sábado, febrero 25, 2017

LA REAL CARA DEL FALSO INDEPENDIENTE.


Incrédulos, inocentes o despistados, cualquiera sea su característica, quien continúe creyendo que el senador Alejandro Guillier es un ‘independiente está en un grave error, que, de persistir, le puede costar caro al país.
La mayoría de la población dio vuelta la espalda al frustrado intento de Bachelet y de su Nueva Mayoría de refundar el país, situándolo en la vía del socialismo. Hoy, también una mayoría declara que aún no sabe por quién votará para Presidente en noviembre próximo y un buen número de incautos confiesa su inclinación hacia el único candidato oficialmente proclamado hasta la fecha, Alejandro Guillier.
Para justificar esta preferencia lo caratulan de “cara nueva” no contaminada con la política tradicional y que lo más atrayente es que se trata de un ‘independiente’.
Todo esto, es un conjunto de errores.
Desde su vida de universitario cuando se adentró en el mundo de la sociología, Guillier se identificó con la izquierda y,  dentro de ésta, con la doctrina socialista más ortodoxa. De hecho, sus mejores amigos pertenecen al ala dura del PS con quienes suele reunirse en el condominio que comparten en los altos de Algarrobo. Es más, llegó al Congreso en un cupo de dicha colectividad.
Su vínculo con el radicalismo sólo se remite a su membresía en la masonería, en la cual detenta el grado de maestro, algo no menor.
Es hijo del actual sistema político y forma parte de una  clase que carga con una repulsa de un 94% por parte de la ciudadanía. Por tanto, no es parte de ninguna nueva política: es tan tradicional como los demás y se mueve al interior del mismo saco que los demás.
Al margen de estos engaños en los que ha caído un porcentaje de la población, lo más peligroso es que Guillier es fruto de un invento del PC para cerrar la puerta al “conservador y retrógrado” Ricardo Lagos, y es esta colectividad la que lo mueve cual muñeco direccionable.
En la oblicuidad de sus siniestros movimientos, el PC ‘oficialmente’ anunció que en marzo decidirá cuál será su candidato. Desde que lo eligió como instrumento –por iniciativa personal de Camila Vallejo–, pasó a ser su carta oficial y, con la organizada disciplina de siempre, ‘interviene’  en las encuestas para situarlo en una posición ventajosa y forzar, así, la bajada de Lagos.
Con motivo de la proclamación de Guillier por parte del PR, acudieron a ésta Juan Andrés Lagos, ex ARCIS y hombre fuerte al interior del comité Central, y el jefe metropolitano del comunismo, Manuel Hernández. La mesa en pleno lo recibió en un almuerzo, tras el cual el presidente Guillermo Teillier  reveló que “estamos de acuerdo en su postura de que hay que agudizar las reforma estructurales que este Gobierno no pudo completar” y recalcó que “sobre todo, coincidimos con él en la forma en que piensa hacerlo”.
Fue el PC el que le fijó un cronograma de entrevistas “con el pueblo” para plasmar en su futuro programa de Gobierno “lo que la gente quiere”, esto es, la fórmula que a Bachelet le fracasó con la fallida Asamblea Constituyentes y sus anunciados plebiscitos y referendos.
Recientemente, el diputado Lautaro Carmona, y mano derecha de Teillier, manifestó que “la única pugna presidencial posible es la de Guillier cony Piñera” y su colega Camila Vallejo, por enésima vez, ponderó los atributos del senador, aunque nadie  —al margen de ella–  los conoce.
En reacción a tan elogiosos conceptos, el presidente del radicalismo, Ernesto Velasco, salió a agradecerlos: “”es un acto de racionalidad política importante, porque ese es el sentido de realidad que todos deberíamos tener”. Pero su júbilo lo llevó a revelar una veracidad que muchos la omiten por la monserga del candidato de que es ‘independiente’: “los siete partidos que forman parte de la Nueva Mayoría son la expresión plural y diversa de la centroizquierda. Lo que hay es la voluntad de proyectar a la Nueva Mayoría y con eso reafirmamos que el PR está por continuar formando coalición tanto con el PC como con el resto de los partidos del sector”.
Queda claro, y es hora de que la gente deje de “pisar el palito” en cuanto a que Guillier no es más de lo mismo.  El real el objetivo de quienes están detrás suyo es que sea un instrumento para perpetuar la fracasada Nueva Mayoría, en, en la cual el Partido Comunista ha llevado siempre la voz cantante.
El candidato no es nada nuevo ni menos ‘independiente’.
Por si algún bobo aún no lo sabe o lo ha olvidado, el Gobierno de la Nueva Mayoría tiene, hoy, apenas un mísero 15% de aprobación popular. Es el momento de ponerse a pensar un poquito…

Raúl Pizarro R.

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