sábado, julio 28, 2012

IMPACTANTES TESTIMONIOS DEL MIEDO EN LA ZONA ROJA DE LA ARAUCANÍA.

En la semana que el Gobierno decidió aplicar un plan especial de seguridad en la IX Región, “La Segunda” reporteó en terreno el clima de violencia en Ercilla, donde ya no sólo son grandes agricultores los afectados, sino modestos campesinos. Muchos parceleros han huido, dejando sus casas botadas. Otros que permanecen en la zona dicen: “Si me matan, me matan no más”. Los camioneros que se atreven a trabajar de noche en la zona reciben 50% más de sueldo.




Julio Molina tiene 76 años, la cara agrietada por el sol, y el constante temor de que pronto vendrán por él. 

Pequeño agricultor, vive en una de las parcelas del sector de Chiguayhue, en la comuna de Ercilla (IX Región), la misma que ha sido escenario en el último tiempo de una seguidilla de atentados.

En la entrada de su casa hay perros, gallinas y patos… pero también una patrulla de Carabineros con tres policías con trajes antibala y escopetas.
Hace un año mapuches radicalizados le advirtieron que su tierra —que trabaja hace 32 años— ya no le pertenecía y se tenía que ir. “Nos dijeron a todos los colonos que vivíamos en esta zona que teníamos cuatro días para entregarles las casas. Y nosotros les respondimos que si no nos pagaban, no las íbamos a entregar. Y si me matan, ¡me matan no más!”, señala convencido.

La semana pasada, desde una colina, dispararon a su casa. Desde entonces, tiene el resguardo policial.

Asegura que “en esta zona todo el mundo tiene miedo. Aunque está la policía día y noche, nosotros no estamos tranquilos. Nos despertamos a medianoche para ver si alguien viene o nos quedamos hasta bien tarde vigilando”.

Tarea difícil para el hombre, ya que producto de un problema renal que arrastra desde hace años, debe caminar con una sonda a cuestas.
Molina es sólo uno más de las decenas de pequeños agricultores afectados, en el corazón de la zona “roja” del conflicto mapuche.
Según el Barómetro de Conflictos de Connotación Indígena en la Región de La Araucanía —realizado por la Heidelberg Institute for International Conflict Research—, en el primer semestre de este año se han registrado 127 ataques de connotación mapuche.

La mayor parte de ellos (76 casos) han afectado a particulares y sólo en segundo lugar aparecen las empresas forestales (30 ataques), lo que marca un cambio respecto de los el antiguo modus operandi, que tenía como blanco a las grandes forestales.

En la semana en que autoridades encabezadas por el Presidente Piñera se reunieron en La Moneda para buscar fórmulas que permitan reducir la violencia en la Araucanía, “La Segunda” se internó en Ercilla, donde se concentran más de la mitad de los ataques mapuches en la IX región.
Allí están los vecinos que viven atemorizados, quienes confiesan: “Ya no podemos dormir... Ante cualquier ruido, al tiro salimos a ver si vienen por nosotros”.

Actualmente en la IX Región hay 227 carabineros destinados a puntos fijos y a rondas periódicas de protección a predios.

NUEVOS MODUS OPERANDI :

Las comunidades de Rayén Mapu, Chequenco, Folin Mapu y la Wente Winkul Mapu (donde a comienzos de abril fue asesinado el sargento de Carabineros Hugo Albornoz) están en la mira de las policías como las posibles responsables de los ataques.

Según la policía, el modus operandi es que grupos de tres a cuatro hombres —encapuchados y con ropa negra o de camuflaje— ingresan a casas de parceleros que están en territorios que reclaman como suyos. Los amenazan con escopetas y armas de fuego cortas, les piden dinero, los sacan de la vivienda, disparan al aire y queman el lugar.

Generalmente actúan de noche y no discriminan a la víctima: “Basta con que estén en el territorio que reclaman como ancestral para que puedan ser un blanco”, advierten en la policía, donde detallan que las víctimas reconocen que son mapuches “por el acento con que hablan”.

Esta nueva forma de actuar contrasta con los ataques que realizaba la Coordinadora Arauco Malleco (CAM), dirigidos a empresas forestales o latifundistas. De hecho, en el último comunicado de la agrupación ellos mismos se encargaron de aclararlo. “Hacemos un deslinde categórico frente a los ataques en contra de campesinos pobres y quema de escuelas rurales”, dice, y a reglón seguido apoyan toda acción que apunte “contra el sistema capitalista y oligárquico responsable del despojo de nuestro territorio”.

“Desde hace cinco meses es insoportable”

Hasta el año pasado, en el sector de Chiguayhue vivían 20 parceleros. Hoy, con suerte, quedan 8.

Allí se suceden las casas quemadas, y otras que simplemente fueron abandonadas por miedo a las amenazas.

A un kilómetro de don Julio vive la señora Ana Hernández.

La mujer también tiene resguardo policial permanente y la noche del domingo fue testigo de cómo un grupo de encapuchados incendió la casa que está frente a la suya. “Nosotros le dimos el pase a una forestal para que sacara madera desde acá, y desde entonces que estamos con protección policial, porque nos amenazaron que nos iban a quemar la casa. Estamos muy asustados. Tenemos la sensación de que nosotros somos los siguientes en la lista de las quemas de casas. Desde hace cinco meses, todo esto se empezó a poner insoportable”.

