LA ARAUCANÍA: ARMA NO REGISTRADA.

Los aborígenes marxistas despidieron el 2014 y recibieron el 2015 como corresponde; incendiando. Al menos mantienen las tradiciones, tan dejadas de lado en este mundo moderno.

A uno le salió el tiro por la culata. El cuidador del enésimo fundo abrazado por las llamas le disparó a un reivindicador territorial no-terrorista dejándolo para la corneta; dos pencazos y al hospital. Aunque la peor parte la sacará el pobre guardia, quien le metió los dos escopetazos con un arma no inscrita, fatal decisión en un país leguleyo y burocrático como Barbarilandia. Aquí se puede perdonar al no-terrorista por atacar a mansalva con un bidón de parafina no registrado, pero no al guardia que defiende el pellejo y cumple con su trabajo.

La noticia de Emol nos informa que bomberos acudió al lugar, protegidos por una caravana de carabineros, aunque no nos informa quien protegía a estos últimos. Los únicos bien protegidos ya sabemos quiénes son y quienes los protegen.

Bueno, el pobre guardia esta jodido, ya lo formalizaron, por lo que, o va preso o se lo pitean los secuaces del no-terrorista que portaba el bidón no registrado y se dedica a provocar incendios sin patente municipal ni iniciación de actividades. Si yo fuese el guardia, ya estaría comprando pasajes aéreos para él y su familia. Tombuctú puede ser una buena opción.

De todas formas, la peor parte la sacó el gobierno. El Pencailillo y el Elizalde no podrán querellarse ni menos aún invocar la ley antiterrorista en contra de los que resulten responsables, ya que esta vez no fue don Nadie el que provocó el incendio; el fulano está plenamente identificado. Y como ya sabemos por boca de la mismísima Claudia que en Chile, si bien existen actos terroristas no hay terrorismo, y no se considera terrorismo los actos no-terroristas y desmanes ocasionados por la “causa mapuche” y los “movimientos sociales”, aquí no ha pasado nada. Bueno, casi nada, porque un guardia disparó con un escopeta no registrada, lo que en Chile está prohibido por la ley.

Máximo.