TODO POR BUDDY
Un pajarillo multicolor posado sobre la rama de un frondoso árbol, mientras un niño juguetea con su perro bajo la espesura del campestre ramaje.
Luego, el niño camina por el sendero hacia el pueblo junto con Buddy, su fiel pastor alemán de erguidas orejas negras, tenía unas pocas monedas en el bolsillo por lo que pensó en pasar por el almacén a comprar una lata de alimento para su can.
Llega, amarra a Buddy en la entrada y entra al local, toma de una estantería la lata y se dirige al mesón para cancelar, pero... las monedas no le alcanzan... decide dejar la lata donde estaba y en un impulso estúpido la esconde bajo su chamarra roja y sale.
El dueño del local se había percatado de la acción del niño y lo sigue, le grita que se detenga y devuelva la lata, detrás del dueño sale otro tipo con un arma en la mano para asustarlo, lo llevan al interior del almacén y lo amenazan con llamar a la policía, pero, el niño, al que llamaremos Ricky había devuelto lo robado y pedido disculpas y el dueño no tenía intenciones de dejarlo ir, le dijo, explícitamente, que olvidaría todo si a cambio le entregaba a Buddy, el niño se negó y el otro tipo puso el arma muy cerca de Ricky, cerca de le mesa, asustado por esto él la toma y la tira directo al tacho de la basura. Corre presuroso, toma a su perro, y se dirige por el sendero. El ulular de la baliza del carro policial lo detiene, se lo llevan porque lo acusan de haberse robado el arma, él explica con la verdad la situación, pero no le creen.
Lo más triste es que lo separan de Buddy (lo encierran en otro lugar), eso lo desconcierta y lo aturde. Empieza su peregrinar para que se lo devuelvan, pero, misteriosamente el perro desaparece y nadie sabe o quiere decir dónde está.
Aparece el abuelo paterno de Ricky, un viejo detective jubilado, que al investigar se encuentra con que en los últimos 6 meses habían desaparecido un centenar de mascotas del pueblo, se descubre que el dueño del almacén era el que robaba y vendía estas mascotas a un Laboratorio de Investigación Animal, tardaron como 2 semanas en recuperar a Buddy, que por esto casi pierde la vida, y los cómplices eran tres : la veterinaria que trabajaba en dicho Centro, el cuidador y el chofer de la camioneta donde estos animalitos eran trasladados. Todos fueron juzgados y a la cárcel.
Ricky fue tenaz en su propósito, no dejó de luchar hasta tener a su querido Buddy a su lado.
Linda lección de amor.... verdad?
10 comentarios:
nunca se debe dejar de luchar por los ke uno kiere
solo en raras ocasiones
nos leemos
Cococita: disculpa que no te haya comentado acerca de los poemas que incluiste. Es que todavía estoy tan deprimido por el domingo pasado. Pero debes sentirte orgullosa de vivir en la única región coherente del país, la IX, aunque en mi ciudad también ganó Piñera. Te sigo leyendo.
QUE TERRIBLE. POR UN MOMENTO PENSE QUE A LOS PERRITOS LOS HACIAN PATE...
GRACIAS POR TUS VISITAS, TE LEO
POR UN MOMENTO PENSE QUE A LOS PERRITOS LOS HACIAN PATE...
MENOS MALS TODO TERMINO BIEN...
gRACIAS POR TUS VISITAS
tuve una perra igual al de la foto que pusiste... se perdió en el campo, que pena..... ahora voy a andar triste
saludos
uf, perrito lindo
gracias por seguir el jueguito, aunque no hiciste post, no importa, igual bien
un abracito torpe
socita, la invité a una custion, revise al cogollo
tiene cra de bravo el perrito
cococita, la invite a una custion, revise al cogollo
Vaya. vaya, interesante blog me a coptado la atención, si bien es cierto tiene entre los poemas e historias y politíca todo muy eclectico me agrado.
Buena historia poor Buddy..
nos vemos
igual no es malo su asado de perro
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