lunes, julio 02, 2018

LOS MONSTRUOS ESTÁN EN LA IZQUIERDA.



Está claro que el país no está reconciliado. En estos veinte ocho años la Izquierda marxista que fracaso en la Unidad Popular ha reescrito la historia de Chile. Gracias a la izquierda burguesa, la Democracia Cristiana que traicionó a los militares que nos salvaron de convertirnos en una dictadura comunista, la propia ex derecha, cuyos políticos e intelectuales se han comprado el relato de cuentos de hadas, donde los revolucionarios marxistas y la guerrilla o terroristas posan de víctimas, y no de victimarios. Le siguen la prensa o los medios de la televisión abierta que siguen con la novela de la "dictadura", lavándoles el cerebro a las personas. Una de las posibles causa de por qué TVN tiene perdidas así como los otros canales, es que no informan, sino que tergiversan y hacen propaganda a favor de la Izquierda con sus documentales y reportajes. Y por último, están propiamente los escritores de Izquierda que les gusta retratar a las a los civiles que trabajaron con los militares y a los seguidores del Gobierno Militar como si fuesen tontos, amorales y sin ética. Basta ver cómo reacciona los zurdos ante las mujeres comunes y corrientes que se declararan pinochetistas. Se vuelen histéricas igual que el conductor de televisión Ignacio Farsani ante José Antonio Kast. El pinochetismo no tiene nada que ver como por ejemplo, con el peronismo en Argentina.

 La Izquierda sigue odiando, sin embargo, nos culpan a nosotros.
  Un escritor que está de moda y, que además, ha trabajado en programas de televisión es Jorge Baradit. Reconozco que no he leído sus libros. Según él, en su primer libro, si no hubiese sido por la intervención militar, Chile se hubiera convertido en una potencia informática, incluso antes de que hubiesen aparecido la internet, empresas Apple y Microsoft. Todo porque el gobierno marxista estaba trabajando en un proyecto informático llamado Synco, que ni siquiera la oposición sabía.

  Asimismo, Baradit formó parte de los intelectuales que apoyaron al ex candidato presidencial de la ex Nueva Mayoría, el masón luceferino, el periodista Alejandro Guillier, quien pretendió continuar con la retroexcavadora del programa Bachelet para así revivir la Unidad Popular 2.0 o llevarnos a “Chilezuela”, o sea, Chile convertido al comunismo. Sin embargo, el ex candidato presidencial de la Nueva Mayoría no se hace cargo de la expresión “Chilezuela”. Así, según el periodista y parlamentario manifestó en una entrevista al El Mercurio de Santiago, que la Izquierda perdió porque no daba garantía de gobernabilidad. Los chilenos no quisieron el comunismo en su país. Por eso, ganó Sebastián Piñera.
   Tampoco he leído La historia secreta de Chile. He leído los comentarios que lo tildan de sesgado. Sin embargo, Baradit pone que los malos son la gente de derecha y que las personas de Izquierda eran inocentes y buenas en su historia de Chile. El escritor sigue la huella dejaba por la escritora Mónica Echevarría de Izquierda en los noventa, que escribió un libro titulado Crónicas Vedadas, cuyo capítulo habla del militar Fernando Larios y de los oficiales que combatieron al Mir, poniendo a éstos últimos como víctimas. Luego la misma escritora escribió un libro sobre el preso político brigadier Miguel Krassnoff: Krassnoff, arrastrado por su destino, en respuesta del libro Miguel Krassnoff: Prisionero por Servir a Chile de la historiadora Gisela Encina que ha tenido varias ediciones e incluso que fue traducido al ruso y otros idiomas. Naturalmente, los programas de cultura de Izquierda como Of de Record -donde entrevistan a escritores- les dieron tribuna a la profesora de castellano, y no la historiadora. Más aún, el libro de Echeverría lo comentó el ex rector de la Universidad San Alberto Hurtado, el sacerdote jesuita, Fernando Montes, quien se dedica injuriar al oficial preso. El jesuita como se recordará se puso al lado de los presos de Punta Peuco, donde oficio una misa en que dos presos pedían perdón, cosa que los grupos guerrilleros chilenos jamás ha hecho.

