domingo, diciembre 30, 2012

THE ECONOMIST CRITICÓ LOS ATAQUES DE CRISTINA KIRCHNER A LA JUSTICIA.

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Plenario de la Corte. La revista The Economist elogia a los miembros del tribunal, pero crítica los ataques K./TELAM.

En una nota enumeró las descalificaciones de la Presidenta a la Corte y a otros jueces.



La prestigiosa revista británica The Economist criticó la embestida de la presidenta Cristina Kirchner contra la Justicia en general y contra el Grupo Clarín en particular.

En una nota fechada en Buenos Aires por un enviado especial, la revista que más influye en el mundo de la economía de Europa y Estados Unidos analizó los pasos del Gobierno frente al debate judicial por la ley de medios.

“Las fiestas parecen inspirar más beligerancia que alegría en el gobierno de la presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner. Se ha pasado gran parte de los últimos tres meses batallando con sus acreedores extranjeros, las empresas de medios y los sindicatos. Ahora, con señal preocupante para la salud de las instituciones democráticas de Argentina, las emprende también con el poder judicial ”, empieza la nota.

Después de criticar la influencia de Carlos Menem sobre la Corte en los noventa, elogió a Néstor Kirchner porque “desafió la tradición que tenía su partido peronista de inmiscuirse en el poder judicial nombrando una serie de jueces altamente respetables y volvió al número original de miembros de la Corte. Cristina Fernández, su esposa, era por ese entonces senadora y empujó dichas reformas a través del congreso legislativo”.

“Sin embargo, el manejo de Kirchner de los tribunales de primera instancia fue lejos menos noble . En 2006 cambió la composición del consejo que nombra a los jueces con el objetivo de que el ejecutivo tuviese poder de veto. En general, los tribunales de justicia todavía no remontan, ya que un informe reciente publicado por The World Economic Forum lo clasificó en el puesto 133, de 144 países, en independencia judicial y por debajo de todos los demás países latinoamericanos, excepto de Paraguay, Nicaragua y Venezuela”, resalta el artículo de la revista.

Recuerda que en la campaña del 2007 Cristina prometió mejorar la calidad de la democracia. “Sin embargo, parece que su apreciación de la independencia judicial se evaneció ahora que los tribunales han comenzado a fallar en su contra”, subraya.

“La principal queja de la presidenta acerca del poder judicial tiene que ver con el tratamiento de la Corte de su conflicto con el Grupo Clarín , que es el conglomerado de medios más grande de Argentina. En 2009 el Congreso aprobó una ley que forzaba a la empresa, cuyos periodistas han sido especialmente críticos del gobierno, a desprenderse de gran parte de sus canales de televisión y emisoras de radio en el plazo de un año.

Clarín inmediatamente pidió una medida cautelar que impide la implementación de estos artículos por tres años, a fin de que la empresa disponga de tiempo para apelar la constitucionalidad de la ley”.

Luego indica que “Cristina Fernández hizo todo lo que estaba a su alcance para que transcurriera el tiempo de la medida cautelar. Ello permitiría que la ley entrara en vigor forzando a Clarín a vender su patrimonio antes de que un juez pudiera fallar la inconstitucionalidad del requisito. En los dos meses anteriores al vencimiento del plazo establecido del 7 de diciembre, el gobierno solicitó la recusación de casi todos los jueces involucrados en el caso, alegando que tenían lazos comprometedores con Clarín —desde asistir a conferencias organizadas por las subsidiarias de la empresas hasta que habían fallado anteriormente a favor de sus afiliados ...” Más adelante agrega, “el poder judicial, no se dejaría amedrentar. El 4 de diciembre, el tribunal a cargo del caso rechazó las dos solicitudes de recusación. Dos días después, un grupo asociado de jueces publicó un comunicado de prensa en términos sumamente duros advirtiendo que el “uso excesivo de recusaciones” era una amenaza para la autonomía garantizada constitucionalmente y “como consecuencia, para todos los ciudadanos de la nación””.

Después de que la Cámara en lo civil y comercial ampliara la cautelar, “la Presidenta tomó la dirección opuesta y empezó a forzar un pronunciamiento rápido la constitucionalidad de la ley . Haciendo uso del nuevo poder que le confirió el Congreso, el ejecutivo le pidió a la Corte la aplicación del per saltum y fallar con el máximo de celeridad, teniendo en cuenta su “gravedad institucional”. El 10 de diciembre, el tribunal superior rechazó el pedido”.

“Esta demostración de independencia judicial enardeció a la Presidenta. Primero despachó a Martín Sabbatella ... y calificó la nueva medida cautelar de “vergonzosa”, quejándose de que el poder judicial “no estaba preparado para luchar con las corporaciones porque está colonizado en gran parte por esas mismas corporaciones”, indica.

Después de la absolución de los 13 acusados por el caso de Marita Verón, “la Presidenta embistió a la Corte, acusando de corrupción a los jueces ... También llamó a una nebulosa “democratización” del poder judicial, que podía simplemente referirse a la implementación de un sistema de jurado ya aprobado. Pero también podría interpretarse como la elección de jueces por voto popular: una reforma que requeriría enmendar la constitución, que de todas maneras Cristina tendría que hacer si quiere gobernar un tercer período en 2015”.

“Tal vez la síntesis más sucinta de la posición del gobierno la dio Juan Manuel Abel Medina, el jefe de gabinete, el 17 de diciembre cuando dijo que el manejo del caso Clarín por el tribunal era una “cámara de mierda”. El peligro es que esos ataques al prestigio del poder judicial se transformen en una profecía autocumplida ”, finaliza la nota de The Economista.

Traducción de Cecilia Benitez.
CLARIN.COM
DESPIERTACHILE.CL

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