PSU: LA JAURÍA ESTÁ INDIGNADA.

Hoy apareció toda la jauría reclamando por los resultados de la PSU. Los Comunachos pretenden legislar a sangre y fuego para evitar todo tipo de desigualdad; nos quieren a todos ignorantes. El rector de la USACH, el turbio de Zolezzi, asegura que jamás estudiaría en el Instituto Nacional. JA. Ni él ni sus hijos, los que seguramente estudian en colegios de “elite”, entidades a las que defiende con la intención de dejarlas fuera de la razzia que preparan los socialistas para hablar, burgueses para vivir y capitalistas para cobrar, emitir asesorías truchas pagadas y matricular a sus hijos en colegios que “reproducen las diferencias de cuna”. Son todos una tropa de hipócritas y oportunistas.

Aún faltan las vomitivas opiniones de “B & B”, Berrios y Baranda; alegando por la cota mil, los colegios de curas en los que ellos mismos estudiaron y el lucro; e invocando las secciones de la Biblia que les conviene para la ocasión (las otras las omiten). Razón tenían Lutero y Calvino al operarse de la curia romana y de sus interpretaciones de la Biblia. No hay nada mejor que pasarle el libro a la gente y lo lean ellos mismos. Se llama independencia, y es la base para el desarrollo personal y para que no nos metan el dedo en la boca.

Pues bien, la razzia continúa adelante. La gente que pueda pagar un colegio particular, incluyendo a la jauría de zurdos corruptos que viven de vender papeles donde analizan la razón de la sinrazón de las más diversas materias, incluido el adivinaje del futuro, seguirán matriculando a sus hijos en los colegios que “reproducen las diferencias de cuna”. La clase media verá si puede arreglárselas de alguna forma o sencillamente tendrá que resignarse a dejar el futuro der sus hijos en manos del Estado Botín, sus burócratas, sus ingenieros sociales y sus profesores analfabetos que recitan de memoria el manifiesto comunista.

¿Y los pobladores?: Bueno, esos seguirán como están: cagados. Aunque un poco más tranquilos, al no tener punto de comparación. Ya saben, si no pueden ser como el otro, al menos que el otro sea como ellos.

Máximo.