PIÑERA: IMPROVISACIÓN Y BOCHORNO.
Sebastián Piñera insiste en realizar una ceremonia para recordar los 40 años del Once de Septiembre, en La Moneda.
Por lo visto estamos frente a una de esas decisiones voluntaristas impropias. Porque el gobernante parece no entender que solo le resta un semestre a su administración y que en esta oportunidad, él, no postula como candidato a la primera magistratura del país.
Otra evidencia de lo anterior, es la nutrida agenda legislativa. Sin embargo este no es su primer o segundo año en el poder. El Congreso, donde el 76% de los parlamentarios trata de reelegirse, difícilmente podrá tramitar esa treintena de proyectos en carpeta.
De manera que se podría esperar del mandatario que se dedicara a concluir su período, de este modo: legislando hasta el último día. Es su prerrogativa y la labor para la cual fue elegido.
Pero optó además, por copar la agenda política, sin retirarse a un discreto segundo plano, evitando en lo posible, durante los meses postreros de su administración, incursionar en lo contingente. O al menos dejar ese espacio para la abanderada del oficialismo.
No ocurre así. Y en forma imprevista surgió esta iniciativa de convocar a una especie de liturgia republicana, a cuarenta años de la intervención militar. Para cuyo efecto, se pensó en invitar autoridades de primer orden, incluidos los ex Presidentes: todos declinaron.
Bachelet porque siente que ella es la figura central. Lagos porque estará fuera de Chile y Frei por razones de salud. En cuanto a Patricio Aylwin no se sabe si contarlo como invitado o como acusado, dado su protagonismo de otrora.
Eso es evidente, desde el momento que Piñera habló de una política sistemática de atropello a los DDHH "después del 11" y que existieron "cómplices pasivos" que "sabían y no hicieron nada o no quisieron saber y tampoco hicieron nada. También hubo jueces..." aseguró.
Extraño. La Democracia Cristiana, como todos saben contribuyó al Pronunciamiento Militar y luego participó, con muchos de sus altos dirigentes, en el Gobierno de las FFAA. Quizá a Patricio Aylwin le venga el sayo de la complicidad pasiva o activa. No se sabe.
Como sea, Palacio prefirió abrir las puertas, ampliando el arco de asistentes a la persona de los candidatos presidenciales. Evelyn Matthei - dañada por los conceptos presidenciales -, aceptó de inmediato. ME-O estudiaba y Parisi auscultaba el ambiente - poco propicio -; Marcel Claude y Roxana Miranda declinaron con fuertes y descalificadoras expresiones. Una doble pérdida para el acto republicano del lunes 9 de septiembre, ya venido a menos con tanta deserción.
DespiertaChile.org
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