   Mónica Echeverría tuvo la hija mirista, Carmen Castillo, la documentalista. Por eso, no le importa los crímenes del Mir.
 Pues bien, las revista Cosas entrevista a los escritores Jorge Baradit y Francisco Ortega, con el subtítulo la venganza de los nerds realizada en abril de este año. La periodista le pregunta: “¿Si tuvieran que escribir de la dictadura chilena, qué episodios o personajes escogerían?”. Francisco Ortega dice que escribiría sobre el ex ministro de Interior, Francisco Javier Cuadra, ya que le recuerda a Lex Luthor. En cambio, Baradit opta por el general Manuel Contreras y Ingrid Olderock. “Dos monstruos chilenos. Si no fuera por la figura del genocidio político o del asesinato en masa, ellos serían los más grandes asesinos seriales de nuestra historia, sólo superados por Arturo Alessandri Palma, que mató más gente que Pinochet pero en un gobierno electo”. Todavía no se entera que en nombre del comunismo, la revolución y el socialismo, la Unidad Popular y fuerzas de choque cometieron flagelación y tortura.
 Ortega compara a Pinochet con Darth Vader.
  Aquí no hubo ni genocidio ni asesinato en masa como sostiene la Izquierda, puesto que la guerrilla del Mir no ganó optan por el papel de  víctimas culpando al otro de su fracaso. Ni tampoco se le puede clasificar de asesino serial, pues las personas que se enfrentó el coronel Manuel Contreras eran personas armadas, que ponían bombas y mataban. Esa expresión es parecido o idéntica a la que uso el actual ministro de Justicia, el culposo y arrepentido, Hernán Larraín, quien sostuvo que los militares de Punta Peuco eran asesinos en serie. Si cuentan medias verdades, es porque son mentiras. Por lo que leído a través de los medios de Izquierda, la señora Ingrid la califican de torturadora. Además, me llamó la atención que Baradit calificara de monstruos a esas dos personas. Tiene que decir quiénes fueron sus víctimas. Con afirmación nos quiere hacer creer que en Chile no existió el terrorismo o la guerrilla. El Mir y luego el FPMR eran simplemente unos boys-scout. Asimismo que no existió la guerrilla en Americana Latina y el comunismo. Ni Pablo Neruda escribió “La Oda a José Stalin”. A decir verdad, el general Manuel Contreras le toco combatir a los monstruos del Mir.
  Todas las malas cualidades que le atribuyen a los militares, las tiene la Izquierda.
   En realidad, Baradit no saben cuáles son los monstruos. Estos son: El Mir, El Partido Socialista, el Mapu, el comandante ‘Pepe’ del Mir, Salvador Allende, Fidel Castro, Ernesto ‘Che’ Guevara, Miguel Enríquez, Camila Vallejo, el ex presidente Michelle Bachelet, el FPMR y el diputado comunista Guillermo Teillier.
    El monstruo por excelencia en América Latina se la lleva lejos el argentino “abajista”, el médico Ernesto Che Guevara. Para la crisis de los misiles, el guerrillero trasandino quiso provocar una guerra nuclear, y que pueblo cubano se sacrificará como le dijo al embajador de Yugoslavia en Cuba: “Si nosotros, los cubanos, tenemos el control de las armas nucleares, las instalaríamos sobre cada centímetro de Cuba y no dudaríamos, en caso de ser necesario, de lanzarlas contra el corazón del adversario, Nueva York”. Además, sus frases llenas de humanidad que uno puede encontrar en internet: “El odio como factor de lucha, el odio intransigente al enemigo, que impulsa al ser humano y lo convierte en una eficaz, violenta, selectiva y fría máquina de matar. Nuestros soldados tienen que ser así”. Y otras perlas como esta: “Hay que impedirle que tenga un minuto de tranquilidad, un minuto de sosiego, atacarlo donde quiera que se encuentre; hacerle sentir una fiera acosada”. Si la personas de derecha siguiesen los consejos del ‘Che’, nos acusarían de incentiva el odio. Él inspiro a que un grupo de personas en esta región del mundo optara por la violencia, el terrorismo, pues como sabrá, así se llegaba al paraíso comunista.
   Luego sigue el dictador comunista Fidel Castro, quien para la crisis de los misiles quería lanzar las bombas sobre Nueva York. El premier ruso Khrushchev le dijo al primer ministro de Checoslovaquia, Antonín Novotný: “Hace días, recibimos una carta de Castro en la que nos dice que los estadounidenses nos iban a atacar en menos de 24 horas. Él nos propuso de lanzar nosotros primero la guerra atómica. Nos quedamos totalmente estupefactos. Claramente, Castro no tenía la más mínima idea de qué se trataba una guerra termonuclear. Además, si el conflicto se llegaba a producir, Cuba iba a ser la primera en desaparecer. Después de todo, ¿qué podríamos haber ganado? Millones de personas habrían muerto en nuestro país. ¿Podíamos poner en peligro el mundo socialista y la clase trabajadora por esto?”.
