domingo, diciembre 30, 2012

¿ERRORES O TENDENCIA EN LA FUGA DE HANS NIEMEYER?


En el ejercicio de sus facultades constitucionales, el Presidente de la República pidió a la Corte Suprema, investigar las responsabilidades judiciales en la fuga de Hans Niemeyer, procesado por colocación de artefacto explosivo con fines terroristas. El presidente del máximo tribunal, reconoce que efectivamente se produjo un "error" y que la indagatoria permitirá establecer sí se trató de un yerro "grave o leve" lo que permitió al imputado desaparecer el 7 de diciembre. Supuestamente, dicho sujeto, estaría en un país europeo, desde donde difícilmente el Estado de Chile logra éxitos en materia de extradición, llegado el caso.

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Ballesteros argumentó que " desgraciadamente se cometió un error en una situación tan especial como la del señor Niemeyer ; se podría haber cometido un error en cualquier otro caso, pero NO HAY SEGUNDAS INTENCIONES. La investigación calificará sí el error es grave o leve "

Es la primera vez que Sebastián Piñera recurre a esta normativa, según explicó el ministro del Interior Andrés Chadwick al entregar el escrito correspondiente. El fiscal judicial Juan Manuel Escandón  debía entregar ayer el pre informe a la Fiscal  Mónica Maldonado.

Esta vez, la relación de ambos Poderes - Ejecutivo y Judicial -, no registró el cruce de duras declaraciones como aquellas que caracterizaron la gestión de Rodrigo Hinzpeter, a propósito de casos tanto o más importantes que el de Hans Niemeyer. Es necesario recordar el llamado caso "Bombas" o el de Luciano Pitronello, todos estrechamente relacionados con las actividades terroristas protagonizadas por grupos anarcos. Todos los procesados, en el caso "Bombas" fueron exculpados y sobreseídos y aguardan ahora el resultado de acciones indemnizatorias emprendidas contra el Estado. En cuanto a Pitronello los jueces consideraron que éste no cometió un delito terrorista sino que "sólo" el de daños.

Es el problema planteado por el criterio ultra garantista que llevó al primer mandatario a ordenar al ministro de Justicia el estudio de una reforma a la Reforma Procesal Penal. El titular de esa Secretaría de Estado fue alejado y corresponderá en consecuencia a Patricia Pérez presentar durante el mes de enero dicho texto, lo que vendría a cumplir en parte una de las promesas pendientes de la campaña presidencial por parte de Piñera : terminar con la fiesta de los delincuentes y la llamada puerta giratoria.

Sin embargo, más allá de materializar lo anterior,  lo cual será objeto de un larguísimo trámite legislativo, existe una corriente que agrupa corporativamente a los jueces más jóvenes, denominada "Jurisdicción y Democracia" y es conocida por su "hiper garantismo" tendencia que en la reciente elección de la Asociación de Magistrados contó 170 votos. Se presume que la próxima ocasión ganarán. Ellos consideran que hay una excesiva concentración de funciones en el Poder Judicial. Esgrimen su modernización. Y el garantismo liberal es su doctrina. Niegan filiación política. Y contradicen que el juez hable a través de sus fallos como era lo tradicional. Pero consideraban al magistrado de izquierda Carlos Cerda, como su mentor ya que en su opinión el juez, no sólo debe aplicar la ley sino que además, HACER JUSTICIA, lo que va en contra de la naturaleza del sistema chileno de justicia.

En realidad "Jurisdicción y Democracia" es un movimiento tributario del español "Justicia y Democracia" y pretender reforzar las garantías de los inculpados convirtiéndose en el contrapeso de la persecución penal del Estado.  Al otro lado de la trinchera figura la asociación "Justicia Unitaria y Pluralista" cercana a la Suprema.

Decanos de las Facultades de Derecho de las Universidades tradicionales estiman que hoy tendríamos el regreso del péndulo y que el acento se pondrá ahora en favor de las víctimas y no de los victimarios. Pero creen que uno de los responsables en el fortalecimiento del ultra garantismo es, el Ministerio Público. Donde la labor de algunos de sus fiscales es francamente deficiente. deplorable y objeto de reproches por parte de los garantistas agrupados principalmente en el Tercer, Cuarto, Séptimo y Octavo Juzgados de Garantía.

Unos 150 de estos jueces trabajan en el Centro de Justicia. La mayoría casi recién egresados con 30 años de edad, con un curso de seis meses en la Academia, capacitación en exceso superficial que los más antiguos y con mayor experiencia critican, señalando la necesidad de aumentar las exigencias y estándares mínimos.

Entre ambas corrientes, está el ciudadano indefenso, a quien le tocó la amarga experiencia de sufrir un asalto, ser agredido, amenazado, herido o asesinado por el delincuente común que estos jueces favorecen, por estimar que el antisocial es, a su vez,  una víctima más del sistema.

En este caso, el de Hans Niemeyer, instruido por el Cuarto Juzgado de Garantía, se puede considerar entonces que puede ser " error o tendencia" Ambos vienen a colación, porque relata lo que ocurre en tribunales y explican la legítima furia ciudadana.

DESPIERTACHILE.CL

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