lunes, julio 15, 2019

@sebastianpinera Y HOMENAJE AL "COMANDANTE PEPE".



En el Diario Oficial del 6 de julio último se publicó el Decreto N° 32, dictado "por orden del Presidente de la República" y firmado por su Ministra de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, Consuelo Valdés Chadwick, que ordena instituir como "monumentos nacionales" los recintos en que operó y fue capturado en 1973 el guerrillero José Gregorio Liendo, mejor conocido como "Comandante Pepe".

Se trata de un lugar de culto,  para que los chilenos de hoy y mañana se prosternen ante una figura histórica que se esforzaba en el noble propósito de hacernos pasar a una mejor vida.

Este homenaje presidencial seguramente se justifica por la admiración que debe haber despertado en el Jefe del Estado la siguiente frase del egregio Comandante Pepe, dicha a la periodista Nena Ossa, en entrevista personal con ella de 1972, reproducida en su libro "Allende, Thank You": 

“Nena Ossa: ¿Cuál es el plan de fondo de ustedes, a corto mediano o largo plazo?
“Comandante Pepe: Tomarnos los campos y los pueblos del sur, violentamente si es necesario, mientras en Santiago el MIR se toma la ciudad y bajan a unirse con nosotros a medio camino.

Nena Ossa: O sea, la idea es tomarse todo Chile violentamente. ¿No les molesta que muera gente?
"Comandante Pepe: Claro que violentamente. Tiene que moruir un millón de chilenos para que el pueblo se compenetre en la revolución y esta se convierta en realidad. Con menos muertos no va a resultar".
Esta generación guerrillera de 1972 en el campo Punto Cero en Cuba, y en Argel y Libia. Pero los abyectos militares que les impidieron su propósito, por lo menos hoy lo están pagando caro.
Los cientos de querellas de la Concertación y las mil y tantas de Piñera y Ubilla los han encerrado en los penales,  como se merecen por haber frustrado el logro epónimo de llevar a un millón de chilenos a una vida mejor. Y estos uniformados están muy justamente, además, sujetos a aleccionadoras leyes de libertad condicional que no les permitirán acceder antes del año 24.000 (como se les comunica en sendos y serios oficios de Gendarmería).
La sabia, homérica y sabia frase "tiene que morir un millón de chilenos, para que el pueblo se compenetre de la revolución", debe haber cautivado a Piñera, más que las de Volodia a quien describiera como "un grande de la historia de Chile" y que las de Chávez, en cuya capilla ardiente hizo guardia de honor vis-a vis con Raúl Castro.


¡Estas son las circunstancias que el gobierno de Chile Vamos a la iquierda quiere destacar! No la horrorosa cita de la frase de Pinochet sobre la derrota del marxismo, que llevó al mismo Piñera a ordenar a su entonces Ministra de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, Alejandra Pérez, a despedir al director del Museo Histórico que había permitido presentarla, junto a la efigie del General en una muestra. La actual ministra en cambio, que por algo llevan el tranquilizador apellido "Chadwick", si conoce la vocación histórica del Presidente y ha obedecido felíz la orden de firmar el decreto que rinde homenaje e instala como monumentos nacionales los recintos donde el Comandante Pepe quiso llevar a cabo su histórica tarea.

El decreto también afirma que el Comandante fue detenido utilizando un "montaje comunicacional  conocido como "Plan Zeta", ideado por los servicios de seguridad de la Armada de Chile y utilizado como discurso de legimación del Golpe de Estado".
¡Que canallada de los marinos! ¡Y que digno compromiso de Piñera y su Ministra con la izquierda al delatarla! ¡Que brillantes han estado ambos para esclarecer la memoria de los chilenos!

¡Volodia, Gladys, Sebastián y Consuelo, el marxismo en armas chileno nunca olvidará los servicios que habéis prestado, ni los homenajes tributados (ni los dineros recibidos). ¡Hasta la victoria siempre!

Hermógenes Pérez de Arce,

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