   Después están las personas que crearon el Mir como Miguel Enríquez, Marco Antonio Enríquez, Bautista van Schouwen, Pascal Allende, Marcello Ferrada de Noli, Luciano Cruz, Patricio Bustos. El Mir opto la vía armada, y cuyos integrantes fueron entrenados en Cuba y el ex RDA. Querían instalar un dictadura comunista. Tenían a su disposición armamentos prohibidos en los tratados internacionales como las balas explosivas. Durante la Unidad Popular alentaron un motín en la Armada.
   Otros monstruos son los militantes del Partido Socialista, que en su congreso de Chillan optaron también por la vía armada. E igual que el Mir quiso instalar una dictadura comunista: “La violencia revolucionaria es inevitable y legitima. Resulta necesariamente del carácter represivo y armado del estado de clase”. Y “Sólo destruyendo el aparato burocrático y militar del estado burgués, puede consolidarse la revolución socialista”. En el pasado alternativo de Baradit, la famosa de Declaración del PS fue un montaje de los Partidos Liberal y Conservador.
   Otro monstruo de ese período es el comandante ‘Pepe’ de Mir, José Liendo quien manifestó a la periodista Nena Ossa, que la revolución de vino y empanadas costaría un millón de vidas: “Claro violentamente. Tiene que morir un millón de chilenos para que el pueblo se compenetre de la revolución y ésta se convierta en realidad. Con menos muertos no a resultar”.
   También cae en la clasificación de monstruo, el presidente marxista leninista y admirador Hồ Chí Minh, Salvador Allende por internar diez toneladas de armas procedentes de Cuba para su ejército paralelo y así irse contra el pueblo.
   Asimismo, están los monstruos del MAPU, quienes en la UP manifestaron el deseo de exterminar 800 mil bolicheros chilenos: “El bolichero aparece como nuestro principal enemigo, pero el que está detrás de él es nuestro verdadero enemigo. Es imposible, técnica y políticamente, eliminar a 800.000 bolicheros. Tenemos que entender que 800.000 bolicheros son técnicamente irremplazables de la noche a la mañana y, que, políticamente no podemos eliminar a 800.000 personas”.
   Igualmente, están los monstruos del grupo terrorista de Frente Patriótico Manuel Rodríguez con su cargamento de 63 toneladas de armas de Carrizal Bajo. El FPMR no era rebeldes como sostienen Baradit y Ortega, pues querían instalar una dictadura comunista. Estaba a cargo el actual diputado Guillermo Tellier. Puesto que son maricas igual que los de Mir posan de víctimas e inventan que los torturaron.
   Otro monstruo es pues el ex presidente Michelle Bachelet con su célebre frase, en democracia: “Cuando la Izquierda sale a la calle, la derecha tiembla”. ¿Por qué tenemos que vivir con miedo? Los zurdos son incapaces de vivir de modo civilizado. ¿Es mucho pedir?
   Otro monstruo es la actual diputada comunista, Camila Vallejo, quien dijo, en democracia. “El pueblo tiene derecho a combatir en masa la violencia estructural que existe en la sociedad. Y nosotros nunca hemos descartado la posibilidad de la vía armada, siempre y cuando estén las condiciones. Sin embargo, en este momento, ese camino está totalmente descartado, porque la tensión que hoy día existe es neoliberalismo versus democracia”. Si ella afirma eso, entonces el otro lado tiene derecho a defenderse. Cuando el otro lado se defiende, los zurdos huyen en estampidas y se esconden en las embajadas e iglesias.
   Me asombra que los dos escritores sean incapaces de asociar la Venezuela de Maduro con la Unidad Popular.
   Gracias a los militares en Chile hay propietarios y no proletarios. Gracias al mercado es porque Baradit y Ortega encontraron lectores que les compraran sus libros. Y gracias a los militares que nos salvaron del comunismo es que ambos escritores pueden darse el lujo de ser nerds y hablar de Stars Wars. No me imagino a los dos escritores redactando sus libros en la Cuba comunista, en la actual Venezuela y en la ex Unión de Republica Socialistas Soviéticas. O probablemente estarían en un Gulag o fusilados por ser demasiados burgueses. Es un delito ser burgués en un régimen comunista.

Javier Bazán Aguirre.

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