REVELADORAS REACCIONES EN CHILE ANTE CRISIS VENEZOLANA.
"Los mismos que en Chile defienden el derecho a movilizarse censuran a los jóvenes venezolanos por protestar... "
Ha sorprendido la declaración emitida por la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile en la cual cuestiona a los universitarios venezolanos que han protagonizado masivas protestas por la situación de inseguridad en ese país y exigen la liberación de sus pares detenidos. En un comunicado difundido el fin de semana, la misma federación que reivindica en Chile su derecho a movilizarse por sus demandas y que ha hecho de las marchas callejeras una herramienta de acción política recurrente, censura a los jóvenes de Venezuela por usar similar estrategia, y los acusa de ponerse "del lado de la defensa del viejo orden, opuesto al camino que el pueblo ha definido".
Para la FECh, lo que hay tras las protestas no es un legítimo malestar ciudadano, sino mero "golpismo". Y, más allá de lamentar y pedir que se haga justicia por las muertes ocurridas, no critica la represión gubernamental ni la actuación de los violentos "colectivos" armados que atacan a los manifestantes; tampoco, el "apagón" informativo, que llevó incluso a cortar la señal del único canal que, en vivo, daba cuenta de las protestas. En cambio, sí arremete contra la prensa por una supuesta "manipulación de imágenes e información", que "deslegitima la profesión periodística".
La declaración de la FECh contrasta con la preocupación frente a la situación venezolana expresada por organismos de derechos humanos a los que malamente podría acusarse de golpismo, como Amnistía Internacional o Human Rights Watch, o con los informes de la relatoría especial sobre libertad de expresión de la OEA, que ha denunciado las frecuentes vulneraciones de ese derecho por parte del régimen chavista. Así, más que ofrecer nuevas perspectivas para comprender los problemas de la nación sudamericana, el comunicado de esa federación es revelador del rumbo que inspira a sus dirigentes, para quienes su simpatía hacia el régimen de Venezuela parece pesar más que el respeto hacia derechos básicos o que alguna solidaridad mínima hacia quienes son también estudiantes que defienden lo que creen justo. Tal actitud podría ser otra manifestación del dogmatismo que se extiende por sectores del movimiento estudiantil y que ya se expresó, por ejemplo, en la dura oposición que terminó derribando a quien había sido designada subsecretaria de Educación del próximo gobierno.
La crisis venezolana también ha puesto en evidencia otras situaciones en el cuadro político chileno. Ya ha sido comentada la opuesta visión del asunto por parte del Partido Comunista -para el cual las protestas contra el gobierno de Nicolás Maduro serían "sedición"- y la Democracia Cristiana, que ha solidarizado con los manifestantes. Incluso, en esta misma edición, el senador Patricio Walker, de esta última colectividad, entrega un certero diagnóstico, al afirmar que la represión hacia los jóvenes venezolanos "da cuenta de un gobierno que si bien es legítimo en su origen, porque fue elegido por la gente, se comporta en la práctica como una dictadura, porque está conculcando los derechos y libertades más básicas de los ciudadanos venezolanos". Tal contraste de postura puede, por cierto, dar lugar a complejos dilemas para el gobierno de la Nueva Mayoría, a la hora de fijar posiciones en este tema.
En este contexto, es destacable la declaración emitida ayer por el Presidente Piñera en relación a la crisis, al llamar al respeto del Estado de Derecho y de las libertades públicas, pero evitando intervenir en la situación interna de ese país.
Para la FECh, lo que hay tras las protestas no es un legítimo malestar ciudadano, sino mero "golpismo". Y, más allá de lamentar y pedir que se haga justicia por las muertes ocurridas, no critica la represión gubernamental ni la actuación de los violentos "colectivos" armados que atacan a los manifestantes; tampoco, el "apagón" informativo, que llevó incluso a cortar la señal del único canal que, en vivo, daba cuenta de las protestas. En cambio, sí arremete contra la prensa por una supuesta "manipulación de imágenes e información", que "deslegitima la profesión periodística".
La declaración de la FECh contrasta con la preocupación frente a la situación venezolana expresada por organismos de derechos humanos a los que malamente podría acusarse de golpismo, como Amnistía Internacional o Human Rights Watch, o con los informes de la relatoría especial sobre libertad de expresión de la OEA, que ha denunciado las frecuentes vulneraciones de ese derecho por parte del régimen chavista. Así, más que ofrecer nuevas perspectivas para comprender los problemas de la nación sudamericana, el comunicado de esa federación es revelador del rumbo que inspira a sus dirigentes, para quienes su simpatía hacia el régimen de Venezuela parece pesar más que el respeto hacia derechos básicos o que alguna solidaridad mínima hacia quienes son también estudiantes que defienden lo que creen justo. Tal actitud podría ser otra manifestación del dogmatismo que se extiende por sectores del movimiento estudiantil y que ya se expresó, por ejemplo, en la dura oposición que terminó derribando a quien había sido designada subsecretaria de Educación del próximo gobierno.
La crisis venezolana también ha puesto en evidencia otras situaciones en el cuadro político chileno. Ya ha sido comentada la opuesta visión del asunto por parte del Partido Comunista -para el cual las protestas contra el gobierno de Nicolás Maduro serían "sedición"- y la Democracia Cristiana, que ha solidarizado con los manifestantes. Incluso, en esta misma edición, el senador Patricio Walker, de esta última colectividad, entrega un certero diagnóstico, al afirmar que la represión hacia los jóvenes venezolanos "da cuenta de un gobierno que si bien es legítimo en su origen, porque fue elegido por la gente, se comporta en la práctica como una dictadura, porque está conculcando los derechos y libertades más básicas de los ciudadanos venezolanos". Tal contraste de postura puede, por cierto, dar lugar a complejos dilemas para el gobierno de la Nueva Mayoría, a la hora de fijar posiciones en este tema.
En este contexto, es destacable la declaración emitida ayer por el Presidente Piñera en relación a la crisis, al llamar al respeto del Estado de Derecho y de las libertades públicas, pero evitando intervenir en la situación interna de ese país.
El Mercurio.
1 comentarios:
borregos niñatos de la DEMENCIA MARXISTA LETRINOAMERICANA.
ESPERO LO PAGUEN CARO MAS TEMPRANO QUE TARDE, pijas burguesotas guapas COMUNISTONAS como la Camila y ésta otra.
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