La señora Ana no sabe qué puede haber pasado, pero el alcalde de Ercilla, José Vilugrón, asegura que desde el anuncio de las Areas de Desarrollo Indígena —el pasado 21 de mayo— la violencia ha aumentado y ha llegado a sectores que no tienen que ver con la demanda territorial. Por una especie de pugna entre quienes quieren dialogar con el gobierno y los que se oponen. Y el gobernador de Malleco, Erich Baumann agrega que “acá hay una pugna de poder que se externaliza en violencia. Cuando un grupo ve que sus pares están tomando un camino distinto se cometen hasta las peores estupideces, argumentando que todos están equivocados”.

Otro parcelero (50 años), que vive en las cercanías de Chiguayhue con su señora y sus hijos, cuenta: “Llegué acá hace 10 meses y no entiendo por qué hacen esto a gente que es igual de pobre que ellos (...) He tratado de hablar con las comunidades que hay aquí cerca, decirles que tengan conciencia porque todos necesitamos vivir tranquilos”, exclama con rabia.

Lo que más le molesta —agrega— es que el jueves pasado quemaron una escuela en el sector de Chequenco, dejando a 131 niños (entre ellos sus hijos) sin clases. “Ahora tendremos que mandarlos a estudiar lejos, lo que será un gasto más, y también una molestia porque los niños ayudan en la casa cuidando las ovejas”. Molesto, agrega: “Esa escuela nos servía a todos. Los que hicieron el ataque son ignorantes, no piensan en el futuro”.
Dice que hasta hace poco tenía 5 vecinos, pero hoy está solo en la zona y “el problema es tan grave que incluso (los mapuches) te pueden comenzar a molestar si ven que estás ayudando a los que se están yendo”.

Otra vecina (de 63 años) “nacida y criada en Ercilla” dice que “No se quienes son, pero es puro cabrerío encapuchado. Nos dicen que el terreno es de ellos, de sus antepasados. Nosotros vivimos de esto y tendríamos que dejar nuestra vida botada… ¿a esta altura?”.

REFUERZOS POLICIALES DESDE SANTIAGO :

Un contingente de Carabineros de la Escuela de Suboficiales de Santiago —perteneciente a la división de Fuerzas Especiales— viajó a la zona para relevar a los policías locales.

“No tenían descanso desde 2010”, dicen los propios uniformados que patrullan el sector visitando a cada vecino para preguntarles cómo están e instando a quienes han sido amenazados que pidan protección a la fiscalía.
A ellos se sumará el contingente especial de Carabineros que esta semana empezó a llegar a la zona, tras la cumbre de seguridad en La Moneda.

ACUERDO “DE PAZ”: NO METERSE MUCHO :

Pero existen otros vecinos de Ercilla que han logrado llegar a un acuerdo “de paz” con las comunidades del sector.

Un caso es el de Luis Reyes, que se dedica a trabajar la madera. “He hablado con ellos para no tener problemas. Les expliqué a qué me dedico, donde iba a vivir, qué iba a hacer y me entendieron. Además que yo saco poquita leña, así que no les afecta”, indica.

Eso sí, la fórmula tiene un ingrediente clave: “Uno no puede hablar ni meterse mucho, porque si no esta gente empieza a poner problemas”.
Jorge Borgeaud, dueño del fundo La Golondrina, dice que “yo he tenido algunos inconvenientes con los animales, porque hace poco me sacaron como 50. Los intenté perseguir y me dispararon... pero no puedo decir que sean mapuches. Con la comunidad que está frente a mi terreno no hemos tenido nunca mala relación, incluso algunos de ellos han llegado a trabajar para mí”.

CAMIONEROS: TRABAJAR DE NOCHE ES MÁS CARO :

Los caminos tampoco son seguros. Todos los carteles de vialidad tienen rayados en spray con leyendas pro-mapuche. Y los lugareños advierten a los forasteros que no transiten por esos lugares, porque en cualquier momento un grupo de encapuchados puede salir al camino y quemarles el vehículo.

A comienzos de semana, a menos de 5 kilómetros de Chiguayhue, un grupo de encapuchados interceptó una camioneta con trabajadores de una empresa de electricidad. Les quitaron los documentos, los celulares y se llevaron el vehículo. Dos horas después Carabineros la encontró... con las cuatro ruedas pinchadas.

Ante esta situación, los camioneros que se arriesgan a trabajar de noche reciben un sueldo hasta 50% más alto que sus colegas menos arriesgados.
El camionero Rodrigo Hernández cuenta que “ahora sólo trabajamos de día, porque ahí es cuando no peligramos. Hay otros que hacen pegas de noche, pero arriesgan su vida”.

A su juicio la situación ha llegado a un punto crítico: “Mi papá tuvo un campo por 25 años y lo trabajó harto. Después esa tierra se la entregaron a los mapuches y dejaron la escoba: los árboles frutales los convirtieron en leña y dejaron de trabajar la tierra. Si esto sigue así, seremos nosotros los que vamos a terminar viviendo en comunidades y serán ellos los dueños de la IX Región, no los chilenos”.

Y cuenta con ironía: “Pasé por un colegio que está en el camino La Turbina, que pertenece a una comunidad mapuche. Vi que casi todos los niños estaban encapuchados y les pregunté a que jugaban. ¿Sabes qué respondieron? Que jugaban a matar huincas”.

LA SEGUNDA ON LINE.

1 comentarios:

Blogger KaosHispano ha dicho...

indigenismo, marxismo, anticristianismo... cuando los politiquillos y burocratas del gobierno central monten una buena razzia, ya será dificil encauzar algo ni para bien ni para mal...

5:16 p. m.  

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