jueves, enero 06, 2011

LA AGONÍA DE LA CONCERTACIÓN.


Entre las varias lecciones que se pueden obtener de las últimas encuestas realizadas en nuestro país (CEP y ADIMARK), existe una que cobra gran notoriedad y relevancia, pues sus consecuencia en el mediano y largo plazo pueden modificar de forma sustancial el escenario político nacional.Se trata de las claras señales de la crisis profunda que vive la Concertación. La última encuesta CEP de Noviembre-Diciembre 2010 ha dado un resultado devastador para el conglomerado político opositor, demostrando que la mayor y más exitosa coalición política de la historia reciente de nuestro país ha comenzado un persistente proceso de descomposición.Es así como la muestra del CEP revela que las personas que se identifican o simpatizan con la Concertación han pasado de un 27%, en agosto de 2009, a un magro 16%, a fines de 2010, destacándose en esta baja una diferencia importante en la identificación de las personas que se declaran de “izquierda”, cifra que disminuye de 23% a 16%, con las personas que se definen como de “centro” las que se mantienen estables entre 13 y 14%. Es decir, encontramos la primera fuerza de descomposición de la Concertación: las personas de “izquierda” se sienten cada vez menos representadas por la actual oposición.

Por otra parte, si analizamos el grado de aprobación o desaprobación a la labor de la Concertación en su rol como oposición, nos encontramos con que a fines de 2010, 43% desaprueba la labor de la Concertación y sólo 20% la aprueba.

El hecho más grave es que ese 20% de aprobación es una de las cifras más bajas que ha recibido la oposición en la historia reciente de nuestro país, igualada sólo por las cifras que la actual Alianza por Chile obtuvo en los años 2006 y 2007, es decir, después de años en la oposición, cuyo rol muchas veces desgasta más que el ser gobierno.

Si miramos los resultados de la encuesta Adimark éstos son aún más dramáticos, porque muestran una tasa de rechazo al rol de la Concertación como oposición de un sorprendente 61%.

Es nuevamente significativo que entre quienes desaprueban la labor de la oposición exista una clara diferencia entre las personas que se identifican con el “centro” y con la “izquierda”, pues las personas de izquierda desaprueban en un 31%, y en cambio las de centro en un 39%. Y más sintomático aún es que ante la pregunta de si aprueba lo realizado por la Coalición por el Cambio, es decir, por los partidarios del gobierno, sólo 14% de la gente de “izquierda” dice aprobarla, pero un impresionante 55% de la gente de “centro” expresa su aprobación. Aquí nos encontramos con la segunda fuerza de descomposición de la Concertación: los índices muestran que la gente de “centro” ve con buenos ojos a quienes respaldamos al actual gobierno.

Lo anterior demuestra, asimismo, que la actual crisis de la Concertación se basa en una izquierda que no se siente cómoda en ella y en un centro que mira con buenos ojos a las actuales fuerzas de gobierno. En otras palabras, los antiguos socios dentro de la Concertación están mirando cada uno para lados distintos, pero no se están mirando entre ellos.

Sin embargo, creo que tanto estos resultados como los esfuerzos del Presidente Sebastián Piñera por captar el centro político -de la mano con la Democracia Cristiana- aún no producirán un efecto que haga cambiar el eje dominante de la política chilena desde la centro-izquierda a la centro-derecha. ¿La razón? Los dirigentes democratacristianos son los mismos que vivencialmente se han forjado en la Concertación, de modo que será muy difícil que este gobierno logre capitalizar esta descomposición transformándola en acuerdos políticos formales con las fuerzas de centro.

A pesar de lo anterior, estoy convencido que al menos se logrará, durante este gobierno, cimentar las bases para este cambio de la realidad socio-política, y así futuros gobiernos de la Alianza, una vez completada la renovación real de la dirigencia DC, podrán llegar a acuerdos importantes con los representantes del centro político chileno.

Así, es indudable que la agonía de la Concertación ha comenzado y que una nueva realidad socio-política de centroderecha ha comenzado a surgir.

GONZALO ARENAS. (Diputado UDI).

1 comentarios:

Blogger David Maturana Céspedes ha dicho...

En política nadie juega solo.

El Modelo Neoliberal en Chile, responde a la doctrina de Libre Mercado desarrollada por Milton Friedman en la Universidad de Chicago y se fundamenta en la “mano invisible”, la que hace milagros y la concertación ha creído en ella, en vez de hacernos creer que impulsarían un proyecto sociopolítico alternativo.
Adam Smith, decía que la combinación del interés personal, la propiedad y la competencia entre vendedores en el mercado llevaría a los productores a lograr un objetivo que no buscaban: el bien estar de la sociedad, gracias a la mano invisible.
En nuestro sistema capitalista, el Estado debe privatizar todas aquellas empresas públicas, aún cuando éstas sean rentables y para que no lo sean las acondicionan poniendo serias trabas para desarrollarse, con tal de poderlas vender o regalar a los privados dichas empresas y así apreciar los efectos de aquella mano invisible y además estatiza la política para subordinarla a sus intereses.
Bien invisible aquella mano, ya que no se notan las ganancias con el traspasando las AFP y obligando a cotizar en ellas, solo algunos se mantuvieron en el sistema anterior, los nuevos no fueron recibidos, así la terminaron de liquidar el sistema antiguo.
Vendieron una gran parte de la Salud y en el año 80 y 81 se quito la educación pública a cargo del Ministerio de Educación y se traspaso a las municipalidades con los resultados por todos conocidos y la concertación luego del regreso a la democracia, nunca mostró su proyecto de educación pública, traicionó a la revolución de los pingüinos.
Ponen a la venta las aguas potables y los derechos de aguas de los afluentes, del mismo modo venden los recursos naturales mineros y forestales, la energía eléctrica garantizando la plena libertad comercial por un periodo que lleva más de 40 años, esto pasa además con la criminalización de la protesta social.
En todo este tiempo, los que decían defender de alguna manera los intereses de la ciudadanía concurren con sus votos a la privatización y a su autorepresentación, apoyando además al sistema electoral binominal que les permite mantenerse en el poder e impedir la expresión de las demandas sociales o manipular dichas manifestaciones.
Esta experiencia la hemos vivido ampliamente en nuestro amado país y a su vez hemos observado una intensa intervención Estatal a favor del gran capital, hemos comprobado que la explotación y saqueo de riquezas naturales, incluida la fuerza de trabajo la brecha entre ricos y pobres aumenta, con una tremenda iniquidad en la distribución de la riqueza.
La estructura económica así establecida, ha implicado que Chile sea uno de los pocos países en el mundo, donde el derecho a la educación se expresa en unidades monetarias. Esperamos que Diputados y Senadores, especialmente los mayores, recuerden que estudiaron gratis, aun cuando el país era más pobre y colaboren en implementar una Educación Pública, que sea de calidad, que sea inclusiva, pluralista, equitativa, gratuita, que sea más igualitaria y más solidaria y asuman que es el deber del Estado de asegurar aquello, tal como ha sido históricamente declarado en las diversas Constituciones Políticas del país.
Aquella tradición de principios y valores, ha sustentado el progreso cultural de Chile y la gran mayoría de la población desea que deba seguir sustentándolo, pero con esta estructura económica política, tendremos que continuar esperando, ya que lo concertación es su socio mayoritario en la usurpación de la voluntad ciudadana. Este socio está en crisis de identidad, que se profundiza con el acuerdo para aprobar esta llamada reforma a la educación, veremos que resuelve la concertación y que bloque podría generarse o bien una vez más se acomodarán.

10:26 a. m.  

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