta Arenas hasta fines de 1980. Fue destinado al Regimiento Exploradores de Antofagasta para hacerse cargo de la recepción de nuevo material blindado.

En 1983 fue nombrado jefe de la compañía de comandos de Antofagasta.

Dos años después se le destinó como oficial instructor de la Escuela de Paracaidismo que dirigía el entonces coronel Carlos Parera.

En 1986, bajo las órdenes del coronel José Zara, organizó "Cobra", la unidad antiterrorista de elite del Ejército, para lo cual eligió personalmente la gente que se necesitaría entre todos los comandos de la institución.

De "Cobra" salió destinado, a fines de septiembre del 86 a la CNI, donde sirvió hasta diciembre del 87.

En febrero del 88 ingresó a la Academia de Guerra. Tras egresar, tres años después, fue enviado a Coihaique. Allí se enfermó y fue sacado de su especialidad. Trabajó en el Hospital Militar y en la jefatura de Sanidad del Ejército, hasta que salió a retiro.

En casi toda su carrera el comandante Cifuentes estuvo en las fuerzas especiales. Pertenece al arma de Caballería Blindada. Es comando de paracaidistas y oficial del estado mayor.

Enfrentando los Casos

- HUBO 12 secuestros y homicidios en la Operación Albania...

- No necesariamente. Hubo enfrentamientos. A mí nadie me ha comprobado nada y de la noche a la mañana aparezco como autor directo junto a otros cinco oficiales. Solamente se basan en presunciones.

- Pero está comprobado pericialmente que los sacaron la noche anterior de la CNI y los llevaron a una casa donde los ametrallaron a corta distancia.

- Efectivamente, eso está probado en los peritajes, por lo menos en las siete muertes de la calle Pedro Donoso...

- Por lo tanto, son homicidios.

- La Operación Albania tiene varios sitios del suceso...

- ¿Cómo ocurrieron entonces los hechos?

- No sé, porque no participé en la operación.

- ¿No?, ¿qué hacía mientras se desarrollaba?

- Me encontraba en el edificio de las FF.AA. estudiando para la Academia Militar y me enteré por la radio.

- ¿Pero reconoce alguna responsabilidad?

- Mi paso fue tan corto en la CNI que básicamente estuve dedicado a estudiar. Ocurrió la Operación Albania mientras estaba allí y obviamente me complicó.

- Es curioso que no haya tenido nada que ver...

- Así ocurrió. Así está establecido en el proceso, por lo menos ésas son mis declaraciones. Desconozco lo que otras personas han hablado.

- Usted declaró que no ha participado en ningún crimen...

- En nada. Es imposible que pueda ser autor de doce muertes en un día.

- Pero basta una sola para procesarlo.

- Claro, pero en este minuto estoy procesado como autor directo de doce detenciones ilegales y doce homicidios realizados en un día.

- ¿Por qué se realizó la Operación Albania?

- Desconozco cómo se gestó. Pero fue producto de la lucha constante contra el terrorismo.
"Causa emblemática"

- ¿Por qué aparecen siempre los mismos nombres en los procesos más importantes, como los de Carrasco, Albania, Jiménez y Berríos? Siempre está usted y otros cinco.

- Me da la impresión de que los ministros dicen sin base que somos los mismos responsables. De hecho, me llamaron a declarar por la muerte de los cuatro profesionales (caso Carrasco) y resulta que cuando murieron en la noche del atentado al general Pinochet, aún no pertenecía a la CNI. Estuve dos días rastreando posibles terroristas en El Melocotón con mi amigo el brigadier Zara, mandando la unidad "Cobra".

- Se interpreta que con la operación Albania del 87 culminó el propósito de eliminar a dos personas por cada uno de los muertos del atentado a Pinochet el 86...

- Yo no estaba allí y no quiero arriesgarme en una respuesta cuando el proceso está vigente. Pero la Operación Albania es una causa emblemática. Más allá de la investigación de los culpables y de los crímenes, representa una lucha de la Concertación contra la CNI. Le interesó los casos Letelier, Prats, Jiménez, Albania, degollados y Neghme porque solucionándolos creen calmar las presiones de la izquierda.

- ¿Por qué lo acusan en el caso Berríos? ¿Estuvo en Uruguay alguna vez?

- Nunca.

- ¿Conoció a Berríos?

- Tampoco. Sólo sé lo que está en los diarios.

- El caso Jecar Neghme necesita mucha información...

- Yo estaba en la Academia de Guerra cuando murió.


EL MERCURIO.

2 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

debe ser una entrevista antigua, Ivan esta fallecido hace varios años

11:15 p. m.  
Blogger Makeka Barría ha dicho...

Lo sé.... es una antigua entrevista....

12:28 a. m.  

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