lunes, abril 22, 2019

EL PATRÓN DEL MAL.



Un natural y explicable revuelo originó en el Partido Socialista (PS) el involucramiento de su senador (por O'Higgins), Juan Pablo Letelier Morel, en el escandaloso comportamiento de tres (ex) ministros de la Corte de Apelaciones de Rancagua. Los magistrados Emilio Elgueta, Marcelo Vásquez y Marcelo Albornoz fueron destituidos de sus funciones y son investigados por tráfico de influencias y cobros indebidos (coimas).
En un Pleno citado extraordinariamente, la Corte Suprema se negó a expulsarlos de inmediato por 9 contra 8 votos…

El senador, alertado por los jueces de que estaban bajo la mira del Fiscal Regional, Alejandro Arias, acudió donde el Fiscal Nacional, Jorge Abbott, para solicitarle que se pusiera fin "a la persecución" a sus amigos. A las pocas horas, la máxima autoridad del Ministerio Público designó a otro persecutor…, Sergio Moya. Poco después se hizo pública una foto donde aparecen compartiendo un almuerzo Letelier y el trío corrupto.

La defensa del senador frente a esa imagen fue exquisitamente estúpida: "qué de malo tiene una cita a vista de todos. ¿Acaso Piñera no tiene fotos almorzando con los Penta?"..

Mostrándose sorprendido por la veloz evolución de los acontecimientos, Letelier argumentó que "se trata de una persecución política en mi contra", lo que fue reforzado, más tarde, por el presidente del PS, Álvaro Elizalde, quien le dio su total respaldo. Ambos pertenecen a la corriente ·Tercerista" del partido.

Pero ninguno de los dos contaba con que un ex concejal de Rengo (PS), conocedor de las yayitas de Letelier en la Región, le pasaría la cuenta: Sergio Roldán pidió la suspensión de la militancia del senador mientras dure la investigación en la Corte rancagüina, solicitud de la cual se hizo cargo el Tribunal Supremo del partido.
El remezón al interior del PS fue gigantesco, pues puede alterar en lo inmediato el escenario de las candidaturas para la elección de directiva del 26 de mayo. Letelier es "tercerista" al igual que Elizalde, quien está al borde de la cornisa,  empujado por una granítica alianza de las cuatro sensibilidades disidentes para impedirle que continúe a la cabeza de la colectividad. Maya Fernández, nieta de Salvador Allende y ex titular de la Cámara, es la candidata opositora.

Varios diputados disidentes calificaron duramente el comportamiento del senador, entre ellos Marcelo Díaz, Jaime Naranjo ("estamos pésimamente evaluados por la ciudadanía por este tipo de conductas") y Osvaldo Andrade ("es inaceptable lo que hizo"). Aún más, la UDI pidió una Comisión Investigadora para determinar su responsabilidad.
En el PS dolió doblemente el involucramiento de Juan Pablo Letelier en la defensa de tres jueces corruptos, dado que es hijo de uno de los emblemas del socialismo criollo, Orlando Letelier Solar, ex canciller de Salvador Allende, muerto por una bomba activada por Michael Townley en Washington.

En los 30 años que lleva como parlamentario -diputado y senador-, nunca Juan Pablo Letelier ha sido portador del áurea que distingue a su padre fallecido. Conocido en todo O'Higgins como el "Patrón de la Región", todas las decisiones políticas de los Gobiernos afines, Concertación y Nueva Mayoría, pasaron por su visto bueno. No había cargo por pago de favores en El Teniente que no tuviesen su visto bueno, y molesto porque la (ex) Presidenta Bachelet no lo consultó por su designación, demoró sólo meses en sacar del puesto al Intendente Juan Ramón Godoy, a quien se encargó personalmente de impedirle colocar a seremis de su confianza.

Reconocido, y alabado, por su impresionante red de contactos, debe ser uno de los parlamentarios que más y mejor trabaja en terreno, y por ello que fue designado jefe territorial de la campaña de Alejandro Guillier.
Siendo diputado, 13 días estuvo detenido en el incendiado anexo cárcel Capuchinos -en 2003-  por orden del ministro en visita Carlos Aránguiz, hoy en la Corte Suprema, quien investigó el caso Coimas. Fue condenado por "cohecho y negociación incompatible" en la investigación a la Escuela de Conductores Siglo XXI de Rancagua, empresa denunciada por  fraude tributario y por haberle aportado a Letelier $18 millones para el financiamiento irregular de su campaña. Como presidente de la Comisión de Transporte de la Cámara de Diputados hizo gestiones para impedir que dicha empresa fuera sancionada por la Subsecretaría del ramo. 

La repatriación de capitales se transformó en uno de sus principales objetivos, y ello para favorecer a su "gran amigo" Carlos Cardoen, con millones de dólares inmovilizados en el extranjero, debido a la venta de bombas de racimo a Sadam Hussein. Incluso, viajó a Washington para hacer lobby a favor del empresario santacruceño impedido de salir de Chile por una orden de captura global de INTERPOL.

Cardoen también lo ayudó con importantes aportes a sus campañas electorales.
El senador también fue salpicado por el caso Caval (2015), tras ser mencionado en un e-mail del arquitecto chileno radicado en México, Álvaro Covacevic, quien manifestó su intención de participar en el negocio inmobiliario de Machalí. Letelier influyó para el cambio de uso de suelo del sector.

Él  nunca quiso acudir a la Comisión Investigadora  de la Cámara, encargada del caso.
La última movida que se le conoce es haber hecho lobby para que Dobra Lusic fuese designada por el Senado como ministra de la Corte Suprema.

Transversalmente, a nadie cabe dudas de que el senador Juan Pablo Letelier es un gran operador político, pero su historial deja en evidencia que su habilidad no la emplea en favor de la Región a la que representa, sino en beneficio personal, de sus intereses y de sus amigos, sean ellos los más feroces corruptos.

VoxPress.cl

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