REGISTRO CIVIL Y EL ESTADO PARÁSITO.
Veintiocho días enteró la huelga ilegal del Registro Civil. Más de un millón de trámites no se realizaron: el Estado dejó de prestar aquel servicio a la ciudadanía.
Javiera Blanco, afirmó el fin de semana que este 26 de octubre, los funcionarios deberían trabajar "si o si"; desde luego eso no ocurrió. Aunque el nuevo director Luis Acevedo -ex mandamás de la Tía Rica-, anunció que algo más de un centenar de puestos móviles podrían atender, pero solo algunos requerimientos de menor complejidad. Labor que estaría a cargo de empleados del Ministerio del Interior.
La paralización es ilegal. Sin embargo, no se ha descontado un solo día a los huelguistas y, aunque Acevedo dejó entrever que podrían producirse despedidos, la dirigenta Nelly Díaz reaccionó de inmediato señalando que no se tocará a un solo funcionario.
Según consigna el sitio web de Transparencia, el Servicio cuenta con 3.301 funcionarios, pero solo 116 son de planta.
En consecuencia, no solo es éste un gobierno inoperante, incapaz de encarar una huelga ilegal, y al que no parece preocuparle en demasía el malestar ciudadano por la desatención. Se trata una administración que trasgrede sus propios objetivos al utilizar "rompehuelgas" para dar alguna señal de precaria normalidad. En dirección opuesta a lo que pretende con su reforma "sindical" para el sector privado.
Sin embargo en definitiva, el Estado es el peor empleador y pagador de Chile. Mal empleador: porque mantiene a decenas de miles de trabajadores del sector público a contrata durante años. Paga tarde, mal y nunca: recuérdese la deuda hospitalaria. La ministra de Salud Carmen Castillo reconoció en la Cámara que el Fisco debe a los proveedores privados la enorme suma de $ 246 mil millones de pesos, al 30 de septiembre de 2015.
Pero, esto no se detiene aquí. El Presupuesto 2016 considera aumentar en 40% el personal a contrata los que llegarían a 41.862 plazas. Lo que significa 8.512 ingresos por esta vía, más que en 2013, creciendo 25,5%
Esto no considera asesores cuyo nivel de sueldo simplemente escandaliza.
Un dato de interés. El Estado, según la Dirección de Presupuestos (2014), contaba a 2013, con 31.000 trabajadores a honorarios. Y la dotación de funcionarios llegaba a 249.278 personas de las cuales el 34% era de planta y el 52% a contrata ¿se justificarán?
En el caso de Registro Civil, los 116 funcionarios de planta, según el mismo sitio web de Transparencia, tienen un promedio de sueldo de $ 1.475.459 mensual. En tanto, el promedio de quienes están a contrata asciende a $ 876.474 brutos.
¿Qué hacer con el Registro Civil y otros Servicios Públicos, los que paralizarán el miércoles 28 en apoyo a sus colegas?
Sin duda, el camino correcto no es el que sigue la administración Bachelet de contratar hasta que duela.
Lo racional sería contar con un Estado pequeño en tamaño pero altamente eficiente en el desempeño de su labor ireemplazable en muchos aspectos, pero no en estas situaciones de paroxismo burocrático, aquello que produce esa "sensación" tan desagradable que hace presa de quienes concurren a las oficinas públicas y deben esperar horas para ser atendidos.
En el caso del Registro Civil debiera digitalizarse al máximo la entrega de certificados a distancia. Y dejar a un grupo de profesionales o gente con experiencia, la entrega de documentos tales como cédula de identidad o pasaporte.
Esta política de incrementar la falange de empleados fiscales, como si la mano de obra se fuera a extinguir en el país, debe cesar de una vez. Porque las prestaciones del Estado, en la actualidad son impresentables. Y esto lo pueden comprobar todos los mal llamados "usuarios"; en la práctica, ciudadanos inermes a merced de un Estado que tiende cada vez más a la ineficiencia para convertirse en un parásito.
DespiertaChile.
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