lunes, agosto 19, 2013

CHILE, LAS IMÁGENES PROHIBIDAS.

Prensa chilena (generalizo), respétense. Respeten a la gente. Conduélanse de un Chile herido. Pregúntense, por favor, ¿contribuye a engrandecer mi nación lo que voy a decir, el cómo lo voy decir, el momento en que lo voy a decir?

Todos hemos leído u oído del cuento del flautista de Hamelín. La tragedia acaecida a este pueblo infestado de ratones. El flautista usa su mágico poder y tocando su instrumento se deshace de los ratones. Los aldeanos no le pagan y entonces, aflora la maldad de este “héroe”, y en venganza, encanta a los niños, incautos ellos, lo siguen y se pierden en una cueva. Nadie más los volvería a ver, excepto que 3 niños se salvan, un ciego, un sordo y un cojo, que por sus limitaciones no acompañaron a los otros niños. Curioso, los más “fuertes” fueron encantados fáciles y los “limitados” se salvaron del embrujo del flautista.

La prensa (y debo generalizar) tiene un poder, por algo se les define como el cuarto de ellos. La prensa sabe de este poder, qué duda cabe. Mi reflexión de hoy es acerca de cómo usa ese poder, como encanta, como se venga, cómo manipula y como hay ratones y niños que se dejan llevar por ella.

Año electoral. Una candidata no habla. La prensa la sigue, ella no habla. La prensa no reclama. La prensa la alaba, la cuida, la mima. El encanto funciona. La gente olvida la realidad. La prensa es fiera con otra candidata, la contendora de su protegida, consultándole sobre el pasado de su padre, mientras que a la candidata mimada, no le preguntan por su pasado guerrillero, por los negocios oscuros de su hijo y el encanto sigue funcionando.

Año electoral. Esta prensa con su flauta decide que debe tocar la música de “volvamos 40 años atrás”. No 43, sólo 40. La Candidata mimada necesita que se reflote el odio. La prensa de televisión decide que vaciar limón y sal en heridas aún abiertas en el alma nacional es sano. Y entonces, curiosamente, 3 canales al unísono ponen sal, limón y soda cáustica en la mesa. Pero hablemos de 40 años, no de 43. Sólo 40 años.

Y ahí van los ratoncitos a ahogarse al mar, ahí van los niños a perderse para nunca más ser encontrados, detrás del flautista en su venganza “encantadora”. Ratones “fuertes”, sanos, cultos, preparados, que son llevados para donde la prensa quiera. Los eleva en su ego, luego los mece y ellos “fuertes ejemplares”, terminan perdidos.

Sepa usted que yo ya hice mi reclamo al Consejo Nacional de Televisión por la emisión de “Chile, las imágenes prohibidas”. Primero por ser un programa que no informa verazmente. De entrada, sus “imágenes prohibidas” las hemos visto ya mil veces en muchos documentales, no sé que tienen de “prohibidas”. Segundo, informar acerca de lo sucedido después de 1973, sin situar el contexto histórico es, a lo menos, mañoso y habla de una decisión voluntaria de esconder la verdad completa.

La prensa, según dice Rene Naranjo en Twitter, no tiene por que ser imparcial. A confesión de parte, relevo de pruebas señores. Vergüenza un periodismo que se vende al postor del poder, olvidando una verdad fundamental. Cuando vea al famoso “tío Emilio”, enfrentándose a los de verdad poderosos, y desenmascarando los oscuros pasillos de sus dineros y los políticos de la más alta cumbre (curioso, su jefe Luksic es uno de ellos), entonces dejaré de pensar que Emilio Sutherland es sólo un payasito tocando flauta.

Yo tengo 43 años, y recuerdo mucho. Sé lo que sufrió Chile, no sólo una parte de él. Como chileno, me repugna una prensa malévola que en aras de ayudar a una candidata determinada (que me nieguen que Canal13 entre otros, trabajan descaradamente para Michelle Bachelet), hurga en las heridas de este país. Un país que trata de superar un triste pasado, pero que no puede porque a una clase política le conviene el odio vivo, y esta usa a su “flautista” para manipular a una masa de gente que ya no usa su mente, ya no hace sinapsis, solo compra. Compra y compra. Publicidad y mentira.

Pero tengo fe, tengo esperanza en ese joven, “cojo, sordo, ciego”, que parece limitado, pero que escoge, pensar, observar, ir lento, masticar la información para dar opinión. Son pocos, pero serán los sobrevivientes. Los otros: ahogados o perdidos.

Prensa Chilena (generalizo), respétense. Respeten a la gente. Conduélanse de un Chile herido. Pregúntense, por favor, ¿contribuye a engrandecer mi nación lo que voy a decir, el cómo lo voy decir, el momento en que lo voy a decir?

Como siempre digo, la columna es sólo para abrir debate. Contribuya a abrirlo.  Contesto cuando puedo todo lo que puedo, si es con alturas de miras y respeto. No pido que piensen como yo. Sólo pido un momento de reflexión con la cabeza fría, y luego un aporte que engrandezca a su persona.

Mauricio Venegas.
DespiertaChile.cl

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